viernes, 8 de julio de 2011

El Crecimiento Urbano de San Juan

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Palacio del Ayuntamiento Municipal

Foto Saladino Figuereo

LA CIUDAD

Arquitecto Eric Stefan (Proyecto de grado: Centro Para Las Bellas Artes en San Juan de la Maguana):

San Juan “Ciudad de claros trazados y excelente división urbanística.

El corte clásico de sus plazas y monumentos dan la idea de aquellas villas de la Italia renacentista, siendo sus edificaciones institucionales, un vivo ejemplo del estilo creado por la época del trujillismo. Pesadas edificaciones neoclásicas que se mezclan con otras de tendencia modernista y la búsqueda de la exaltación del “yo” gobernante por medio de monumentos los cuales abundan dando un toque peculiar a sus plazoletas.

Sus casas, coloridas y pueblerinas, se quedan aplastadas por las nuevas viviendas de hormigón, producto del progreso, creándose un señalado contraste entre la parte antigua y la nueva que surge, con un lenguaje formal, claro y vigoroso que es necesario tomar en cuenta.

Eso es San Juan, la mezcla del pasado en sus glorietas, parques y sobrios edificios que tienen la innegable importancia como identidad característica de un trazado urbano; y por otro, el presente, que brota ardiente y vigoroso en la búsqueda constante de lo nuevo..

II

La evolución de San Juan en cuanto a su arquitectura y urbanismo ha sido lenta a través de la historia, acelerándose particularmente en la segunda mitad del siglo XX, cuando adquirió su perfil actual.


Lo más relevante, históricamente hablando, es el surgimiento de una arquitectura vernácula de carácter campesino y popular, caracterizada por las viviendas de tejamaní, techadas de palma cana y luego de cinc. Estas son observadas como las casas típicas de la zona.

En lo que se refiere a urbanismo, esta se relaciona directamente con la evolución demográfica, especialmente de la ciudad cabecera de la provincia. Para 1777, en Maguana existían unas 252 familias con un número similar de viviendas. En 1800, San Juan era ya un caserío. Finalizando el siglo XIX contaba con ocho calles, y ya en 1916 tenía dieciséis. Aún se conservan algunas construcciones antiguas, como la casa del general José María Cabral y Luna (1929).

Según los autores del citado libro San Juan de la Maguana, una introducción a su Historia de cara al futuro, en 1926 se construyó el canal Juan de Herrera. El primer edificio de concreto se construyó en 1927. A partir de 1940 se construyeron muchas obras: el Hotel Maguana, el Palacio de Justicia, el antiguo convento de monjas y las escuelas eclesiásticas. También se levantaron el antiguo Mercado, la glorieta municipal y los tres puentes más importantes en el camino de Azua; se construyó el primer acueducto y se instaló el sistema eléctrico. En la década de 1950 se construyeron dos escuelas, la Mercedes Consuelo Matos y la Francisco del Rosario Sánchez, el edificio del Ayuntamiento y el Hospital Dr. Alejandro Cabral. Hacia 1962 se construyó el primer conjunto de viviendas a cargo del INVI, y desde la década de 1970 la ciudad de San Juan de la Maguana ha ido creciendo hasta convertirse en la próspera comunidad urbana que es hoy.

Un personaje clave en la arquitectura sanjuanera fue Guillermo Oscar Prince, de origen holandés, y quien llegó al país a finales del siglo XIX. Fue el más importante urbanista de San Juan de la Maguana, pues trazó y construyó las primeras calles de la ciudad, y levantó importantes residencias y edificaciones, entre las que se encuentran: la llamada "Casa de Lilís", que perteneció al presidente Ulises Heureaux (Lilís), y donde a la muerte de éste se alojaron diversas oficinas públicas (el Ayuntamiento Municipal, la Tesorería Municipal, el Negociado de Cédula, la Escuela Municipal de Música, el Cuerpo de Bomberos y una escuela primaria); las residencias de Nicolás Michelén y de Alejandro Cabral; la llamada Casa de los Bacases; y el antiguo Hotel 19 de Abril. Prince también hizo el primer alumbrado de la ciudad (que funcionaba con carburo y era de faroles con mecha), y la "rueda hidráulica" de la turbina que instaló Domingo Rodríguez Susaña en los años treinta del siglo XX para producir energía eléctrica por primera vez en San Juan.

Tomado de Fragmentos de Patria, San Juan


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