RESCATEMOS EL MURAL DE LA GALLERA MUNICIPAL
PINTADO POR PAUL GIUDICELLI
ES UNA OBRA EXCEPCIONAL
MANIFESTACIÓN DE LA PLÁSTICA CONTEMPORÁNEA
Por: José E. Méndez
En la parte frontal de la Gallera Municipal de San Juan de la Maguana, un olvidado mural, cargado de un fuerte simbolismo intelectualizado, pierde el predominio de sus tonos rojos y ocres. Se trata de una de las grandes obras del maestro de la pintura dominicana Paul Giudicelli (1921-1965), uno "de los primeros artistas del pincel que superó la miopía que impedía ver más allá de nuestra realidad inmediata".
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Soportando la carga natural del tiempo, la obra de Giudicelli, se desgasta ante la indiferencia de asiduos visitantes, amantes de las peleas de gallos, los cuales asisten con regularidad a ver la lucha a muerte en el ruedo.
Carteles políticos, roturas, marcas, deterioran, la impronta, de esta obra sin titulo, de este "pintor incansable" con "ansias extremas de superación técnica" .
Las autoridades municipales, los trabajadores y amantes del arte y la cultura, los ciudadanos de San Juan de la Maguana, que sentimos alto respeto por los símbolos ligados al arte y la cultura nacional, debemos exigir restaurar y preservar, el magnífico mural, de la Gallera Municipal, obra de Giudicelli, pintor dominicano considerado "prototipo de ruptura con los estilos pictóricos", quien "se esforzó en mostrar lo mejor de la identidad nacional".
El mural de Giudicelli, pintado en 1960, en la Gallera Municipal, fue quizás una de las últimas producciones, realizada, antes de su individual, de 1962, en la Facultad de Ingeniería de la UASD, donde expuso unas 75 obras.
Aqui en Higuey tenemos un mural fresco de ese mismo Artista en el ayuntamiento municipal...Paul G.
ResponderEliminarLa Revelación Maya del 2012
ResponderEliminar-Cosme E. Pérez\22 de marzo, 2012
La palabra “Quisqueya”, es la versión en idioma español del término que fue usado por los mártires caciques del Cacicazgo de Jaragua en sus relatos sobre sus antepasados. Después de investigar las leyendas relatadas, según historiadores, de Bohechío; comparándolas con leyendas mayas que coinciden con las mismas; y siguiendo la historia de navegantes que salieron de Europa al principio del Siglo XV, de los cuales no se supo nada más, hemos llegado a la conclusión de que esas leyendas tienen base en hechos reales y que el vocablo “Quisqueya” tiene mucho que ver con esas leyendas y el hecho histórico que las une. Otra razón por la cual se puede afirmar que el vocablo es maya y no taíno ni hispano, es que ni en la lengua arawaca o taína (para el caso, tampoco de los caribes o ciguayos), ni en el lenguaje castellano esa palabra existía, según los historiadores y expertos en lingüística. Pero sí, en el léxico maya esa palabra se puede formar con facilidad. No solo que se puede formar, sino que también tiene un significado muy parecido al que daban los caciques de Jaragua: “Madre de Todas las Tierras”. En lengua maya y específicamente en la región sur de Yucatán, el vocablo se forma con los siguientes sonidos: Q'ij- Q'ëq- Ya' “Sol”-“Negra”-“Agua”, como se puede traducir en idioma español literalmente; pero hace sentido interpretarlo como un lugar donde brilla mucho el sol, la tierra es fértil (tierra negra) y hay mucha agua (mar, océano, ríos, lagos, manantiales y lluvia. Un lugar que puede ser comparado con un paraíso; que puede ser considerado como “La Madre de Todas las Tierras” ¿Tenemos nosotros una playa, puerto y sabana de nombre Palenque? Pregunte a un sancristobaleño. ¿Fueron los taínos los que llevaron ese nombre a México o fueron los mayas que lo trajeron a la isla que ellos llamaban Q’ij- Q'ëq-Ya’? No sabemos hasta donde llegó la civilización y lengua maya en América. Si sabemos que los arawacos poblaban las orillas del río Orinoco, donde Juan Pablo Duarte, el Padre de la Patria quisqueyana pasó unos diez años de su vida y desde donde envió su mensaje de protesta a la anexión de la república a España por el Presidente Pedro Santana en 1861: “Quisqueyanos sonó ya la hora, de vengar tantos siglos de ultraje; el que a Dios y a su patria desdora, que de oprobio y baldón se amortaje. No más cruz que la cruz quisqueyana, que da honor y placer el llevarla; pero el vil que prefiera la hispana, que se vaya al sepulcro a ostentarla” (Juan Pablo Duarte -1861) Ahora el vocablo “Quisqueya” no nos llega con leyendas del pasado. Lo trae fresco y sin traducciones el Padre de la Patria, en la lengua castellana y como identidad nacional para los habitantes la república en la Isla de Santo Domingo, denominada por eso, dominicana. Ya con el Juramento Trinitario se había logrado esa denominación y solo faltaba el nombre propio para la nación, para el país, para que sirviera como la identidad nacional, propia y única. Con la denominación “dominicana” se identificaba a la república y al pueblo con la Isla de Santo Domingo, para que no fuera haitiana, identificada con la Isla de Haití. La separación garantizaba esa conquista. La siguiente debió ser la identidad propia nacional y esa la propuso Duarte al llamarnos quisqueyanos en 1861. Hoy, después de 168 años de independencia, el pueblo, que ha utilizado una identidad nacional falsa y prestada, conoce esta verdad, que es revelada hoy, en el año 2012, cuando existe un revuelo fantasmal sobre el Calendario Maya. La verdad que nada tiene que ver con ese revuelo que causa el Calendario Maya, pero es en este año cuando esta realidad es revelada, de que Quisqueya es un vocablo originado de la lengua maya y que el Padre de la Patria propuso el nombre para la Patria que hoy solo oímos con emoción en nuestro glorioso Himno Nacional. (hemos cortado)