jueves, 14 de julio de 2011

LA INMORTALIDAD COMO ASPIRACION HUMANA



Desde tiempos inmemoriales,una aspiración persistente en los seres humanos es alcanzar la inmortalidad. Alquimistas medievales, magos, astrologos, sorceros, nigromantes y encantadores han buscado persistentemente una manera de vencer la muerte. Muchos son los que se han embarcado en el proyecto de elaborar el llamado "Elixir de la Vida" una quimera que consiste en una poción mágica, con poderes curativos y regeneradores para que el que de ella bebiera, no muriera jamás.

En culturas tan antiguas como la Babilónica,ya se consideraba al agua como símbolo de la vida por su poder curativo y fertilizante.

También en el antiguo Egipto,se consideraba al río Nilo como divino y creador y sostenedor de la vida.

En el continente Europeo, hacia el año 1356 de nuestra era, un aventurero llamado Juan de Bourgogne, usando el pseudónimo de "Juan de Mandeville" escribió una fantástica relación de su viaje a un extraño país en donde halló a seres fantásticos y encontró además la llamada "fuente de la eterna juventud" de su redacción citamos textualmente este párrafo:

" Junto a una selva estaba la ciudad de Polombé

Y junto a esta ciudad, una montaña de la que

tomaba su nombre la ciudad. Al pié de la montaña

hay una gran fuente, noble y hermosa, el sabor

del agua es dulce y olorosa como si la formaran

diversas maneras de especierías"


Y sigue añadiendo el aventurero:

"El agua cambia con las horas del día, es otro su sabor

y es otro su olor. El que bebe de esa agua en cantidad

suficiente, sana de sus enfermedades, ya no se enferma,

y es siempre joven. Yo, Juan de Mandeville ví esa fuente

y bebí tres veces de esa agua con mis compañeros, y desde

que bebí, me siento bien y supongo que así estaré hasta

que Dios disponga llevarme de esta vida mortal. Algunos l

llaman a esa fuente "Fons Juventutis" pués los que beben

de ella son siempre jóvenes" (Termina la cita)


También durante los días del Imperio Romano, se atribuía poderes mágicos a las fuentes.

Pero la idea de la inmortalidad se hallaba ya presente en el Continente Americano mucho antes del choque de las dos culturas (por no decir del "descubrimiento" )

En los anales de la historia de la colonización de América encontramos que a la llegada de los Europeos, ya los aborígenes veneraban y atribuían poderes rejuvenecedores a ciertos árboles a los cuales llamaban " Arboles de la Vida" conocidos en el contexto Dominicano como "Jagua" "Palo Santo" ó "guayacán"

Por otra parte, el conquitador Español, Juan Ponce de León, quien a la sazón era ya viejo y conocía los relatos de Juan de Mandeville, en el viejo y milenario continente, se interesó en encontrar la fuente de la juventud y beber de ella tanto él como sus hombres, es explorando en busca de esa fuente que le daría juventud eterna a él y a sus compañeros que descubre la Florida a donde llegó el día 27 de marzo de 1513.

Permítanme ahora hacer una pequeña aplicación, una minima disgresión sobre este asunto:

Entre todos los seres vivos, el humano es el ser más desgraciado puesto que es el único consciente de su trascendencia, es decir de su paso al no ser. Es consciente de su aniquilamiento y vive contemplando su propia muerte y buscando la manera de evitarla. Por eso se inmortaliza en las estatuas, en las pinturas en las fotografías, en la historia.

Por eso decimos en un panegírico:


- “ Fulano vivirá para siempre en nuestros corazones


Quizás puedan ayudarnos las Palabras del gran maestro Jesús de Nazareth:

“Yo Soy la Resurrección y la Vida, el que cree en mí aunque esté muerto, vivirá “

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