lunes, 11 de julio de 2011

Otros símbolos en las identidades


Fragmento de la obra inédita «Símbolos de la identidad sanjuanera», de Bismar Galán y José Enrique Méndez, obra galardonada a ser publicada con motivos de la feria regional del Libro 2011 a celebrase en la provincia de Barahona.

Permanece en San Juan el símbolo de las aguas como signo de purificación, usado en la región para alabar a Liborio y a San Juan Bautista. Permanecen los devotos a las aguas benditas de la región, a la herencia de los dioses indios de territorio del Maguana.

El calificativo de “Granero del Sur”, es esencialmente resultado de los aportes del territorio a la producción de diferentes tipos de granos, de forma especial el fríjol o habichuela. Así, las llamadas habichuelas San Juan dimensiona esa categoría de “Granero del Sur”. El queso San Juan, un producto de este territorio es visto como elemento de identidad reforzado por la difusión y consumo de este alimento a nivel nacional.

Existen otros casos, como es el Centro Ceremonial de los Indios. En este caso, el elemento físico se vincula a la presencia indígena en el territorio e incluso se dice que en este lugar los aborígenes desarrollaban sus ceremonias y rituales, llegando incluso a precisar que en el lugar y en una piedra que yace en su mismo centro, se sentaba la indígena Anacaona durante los ritos. Lo que hay de cierto en estas aseveraciones, como todo elemento manejado por la historiografía, es cuestionable, pero lo cierto es que el lugar trasciende hasta nuestros días gracias esencialmente al imaginario popular. Otro espacio de superior simbolismo es El agüita de Liborio, donde se da una combinación de elementos y que como resultado fortalece el simbolismo del lugar; es decir, coinciden el elemento natural (el agua), la obra humana (las construcciones elevadas en el lugar, las acciones socioculturales que en él se desarrollan) y la construcción mental derivada de la combinación de los anteriores elementos con la imagen del mecías y las creencias asociadas a él.

Emigdio Osvaldo Garrido Puello decía San Juan de la Maguana adquirió fama que todavía se conserva como ironía del destino por la calidad y hermosura de sus caballos y de sus mulos. Para ponderar la bondad de algunos se decía “Es sanjuanero”. La expresión envolvía calidad y belleza. Lo de buenos caballos es una linda historia que se la tragaron los camiones y los automóviles.[1]


[1] Ibidem

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