Por: José Enrique méndez
En
el San Juan de ayer, existieron mujeres que no vieron el
matrimonio como una obligación, que vivieron felizmente sin sostener
alguna relación sentimental al corto plazo, sin pasar jamás por
una boda, manteniendo sin embargo una importante unidad
familiar, sin ser sancionadas a sufrir un estigma.
debido a que lo tenían todo, eligiendo ser soltera como mejor opción.
En buen dominicano "se quedaban para vestir santos o se quedaban jamonas".
Muchas nunca recibieron propuestas formales de matrimonios o en su defecto otras rechazaron siempre cualquier pretensión de ayuntamiento carnal.
En buen dominicano "se quedaban para vestir santos o se quedaban jamonas".
Muchas nunca recibieron propuestas formales de matrimonios o en su defecto otras rechazaron siempre cualquier pretensión de ayuntamiento carnal.
Muchos
son los relatos de distinguidas mujeres sanjuaneras
Señorita Francisca Casillas quien a principios del siglo pasado caso con un artesano a quien apodaban Pepe la Caja, porque fabricaba ataúdes. Este Pepe la Caja fue el esposo, pero no el marido de la Señorita Casilla, porque la noche de la boda cuando el novio quiso consumar el matrimonio, la novia enojada y negada s cualquier acto indecoroso, le dijo muy solemne y ofendida:
- ! Un momento señor ! ! Usted
se ha equivocado de medio a medio! ! Yo no me case para realizar actos
indebidos, ni procrear hijos! ! Si fui al altar con usted fue para
dedicarme a los quehaceres del hogar a cuidarle y atenderle!. Dicho lo anterior
y sin que mediara una palabra mas, la señorita Casillas cogió sus ropas,
amaneció en velas y tan pronto fue claro el día siguiente se fue a ja casa de
sus padres, donde paso el resto de sus días y murió de avanzada edad , siendo
virgen, señorita, jamona, claro después que Pepe la Caja optó por
divorciarse de ella y casarse con otra."
Las tres Hermanas
Casilla Crucita, Mercedes y Lola, que vivían frente al Parque Sánchez
junto a la Vieja casa
del Dr. Cabral Murieron sin dejar descendencias.
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