sábado, 8 de enero de 2011

Juan Gregorio Kelly destacado sanjuanero


En Panegírico a la memoria del distinguido munícipe sanjuanero Juan Gregorio Kelly, en ocasión del funeral Odfelico efectuado el día 28 de febrero de 1989, nuestro padre Héctor Enrique Méndez G. (Don Cuchí), señala que “el hermano Juan Gregorio Kelly, nació en la isla Curazao, Antillas Holandesas, habiendo emigrado a la República Dominicana en el año de 1920, fijando su primera residencia en la ciudad de Barahona, desde donde se trasladó a la ciudad de San juan, ciudad a la que siempre consideró como su segunda patria.

Hijo de Valentín Kelly y Virginia Walder. Con el producto honrado de su profesión de Maestro de Carpintería, procreó una distinguida familia de doce (12) hijos a los cuales quiso y admiró con cariño amoroso”

El Ingeniero Sinecio Ramírez, en su colección de familias sanjuaneras organizó , la rama de la familia Kelly, GENEALOGÍA KELLY, http://famikeli.blogspot.com/, aporte encomiable, que debemos mantener viva, aportando las informaciones complementarias de este sueño rosado de este grandioso hombre del sur de la República Dominicana.

En palabras de nuestro padre haciendo referencias a Juan Gregorio Kelly afirma:

“El día 11 de enero de 1989, llegó a su término el periodo biológico de uno de los más preclaros hijos de la Respetable Logia Odfelica San Juan No. 28 Inc., nuestro muy querido e inolvidable hermano Juan Gregorio Kelly, rindió su última jornada a la Madre Tierra y con su desaparición del escenario de la vida, se apagó uno de los faros Estelares en la constelación de ésta Benemérita institución.

Los despojos mortales que embargados de la más profunda pena dejamos depositados en su morada eterna del viejo cementerio de esta localidad, en obediencia a un irreversible mandato del destino, pertenecían al hombre que desde hacía mucho tiempo, había conquistado el corazón de todos sus hermanos y hermanas de la Honorable Cámara Ruth “Anacaona” No. 20, así como también de sus amigos particulares, se han confundido con las figuras de Primera Magnitud, que habitan en los cielos, donde moran nuestros valores inmortales. Aun me parece verlo, con su acostumbrada sonrisa despidiéndose del hogar de sus entrañables amigos Don Titica, Don Julián Acosta-hermanos Montes de Oca, Gollo Aguasanta y otros tantos, porque eran muchos que lo distinguían por ser un hombre de BIEN”.

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