lunes, 25 de enero de 2010
NOTAS SOBRE EL PENSAMIENTO DUARTIANO
Por: Damocles R. Méndez Rosado.-
Para una mayor comprensión del Pensamiento de Juan Pablo Duarte, es preciso abordarlo desde una perspectiva teórica a partir del contexto histórico que define las correlaciones de las fuerzas políticas y sociales a lo interior de la sociedad dominicana de 1844 y de la influencia de las ideas liberales que conformaron su concepción ideológica en torno a la Nación, el Estado y las Instituciones Jurídicas y Políticas a reproducir en el marco del régimen político del momento.
Es un axioma en la cultura política dominicana reconocer a Duarte como la más acabada y excelsa expresión del Nacionalismo y Patriotismo sin paralelo a lo largo de todo nuestro proceso de desarrollo histórico. Mientras Pedro Santana y Buenaventura Báez son la síntesis más degradante a la renuncia del sentimiento nacionalista y el principio de la libre determinación del pueblo para darse un go¬bierno con plena independencia y soberanía nacional, Duarte asume una posición compromisoria con el principio de autodeterminación del pueblo como esencia del disfrute de la independencia nacional, fuente y garantía de su existencia política.
Duarte enarboló el Programa Nacionalista más avanzado como exponente y cabeza ideológica de la fuerza con mayor vocación revolucionaria del momento, que como la pequeña burguesía, propugnaba por la instauración de un Estado moderno, sustentado en los -principios de la democracia liberal. En esta dirección, su pensamiento está imbuido de las más depuradas corrientes políticas y sociales de su época. En el Artículo 19 de su Proyecto de Constitución, advierte "...la soberanía reside esencialmente en la Nación", lo que evidencia su dominio de la tesis de J. J. Rousseau, de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano hija legítima de la revolución francesa, así como de la Constitución de Cádiz del 1812, que consagró en sus textos el principio de la soberanía como real expre¬sión de la Nación y de la voluntad general de sus ciudadanos.
El Pensamiento Duartiano es una ruptura con las concepciones absolutistas del Estado pregonadas por los sectores conservadores que se constituyeron en rémora para el desarrollo y fortalecimiento de un Estado Democrático, basado en la supremacía del orden constitucional. Las concepciones avanzadas de Duarte se inscriben en los postulados del Liberalismo Democrático que asume la Soberanía como una prolongación de la universalidad del pueblo como categoría política de donde emana la autoridad y legitimidad del Poder Estatal.
Para Duarte la Soberanía es inherente y está consustanciada indisolublemente con el pueblo.
Otra faceta que revela el contenido democrático del Pensamiento de Duarte, lo constituye su apreciación sobre la teoría de Montesquieu respecto a la separación de los Poderes, a lo que el Patricio dominicano le agrega el Poder Municipal constituyendo un significativo aporte a la historia del Derecho Constitucional Dominicano.
En el Proyecto de Constitución citado, Duarte dice: "Para la mejor y más pronta expedición de los negocios públicos, se distribuye en Poder Municipal, Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder Ejecutivo".
Duarte inscribe en la cultura constitucional dominicana los fueros locales y el gobierno de las municipalidades esbozadas por Alexis de Tocqueville en su genial texto "La Democracia en América", y por Benjamín Constant, quienes son pioneros de la representación municipal como forma de poder del gobierno local.
Con la inserción del Poder Municipal en la estructura constitutiva de los Poderes Públicos, Duarte rinde culto de adhesión y de vocación patriótica no sólo a un principio de naturaleza de Derecho Público, como lo es el Municipio, sino a una tradición que se remonta a los inicios de los Estados Nacionales en gran parte de Latinoamérica, puesto que la autonomía municipal constituyó un fenómeno político, democrático y emancipador de las colonias en su lucha contra las Metrópolis europeas encaminadas a un rompimiento brusco con los vínculos colonial en el proceso de nacimiento y desarrollo de las repúblicas americanas .
En su Anteproyecto de Constitución Duarte reivindica el legado popular del Poder Municipal.
Las concepciones ideológicas expresadas en el Ideario Duartiano, contrasta con la vigencia de un cúmulo de prácticas, caracterizada por un ejercicio políti¬co que privilegió en su momento un absolutismo personificado en la figura de Pedro Santana, que permeó toda la praxis gubernamental tan pronto surgió el Estado Nacional en el año 1844.
Si bien, el Pensamiento de Duarte se correspondió con las Escuelas más avanzadas de la cultura política de su época, lo que es obvio apreciar en su visión en torno a la organización del Estado, fueron las fuerzas conservadoras las que de¬terminaron el rumbo y la fisonomía del Estado que brotó de la epopeya independentista.
En lugar de asumir la dirección del Estado, las fuerzas sociales legatarias de las más avanzadas y modernas concepciones ideológicas respecto a la organiza¬ción de la nueva República nacida en el año de 1844, le correspondió este papel -protagónico a los sectores conservadores y proteccionistas que anhelaban una independencia trunca bajo la influencia de una Potencia Extranjera.
El fervor independentista de Duarte se pone de relieve cuando desde Caracas, en 1865, dice: "En Santo Domingo no hay más que un pueblo que desea ser y se ha proclamado independiente de toda potencia extranjera, y una fracción miserable que siempre se ha pronunciado contra esta Ley".
Por lo tanto, el Pensamiento Ideológico de Duarte sintetiza la apropiación del constitucionalismo democrático en su aspecto político, cuando concibe la Inde¬pendencia como el fundamento para la existencia política de la nación y la sobera¬nía como la real expresión de la voluntad popular, lo que demuestra que Duarte probó en la fuente cristalina del Pensamiento Revolucionario del Siglo XVIII y asimiló inteligentemente las ideas en boga en esta época de grandes transformacio¬nes sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario