Rafael Lama dice:
"Pirrindín era el Querendon de
todos y todas, en nuestro Querido San Juan De La Maguana, por su eterna
sonrisa, por su diligente caminar apresurando el paso sin que le pesaran los
años, para cumplir su diaria misión de humilde pero orgulloso cartero,
entrenando las esperadas caritas.
Muchas
fueron las veces que paró en nuestra casa en la Calle Trinitaria 28, luego
enumerada a Trinitaria #35, donde se le brindaba su Tatita de café negro y
concentrado casi al nivel del petroleo.
Sus Ojos Verdes, saltones, su pelo
inmaculadamente abrillantado, su corbatica negra, planchada aunque gastada y su
mochila llena de correspondencia, sentando la pauta sin saberlo, de como irían
los estudiantes de finales de siglo 20 y principios de siglo 21 con sus mochilas
a la escuela.
Pirrindin es San Juan y San Juan es Pirrindin!!! Sirvió a otros
con la humildad ejemplar que predicó nuestro Señor Jesucristo, y finalmente se
fué a una morada para él bien guardada. "
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