En la Autopista Las Americas se esta construyendo un monumento a estos Jovenes del 12 de enero, desde lejos el Viejero observa la valla con el rostro de "los muchachos".
Quedaron siendo eternamente jovenes al ser sacrificados por la represion de la epoca.
Asi los recordamos, valientes !
Hace meses afirme que Germán Aristy, Perdomo Pérez, Cerón Polanco y Leal Prand , actuaron como profetas del tiempo ya que vieron con antelacion que esta sociedad se dirigia desbocada hacia un precipicio, hoy sabemos que ese abismo es la degeneracion , el trafico de drogas, la compra de conciencias, los brazos caidos, el desinteres, la falta de humildad, la ausencia de solidaridad, el desamor.
Y quisieron adelantarse para evitar eso que hoy conocemos y que esta ocurriendo, ofrecieron sus vidas para evitar todo esto que presenta la actual civilizacion.
El Poeta Sanjuanero Fello Mendez tenia en su corazon el poder.
Trujillo tenia el gobierno en sus manos.
Los versos de Don Fello fueron quienes derrocaron a Trujillo, el poder del verbo creador, inspirado, de justicia, esa agua emanada desde un corazon pudo mas que las armas fisicas del tirano.
Fue la poesia de Fello Mendez quien derroco a Trujillo.
Esa palabra sagrada, viva, inteligente, toco corazones, y personas actuaron en consecuencia produciendo el acto fisico, pero el autor intelectual fue el corazon de ese Sanjuanero.
La Mujer, la Inspiracion, la Belleza, el Alma de las cosas, el Agua Blanca, es el telon de Aquiles tras las fuerzas oscuras, la poesia es ese poder.
Los Palmeros se enfrentaron con armas a toda la fuerza armada, la policia, la seguridad estatal, la muerte de ellos significo la desaparicion del aparato militar de esa epoca, de los grandes jefes quienes lentamente fueron separados y sustituidos.
Algun corazon poeta inspito a los Palmeros. Y ellos actuaron en obediencia al amor.
La Madre Naturaleza marca con la cruz a sus hijos, y en estos, la sangre derramada pone fin a etapas y abre nuevas etapas, pero son los sacrificados los verdaderos heroes de Ella, sus hijos.
Primero fue el Verbo, y este se hizo carne.
Esto nos invita hacer poesia con conciencia de los resultados, los cuales generalmente tocan primero al autor.
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