Sineco y : Les Grands Papillons du Azua ( Los Voladores del Río Vía )

MANTENIENDO VIVA SU MEMORIA
May 26 2001


( Los Voladores del Río Vía )

Por Sinecio Ramírez


El primer domingo de mayo , pasaba en la tarde camino a Santo Domingo y después de salir de Azua al entrar en la primera recta que termina en la entrada de "Las charcas", al mirar a mano izquierda contemplé asombrado un espectaculo extraordinario: Un numeroso grupo de mariposas gigantescas de todos los colores surcando los cielos de la tarde. Las había rojas, azules , verdes, amarillas, de rayas alternas a dos colores , no recuerdo si las ví a cuadros grises, y
blancas.

Yo he visto vuelos parecidos , pero nunca comparables a los de Azua , en las playas de Acapulco, México , donde un bote remolca a un muchacho provisto de un ligero paracaídas de nylón igual que como remolcan a los esquiadores acuáticos , al alcanzar un recorrido mínimo generan súficiente "sustentación" para elevarse rápidamente como grandes chichiguas tripuladas.

Pero los voladores de Acapulco igual que los prehispanicos voladores rituales de Papantala Veracruz, siguen atados por un cable a tierra.

Les Papillons no están atados a nada, vuelan libremente como enormes alcatraces, sin batir de alas , subiendo y bajando aprovechando la excelente corriente de aire que viene del mar y se acelera frente a los cerros de donde nace el río Vía.

Les Papillons se cuelgan de unas grandes alas rectangulares, que parecen adaptadas de paracaídas deportivos y supongo que controlan el vuelo con el uso de las cuerdas, como los paracaidístas.

Cuando yo era niño mas de un muchacho se mató intentando lograr emular a "Superman" y salir volando por los aires.

El Sueño de volar es tan viejo como la humanidad y en la rica mitología Griega está la historia de Dédalo el famoso arquitecto y constructor del laberinto de la blanca isla de Creta. Prisionero luego el mismo del rey Minos y practicamente condenado a perecer en los cuernos del monstruoso "Minotauro", Dédalo mas ingeniero que arquitecto diseñó y construyó unas
alas con las cuales el y su hijo Icaro, escaparon del encierro. Es una lástima que Icaro mas impetuoso por su corta edad volara mas alto de la cuenta, lo que expuso a mas calor la cera empleada para el montaje de las alas que se desprendieron y por eso pereció.

No tengo manera de comunicarme por ahora con les Papillons (el nombre incluso es mío), pero mucho apreciaría que un lector azuano, que tenga un amigo fotógrafo, nos consiguiera una foto de sus voladores, en acción.

Tampoco se si el grupo es local azuano o es un grupo de "Air Wind Surfers" que van experimentando de cerro en cerro, por toda la geografía del país, y que a lo mejor hay otros grupos en los Cerros de Isabel de Torres en Puerto Plata o el Santo Cerro en La Vega - Moca.
Cualqiuer otro lector que pueda aportar datos sobre el tema lo enriquece.