Poema a Francisco Caamaño Deñó

Por Rafael Ernesto Méndez Abreu.
(Fello Méndez)

Entre olímpicos fulgores de brava epopeya
flota el pendón de tu noble victoria,
y con el áureo clarín de la eterna gloria
un himno glorioso te canta Quisqueya.

Llena el espacio un rugir de tambores
con ardor pregonando tu espartano heroísmo,
y pasas, ¡OH! noble apóstol del civismo,
entre una bélica explosión de clamores.

Con fiereza titánica la muerte retaste
al romper las cadenas de una nueva opresión,
y la horrible cabeza de la infame traición,
de un súbito tajo con valor arrancaste

Ya surge como un trofeo en lontananza
el deslumbrante sol de la sacra libertad,
con que la patria, redoblando su ansiedad,
se ilumina altiva, con rayos de esperanza.

Salve, noble paladín de imperecedera gloria....
tu augusta frente ya ciñe el noble lauro,
y la heroica musa tu valor de centauro,
con rayos de soles escribirá tu historia.