domingo, 3 de septiembre de 2017
Juan Francisco de la Rosa: “El señor allanó mis caminos”
Las publicaciones que iniciamos hace un tiempo acerca del Club Juan Pablo Duarte, fueron suspendidas por deterioro de nuestra salud; tal situación motivó que a veces tarareáramos fragmentos de “La Tarde”, canción interpretada por el trovador cubano Carlos Puebla (1917-1989), cuando dice: “Las penas que me maltratan son tantas que se atropellan y como de acabarme tratan se agolpan unas a otras y por eso no me matan.”
La tormenta disminuye y volvemos tras el espacio perdido, pues reivindicamos nuestro derecho a vivir. No hay otra forma de celebrar lo narrado, que no sea compartiendo estos recuerdos de casi cuatro décadas, con una parte de nuestros aliados fundamentales en este largo camino, aunque Carlos Gardel creía:
…que veinte años no es nada
Que febril la mirada, errante en las sombras
Te busca y te nombra
Vivir con el alma aferrada
A un dulce recuerdo...
…Tengo miedo del encuentro
Con el pasado que vuelve
A enfrentarse con mi vida
Tengo miedo de las noches
Que pobladas de recuerdos
Encadenan mi soñar
..Y aunque el olvido, que todo destruye
Haya matado mi vieja ilusión
Guardo escondida una esperanza humilde
Que es todo mi corazón
Deseamos hacer referencia a un evento esperado con entusiasmo por la organización, pues el periodo comprendido entre el 4 de septiembre 1979 hasta el 4 de septiembre 1999, fue significativo para las filas duartianas.
El XX aniversario lo precedieron numerosos acontecimientos culturales, y realizaciones a favor de la comunidad. Para explicar esos años de constante trabajo fue seleccionado Eliodoro Peralta, quien pronunció el discurso de clausura de la semana festiva del año 1999.
Resaltamos que la organización estableció buenas relaciones en la ciudad, con intelectuales progresistas. En el 8vo. Aniversario contamos con la presencia de Manuel Espinosa Rosario, y en esta ocasión recibimos la visita de Víctor Makini, cantautor fallecido, así como a Rafael Emilio Pineda, autor de varias obras, a saber: “Las Mariposas de San Juan”, “Corazones Golpeados”, “Historia de Amor como forma de salvar el Alma”, “No siempre el Café está Caliente” (Poemarios), “El General Cabral y Guerra Patria Santome 1855”, entre otras.
Para 1988-89 el Club Juan Pablo Duarte tenía una lucha frontal con el Ayuntamiento Municipal, ya que este se comprometió a construir la Cancha que hoy disfruta la juventud del Rosario, y el ingeniero contratado a tales fines utilizó los recursos de la obra para su beneficio personal. Situación que fue enfrentada por la dirigencia duartiana, y esto motivó la carta que citamos:
“Sres:
Marcial Peralta
Eludina Mateo
Gilberto Casilla
Yerkis Santana
Miembros del Club Cultural y Deportivo
“Juan Pablo Duarte”
Distinguidos clubistas:
“Cortésmente, les comunicamos que la Hon. Sala Capitular aprobó en Sesión ordinaria de fecha 24 de mayo del 1998, la construcción de la Cancha de esa Comunidad la cual se iniciara en breve”
“Esperamos la colaboración de Uds. A fin de que dicha obra sea construida con más calidad.”
DR. Gustavo Rodríguez R
Presidente del Ayuntamiento
La promesa no se cumplía, solo nos quedaba la lucha, el desafío fue aceptado, cumpliendo con el reto, en fecha 23 de Noviembre 1998, la “Columna Palco de Sombra” de M. A. Velázquez Miñardi, Pág. 11, Periódico El Nacional, divulgó la posición de los clubistas en la dirección siguientes: “…Nuestra organización asistió a varias reuniones de la sala capitular, para que este organismo actuará contra las personas responsables de la graves irregularidades que presenta la obra. Aunque el Ayuntamiento reconoció los vicios a los que hacemos referencia, no ha procedido a ejercer las prerrogativas que nuestra legislación le confiere”…..Porque…”la Sala capitular protege a los constructores de la mencionada instalación deportiva…”
“La juventud amante del deporte en nuestra zona se siente ofendida ante la irresponsabilidad de la mencionada institución…”
Fueron varias actividades organizadas para conseguir el objetivo deseado, contábamos con el apoyo de Jeremías de los santos, en Radio Anacona, y el noticiario bajo su orientación, Pedro Segura, era Jefe de redacción; en aquella oportunidad elaboramos un manifiesto titulado: “El Ayuntamiento ante el Tribunal de la Historia” al que dimos publicidad; en la tarde sintonizamos la Emisora, ¡oh, Sorpresa! Nuestros argumentos fueron editorializados.
Para entonces Rafael Emilio Pineda dirigía el programa “Paralelo 2000“, en Radio San Juan, como la causa duartina trascendió las barreras Provincial, concertamos una cita, con dicho comunicador, quien acepto la participación de Elidoro Peralta, julio de la Rosa, y este servidor, para la denuncia de las dificultades suscitadas en la construcción de la cancha.
Esa juventud ´¨se revelaba contra cualquiera que se mostrase partidario de la tiniebla…y en fin ardia en su seno ese fuego sagrado de los veinte locura ano, que transforma en realidad las ilusiones, y que después aparece como triunfo seguro de la ciudad perfecta.¨
¨! Oh juventud, juventud!¨, Emilio Zola.
Nuestra participación fue tan enérgica como exigía el momento, recordamos que al final de la entrevista, cuando regresábamos al campo mientras transitábamos en la avenida Independencia, advertimos la presencia del conocido jurista sanjuanero: Gustavo Rodríguez, quien por la posición que ocupaba fue aludido en el análisis, hablaba despreocupado, ignorando lo acontecido, a Doro se le ocurrió decir “qué bueno es ser desconocidos, el doctor no sabe que estábamos acabando con él ahora mismo.”
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