miércoles, 23 de febrero de 2011

Xenofobia: ¿por haitiano o por negro? Juego en la Geopolítica

Este artículo lo escribí hace como seis años atrás, por una polémica que se desató entre algunos de los escritores de las páginas “San Juan y su Cultura”. Los iniciadores de la mentada polémica fueron: nuestro muy querido – recordado, Ingeniero Sinecio Ramírez Suazo y el Profesor universitario, Rubén Moreta. Quise dar mi opinión personal respecto al término que conocemos por “Xenofobia”.

Así es que espero que lo disfruten. No pretendo aquí convertirme en un sabelotodo, pues es sólo mi propia opinión. Gracias.

Xenofobia: ¿por haitiano o por negro? Juego en la Geopolítica


Juan Tobías León Ortega

Ahora que el profesor Rubén Moreta y el ingeniero Sinesio Ramírez han iniciado un ciclo de opiniones respecto al controvertido tema xenófobo contra el haitiano. Me gustaría humildemente opinar también al respeto.

Aunque la xenofobia y el racismo son siameses, es importante saber distinguir las diferentes situaciones donde estas se manifiestan.

En el caso dominicano, la xenofobia contra el haitiano, ha sido más bien de carácter histórico y de epítetos despectivos pseudos-raciales. Aunque, cabe reconocer, que la clase dominante-oligárquica-burguesa dominicana, siempre influyó y siempre ha influido en el concepto de supremacía “racial”: siempre ha considerado al haitiano o al negro, un ser inferior, por su condición de negro –esclavo descendiente.

Sobre el aspecto histórico se puede enumerar las enseñanzas de generaciones a generaciones desde el nacimiento de la primera República Trinitaria del 1844 hasta la cuarta República dictatorial Trujillo-Balaguer. En ese período, las enseñanzas plasmadas en los textos, ensayos, libros de lecturas y fervor patrio en la educación elemental y secundaria, hicieron de muchas generaciones de dominicanos/as toda una institución del pensamiento xenófobo.

Un ejemplo de libro que resalta parte de la xenofobia contra el haitiano es “Cosas Añejas”, de César Nicolás Penson (a pesar de ser un libro interesante, pues narra las aventuras del “Barriga Verde” de la orden de los sanjuaneros). Ese libro fue utilizado por varias generaciones, incluyendo la mía, en esa formación. Recuerdo un pasaje: “La Virgen del Galinde”; un grupo de doncellas y niñas masacradas y violadas por las huestes del ejército invasor haitiano en el Cibao. Resalta la ira del fervor patrio de la primera República a cualquier lector. Ese pasaje incluso, era en algunas ocasiones, matizado hasta en tono poético, en algunos de los panegíricos de las fechas patria, por algunos oradores.

En el ambiente del pueblo, la xenofobia en los últimos años, ha sido más bien de carácter despectivo e histórico que racial. Si fuera rotundamente racial, ¿qué podrían aportar los dominicanos/as en contra de los haitianos/as en el aspecto étnico? Nada: El pueblo dominicano es un pueblo mayoritariamente de negros y mulatos, y los pocos blancos y mestizos de otras razas, que quedan, (como yo, por ejemplo: un mestizo de un chino con una blanca-caucásica) son especimenes en extinción. De ahí que el fenecido cantante-humorista Milton Pelae en su canción, cuyo estribillo dice: “todo el mundo hereda la bemba desde los tiempos de Colón tal parece que más temprano aparece un negro bembón”. Resalta esa categoría.

Otra quintilla que resalta la fuerte descendencia de los negros y los mulatos en la parte española desde los años de colonización de la isla llamada Quisqueya o Haití por los aborígenes es:

Ayer español nací,

A la tarde fui francés,

En la noche etíope fui,

Hoy dicen que soy inglés,

No sé qué será de mí.

En cambio, en los grupos de poder dominicanos oligárquicos, especialmente en los de descendencia blanca –europea, la cosa es muy diferente. La xenofobia es una combinación de todo: racismo, odio y desprecio a la cultura haitiana y negra, a la cual consideran muy inferior.

En el aspecto despectivo, algunos en el pueblo, gozan de ciertas ocurrencias de los haitianos. Trujillo con la matanza de haitianos y su popular frase de aprehensión, “diga perejil”, con la cual se arrestaba a un haitiano cuando no podía pronunciar correctamente dicha frase, hizo de ella toda una institución. En la región del este (La Romana, San Pedro de Macorís, El Seíbo) por ejemplo, algunos usan el término de “Mañé” o en la región sur utilizan el término de”Pití“, cuando se refieren a un haitiano, lo cual los haitianos consideran despectivos racistas. Pero la verdad es como se dijo anteriormente, ¿en qué podría un dominicano negro o mulato sacarle cuenta racial a un haitiano? No es racista en el fondo sino más bien un despectivo sin fin.

Algunos dominicanos gozan con decirles frases despectivas a otros nacionales, es decir, la xenofobia no es sólo contra los haitianos. Por ejemplo, mi familia y yo fuimos blanco constante en San Juan de la Maguana de la xenofobia despectiva. Expresiones como aquella de “chino palangueta come mierda con cajeta”, eran como el pan nuestro de cada día. También siendo niño oía en las calles frases despectivas contra los árabes, tal como, “turcos hediondos a grajo, vayan a bañarse”. Para algunos de mis compatriotas yo era un chino traído de la China. No se daban cuenta que yo había nacido en San Francisco de Macorís y que también era hijo de una francomacorisana del Haya y que por lo tanto, era tan dominicano como ellos o como el que más, a pesar de tener también sangre china.

Juego Geopolítico: ¿Unificación de la Isla?

La verdadera xenofobia en todo el sentido de la palabra la podemos encontrar principalmente en el plan anti –emigrante, de exterminio y de balcanización por parte de las potencias atlantistas: EEUU y la UE (por supuesto, con sus satélites), y, el Japón, al otro lado en El Pacífico (recordando también que los EEUU pertenecen al Pacífico). No la busquemos en los manuales quisqueyanos ni en el pueblo dominicano con sus epítetos despectivos. No en vano, el profesor Samuel Huntington (uno de los Think Tank de la globalización como el profesor Francis Fukuyama, entre cuyos admiradores se encuentra vuestro presidente globalizador -neoliberal, Leonel Fernández, alias Balaguer Junior), el cual nos aburrió primero con su libro “Choques de Civilizaciones” y ahora con su nuevo libro, ¿Quiénes Somos?, nos confiesa su itinerario xenófobo sobre el peligro inminente de que la unión americana desaparezca por el ímpetu de la emigración masiva de mejicanos, centro americanos y caribeños. El profesor Huntington un brillante intelectual judío - norteamericano de alcurnia, ahora se manifiesta frente a la polémica que sostuvo con el profesor Alan Wolfe (Foreign Affairs, Mayo/Junio 2004- Septiembre/Octubre - 2004) y hasta se confiesa ser un judío anglicano después de salir des-concertado en la tal polémica. El profesor Huntington llega a la conclusión de que si un país como los EEUU hubiera caído en las manos de los mejicanos, a pesar de toda su riqueza, hubiera sido tal como el México actual: un país del tercer mundo, africanizado y jodido (tal y como le dijo el ex presidente español, José María Aznar a Hugo Chávez respecto a Haití y los demás países pobres: “esos se jodieron”)

Frente a la xenofobia atlantista –japonesa, están en juego el futuro de muchas naciones en el mundo, entre ellas, la RD y Haití. La crisis económica, política y social producto de la globalización que azota al mundo sub- desarrollado y en gran manera al mundo desarrollado, ha ocasionado un des-balance en los habitantes del mundo de los países pobres en busca de un mundo mejor para su felicidad. Haití no es la excepción.

Casi a diario vemos las noticias del flujo de emigrantes indocumentados que van desde las costas del estrecho de Gibraltar, las costas caribeñas, y hasta las costas del Pacífico. El caos y el desorden provocado por el proceso de africanización en las antiguas colonias de los viejos imperios europeos tanto del continente africano, asiático y del sub continente americano (Latinoamérica), nos transporta a un mundo que sólo se puede observar en aquellas películas de las grandes aventuras.

El profesor del Colegio Estratégico del Pentágono, Thomas Barnett, en su libro “ El Nuevo Mapa del Pentágono” , un libro bastante aburrido, pero interesante para acumular datos y saber la estrategia de los amos del mundo, describe los diferentes y posibles escenarios geopolíticos y geoestratégicos en el mundo durante el siglo XXI. Clasifica las diferentes regiones de la tierra de acuerdo al potencial de recursos tecno-científico-humanos, posición geoestratégica y de recursos naturales estratégicos. De una manera exaltada valora el aporte de cada región. Cuando viene el análisis de los países de África, es decir, el África negra, suelta la pregunta, ¿qué puede aportar África en el siglo XXI? Su respuesta es tajantemente: nada puede aportar.

Por supuesto que el profesor Barnett, respecto al África negra, sólo se refiere al capital tecno-científico-humano y en ningún momento se está refiriendo al capital de recursos naturales, a pesar que uno de los motivos del conflicto de los países del cuerno de África (Somalia, Etiopía, Eritrea, incluido Sudán) provocado por las grandes potencias, es por los recursos naturales. Por ejemplo, Sudán le aporta entre el 5-7% del petróleo (Foreign affairs, Cazando Los Recursos Globales por Zweig y Bi Tianbai, Septiembre/ Octubre 2005) que consume China. China se ha convertido en la punta de lanza en la competencia por los recursos naturales del continente africano con las naciones de la alianza del Atlántico Norte. Inclusive, China tiene un pequeño contingente de soldados disfrazados (supuestamente están en una misión civil pero en la realidad no es así) que cuidan las refinerías petroleras en Sudán. ¿No es que África no tiene nada que aportar? Sabemos que los viejos imperios europeos expoliaron al África lejana, pero aún le queda algunos recursos naturales.

Eso nos da una idea de lo que se está tramando: exterminar a los países del África negra, sus habitantes. Fuimos testigos del conflicto de Ruanda y ahora la odisea de Somalia. Los quieren exterminar a todos porque dizque no aportan nada en materia de capital humano. Una xenofobia muy racista. ¿Será que por la falta de expansión del capitalismo o la sobre población mundial se quiere re-poblar al África con otros tipos de habitantes con gran acervo tecno-científico en un futuro? Bien lo dice Eduardo Romero en su libro “Quién Invade A Quién: El Plan África y La Inmigración”, que es un plan para una posible exterminación de los africanos ¿Está en marcha el plan de la clonación, para crear la raza más perfecta y resistente a todos los embates de la naturaleza y la más creativa en cuanto a materia científica-tecnológica se refiere?

Las costas europeas son inundadas por una ola de emigrantes africanos que pasan el estrecho del Gibraltar infectado de tiburones y los que van a caer a las islas Canarias frente a las costas africanas.

Lo cierto es que la xenofobia de las potencias atlantistas es ya bien definida: no quieren gentes de color ni en Europa, ni en los EEUU, ni en Japón y demás satélites. Los rescatistas de Miami se hacen los chivos locos cuando una embarcación de haitianos encalla en la costa. Su negocio es sólo con los cubanos, pues estos son un 60 % de blancos, y además, ya el asunto inmigratorio está resuelto por la ley de refugiado político que se le otorga a cada cubano si tocan territorio norteamericano. Muchos son personas con un buen nivel técnico, por lo tanto, algo pueden aportar. El capitalismo no regala nada. Ya el tiempo del humanismo pasó, según los atlantistas. La globalización es cruel con el ser humano, es hasta cruel con las trasnacionales, pues se están comiendo unas con otras.

Frente a todas esas vicisitudes, se ve claro que el problema del exterminio de pueblos y posiblemente continentes, está en marcha. Por más que las organizaciones no gubernamentales apelen a leyes internacionales de emigración-inmigración humanistas, no van a poder derrotar el plan en marcha. Por eso se ve a leguas que en el caso de Haití y de la RD hay una determinación: no quieren haitianos (por supuesto ni dominicanos) en las costas de los EEUU ni de Europa, ¿Por qué? Primero por ser negros. Segundo por no aportar nada de capital humano en el aspecto tecno-científico (por supuesto desde el punto de vista atlantista). Tercero por lo de aquellos rumores o propaganda (no desde ahora, desde más de dos décadas) de que los haitianos son los vectores del SIDA (a propósito, ¿por qué Haití el sospechoso vector del SIDA y no los africanos que son más si a condición de negro se refiere?).

Les juro que desde que llegué a los EEUU, estando en Detroit estado de Michigan, para mi sorpresa cuando conversaba con algunos estudiantes norteamericanos e inclusive con algunos extranjeros, me preguntaban qué dónde era yo. Yo les contestaba: de la República Dominicana. Algunos con escasos conocimiento de geografía, ubicaban seguido a Haití. Entre los norteamericanos y algunos extranjeros Haití era más famoso que la RD, ¿por qué? Porque Haití se hizo muy famoso por las películas sobre el Vudú en Hollywood. Recuerdo las películas de los 40s y de los 50s, el famoso actor inglés Boris Karloff, rey del misterio, del suspenso y del terror, filmó una película sobre Vudú y los Zombies. Es decir, con Haití se formó una institución de la hechicería y del terror.

El profesor Juan Bosch relata en su libro Crisis de la Democracia en la América Latina, en La República Dominicana, como François Duvalier, su figura se tornaba a veces como la de un hombre con ojos como lo de una posesión demoníaca.

La unificación de la isla aparenta ser también, parte de un plan de las naciones atlantistas. Sé que hay algunos núcleos de izquierdas allá que no creen en eso, o por lo menos, se hacen los chivos locos para atacar a los supuestos ultra nacionalistas del patio y a los políticos neoliberales que están detrás del andamiaje nacionalista. Los comprendo, pero a veces eso es ser irresponsable, pues no es que el caso de Haití lo quiera yo ver por ejemplo, como que los Haitianos acabarán con todo, y ya estuvo. No, ese no es el problema. El problema está en que una salida política así a la ligera de unificar la isla, por el momento, creo que es muy imprudente, pues hasta una guerra civil de consecuencia impredecible podría fraguarse.

Los problemas de Haití son muchos y agobiantes. Haití está desforestado, está africanizado al máximo. Ese pueblo se encuentra entre la vida o la muerte como nación (algunos dicen que no es una nación sino un conglomerado). Las naciones atlantistas no desean desarrollar a Haití porque consideran que es tirar dinero al zafacón, así como piensan lo mismo del África negra. Por lo que la mejor solución sería para ellos, la unificación de la isla, porque sobre todo, existe un común denominador entre los dos países: son países negroides. Aunque de dos unidades lingüísticas diferentes, Español y Francés, sus orígenes son comunes: provienen de dos viejos imperios europeos, España y Francia.

A los amigos izquierdistas, les diré, que hasta presidentes izquierdistas, tan sensatos como Rafael Correa, ha planteado que la Constituyente ecuatoriana decidió penalizar el aborto. Yo sé que a los grupos de izquierdas eso les ha caído como un balde de agua fría en la cabeza. Pero la medida es porque Ecuador es un país eminentemente católico, en donde a diferencia de la RD y hasta de Venezuela, parte de la cúpula del clero ha estado con el cambio revolucionario que se está dando. Es decir, gran parte del clero ha apoyado al presidente Correa. Porque el presidente Correa también es un católico fervoroso. La otra medida también, que por el momento, el presidente Correa ha dejado sin efecto es la “dolarización”. Como lo plantea él muy bien: “deshacerse del dólar como la moneda nacional en los actuales momentos conllevaría a una guerra civil”. Yo se lo creo. En eso no estoy de acuerdo con el profesor James Petra cuando dice que él no cree que nada pasaría si Rafael Correa crea una moneda nacional. De manera que, aprendamos de la experiencia ecuatoriana con respecto a un paso político de envergadura sin causar daños colaterales entre las filas del capital político: el pueblo.

La xenofobia atlantista sí es plena y total: xenofobia al extranjero y racismo a todo dar. En cambio la xenofobia dominicana contra el haitiano se manifiesta por algunos factores históricos, incrustados especialmente entre las viejas generaciones de dominicanos/as, y de epítetos despectivos (que en el fondo no son racistas, aunque molesten a primera vista por el irrespeto a la privacidad humana) de ciertas gentes en las calles.

Es decir, hermanos quisqueyanos, que la unificación de la isla en los actuales momentos, sería una imprudencia plantearla. Sabemos que es parte de un juego geopolítico atlantista. Un día quizá cuando la humanidad deje ese egoísmo del mercado y que haya entre los humanos un símbolo de unión y de hermandad, entonces sí como dijo José Martí: patria es humanidad.

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