martes, 19 de julio de 2011

San Juan: Período de la Ocupación Norteamericana (1916-1922)


La intervención norteamericana (1916-1922) no significó progreso alguno para San Juan de la Maguana, sino que provocó la agudización del atraso y la profundización del proceso de proletarización del campesinado que ya se iniciaba en el siglo XIX. “ El gobierno militar americano en la provincia de San Juan de la Maguana condenaba la “vagancia” para justificar la proletarización, es decir, para que el campesino venda su fuerza de trabajo al prohibir que los animales se criaran libremente, obligó junto a los demás mecanismos de despojo, a que los campesinos regalaran o vendieran a precios muy bajos sus animales, empobreciéndose con esto sus familias”

Desde antes de la intervención formal y explícita, ya existía un control casi absoluto de las principales actividades económicas de la nación. Mediante la Ley de Concesiones Agrícolas del 1911, el capital norteamericano amplia los beneficios que disfrutaba desde la Ley de Franquicias de 1880. Se disponía así la concesión de determinadas cantidades de tierra a todos los que instalaran ‘establecimientos de cultivos de frutos de exportación’ ( ). Los efectos de esta Ley en la región de San Juan de la Maguana no son diferentes de las del resto del país, aún cuando se trata de una zona que experimenta un atraso relativo y altos niveles de desvinculación del desarrollo capitalista comercial. “La explotación del campesinado sanjuanero por el capital comercial, el despojo de sus tierras, la represión y despojo generalizados de los americanos de la región, determinan formas aunque sean pasivas de protestas sociales”

La agricultura del valle de San Juan tiene una fuerte dependencia de las aguas de riego, porque hasta tanto se disponga de la infraestructura de riego las tierras permanecen en estado productivo o parcialmente produciendo. Según las referencias de Badín Garrido, existe riego desde finales del siglo XIX, aunque por el hecho de haber funcionado dos ingenios de azúcar en el siglo XVI ya se puede concluir en que existían algunos canales para transportar el agua que movía las ruedas hidráulicas de dichos ingenios. Este historiador también afirma que “…en el gobierno de Lilís se construyó el que popularmente se conoció como Regola del Pueblo. Este canal, que corría de Norte a Sur besando el Este de la ciudad, llevaba agua a la hacienda de la a Sra. Juana Ogando, ubicada en Manoguayabo” (75,36). También, siguiendo la descripción de Badín Garrido en ‘Espejo del Pasado’, el General W. Ramírez construyó el canal de Mijo destinado a suplir de agua sus tierras. Luego se fue generalizando el riego para el cultivo de la tierra. Otros que construyeron canales fueron: Domingo Rodríguez, General José del Carmen Ramírez, Lic. Esteban Mesa, Recio & CO., C por A., e Isidro de los Santos (Id).


“El progreso agrícola hizo necesario la construcción de canales. Cientos se desprenden de los ríos San Juan, Maguana, Jínova, Mogollón, Vallejuelo, Yaque del Sur, del Medio o Yaquesillo, Mijo y las Cuevas y aún de arroyos de poco caudal.”

En relación al canal de Mijo en las propiedades del General Wenceslao Ramírez, otro historiador,. Víctor Garrido, señala en su obra ‘Espigas Históricas’ ( ) que “su Regola de Mijo fue la primera que se construyó en San Juan. Sabía de construcción de regolas más que cualquier ingeniero. Su opinión en esta materia era decisiva”.

El conjunto de canales de riego, ‘regolas’ algunas veces, que contribuyen a impulsar el desarrollo agrícola del valle provienen del río San Juan: “la sangría de los canales, así como la devastación de las forestas entronizada en estos últimos años, ocasiona que el volumen de sus aguas aparezca disminuido a los ojos del observador actual.”

Fuente: Obra San Juan de la Maguana Una Introducción a su Historia de Cara al Futuro, Luis Enrique Matos, José Enrique Méndez, Carlos Vicente Castillo

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