martes, 20 de septiembre de 2011

El caso dominico-haitiano


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Visión geopolítica de Peña Batlle.

Damocles Méndez Rosado.

Manuel Arturo Peña Batlle es de los intelectuales dominicanos que acumuló un conocimiento
enciclopédico en lo que respecta a su formación teórica sobre el proceso de conformación de la sociedad dominicana. Su visión e interpretación de su naturaleza privilegiando un enfoque hispanista, lo convierte en la figura cimera en esta dirección. Su esquema de análisis sobre las raíces culturales del dominicano, se fundamenta en el acopio de un instrumental analítico con un riguroso apego a la interpretación de carácter histórico, antropológico sociológica para asumir la elaboración de un pensamiento teórico que lo coloca como el más genial intérprete de las concepciones hispánicas y la delimitación fronteriza.

Los estudios realizados por Peña Batlle sobre la naturaleza de la sociedad dominicana están perneado tanto en las categorías tiempo-espacio como en la ausencia durante periodos prolongados de figuras presidenciales con capacidad para construir el destino nacional. En este orden de ideas concibe a Trujillo como un resultado del destino y de la acumulación de procesos que encubaron a una figura pre terminada para conducir las cosas públicas del país y como un ente vital para la definición política y material de los problemas fronterizos dominico-haitianos.

La racionalidad y la lógica de la teoría de este pensador, están centrada en la diferenciación de los espacios geográficos que en forma de Estados conforman la isla de Santo Domingo y en cuanto al tiempo histórico su visión de los problemas fronterizos tienen su origen en el periodo colonial con la demarcación territorial iniciada por las potencias europeas, Francia y España con interese económicos, Políticos y estratégicos en la isla de Santo Domingo lo que constituyó el punto de partida para la existencia de dos pueblos culturalmente diferentes.

En el pensamiento del autor del ``Origen del Estado haitianos``, existe un determinismo cultural de sello hispánico que domina todo su universo mental.
En este contexto, el predominio de una concepción cultural como soporte espiritual para el fortalecimiento de lo nacional, se convierte en la tesis de este pensador en el eje articulador de la razón de ser del dominicano, por lo que el catolicismo y la tradición hispánica como esencia y fundamento de la razón de ser de la dominicanidad es lo que en última instancia se convierte en la razón de la existencia del conglomerado llamado Republica Dominica. A estas interpretaciones le rindió culto Peña Batlle en todas sus fecundas producciones intelectuales.

Este pensador es el mentor de una concepción geopolítica respecto a la vecindad de la República Dominicana y Haití en la que se priorizan los siguientes aspectos básicos:

1. Por el discurso que asume en sus diferentes textos en los cuales se advierte una profunda interpretación del proceso histórico de conformación de la nación dominicana, Las concepciones teóricas expuestas magistralmente lo convierten en la figura cimera del pensamiento geopolítico dominicano desde la perspectiva de un enfoque hispanista.

2. Los elementos que constituyen la esencia del pensamiento geopolítico de este brillante intelectual son los siguientes.

a) El problema fronterizo Dominico-Haitiano el cual define el marco territorial y geográfico de la concepción geopolítica

b) El problema de tipo cultural
que establece la diferencia entre la nación haitiana y la nación dominicana.

c) Los tratados fronterizos que hicieron posible la división de la isla de Santo Domingo, los cuales fueron resultados de los conflictos entre las potencias Europeas, Francia y España, en el interés de asumir el control y el repartimiento de la isla como parte de su propuesta geopolítica en el área del Caribe.

d) Las Devastaciones de Osorio del 1605 al 1606 es el espacio histórico que permitió la creación del Estado Haitiano.

e) Trujillo como creador del Estado Dominicano.

f) El culto mesiánico a Trujillo como instrumento del destino y de la historia para la conducción del pueblo dominicano.

g) Las raíces ancestrales de la cultura Haitiana y de la cultura Dominicana, las cuales son el diferendo de la identidad de los dos Estados que conforman la isla de Santo Domingo.

Como se puede advertir la concepción geopolítica de Peña Batlle, tiene su fundamento en reconocer la superioridad de la nación Dominicana frente a la nación Haitiana, atendiendo a razones de tipo históricas, sociológicas y antropológicas. La mayor parte de la producción de este intelectual está empeñada en establecer una barrera material y psicológica entre ambas naciones.
Por estos criterios, a este intelectual se le ha señalado como el mentor de la tesis racista, la cual ha sido el fundamento que postula determinados resentimientos y prejuicios raciales en ciertos segmentos de la población dominicana, y que tuvo su punto culminante durante la época de Trujillo.

La concepción geopolítica de Peña Batlle, tiene carácter de un determinismo cultural que construye un imaginario valorativo de la composición étnica de la nación dominicana al margen de los procesos históricos y sociológicos que son fuentes determinantes en los soportes formativos del pueblo dominicano vinculados con las diferentes manifestaciones y grupos culturales que definen los contenidos de orden étnicos de la colectividad nacional.Para los teóricos de la corriente hispánica que asumió un connotación de escuela explicativa desde el punto de vista antropológico y de la composición racial dominicana, a partir de una sobrevaloración de los ancestros hispánicos, desconociendo el peso poblacional del mulato como segmento de mayor nivel de gravitación en la textura
formativa de la nación dominicana. En este campo del discurso racista, se distinguieron fecundas plumas de las tallas de Carlos Sánchez y Sánchez, Joaquín Balaguer entres otros.

La etnicidad es un elemento vital a tomar en cuenta en los análisis en materia de estudios geopolíticos ya que este concepto clave de las Ciencias Sociales, está indisolublemente vinculado con el proceso histórico de formación de una nación.

En cuanto a los factores del poder nacional, la defensa y seguridad nacional, los elementos de carácter psicosociales y otros, para este autor tienen su mayor fortaleza en el período Trujillista. El factor económico alcanzó un nivel de desarrollo superior a otras épocas cuyos elementos básicos fueron la reconstrucción financiera del país, la estabilidad del peso dominicano, con la creación del sistema bancario dominicano, con el pago de la deuda externa, así como, con el fortalecimiento y desarrollo de la infraestructura productiva nacional. En el aspecto militar la creación y fortalecimiento de nuevas instituciones y militares, como la Aviación Aérea Dominicana y la conformación de un ejército obediente y altamente disciplinado, son fortalezas del régimen.

El elemento político como factor del poder nacional, fue el que logró su mayor consolidación en la época del régimen Trujillista. El aspecto psicosocial se constituyó en el soporte ideológico de las
concepciones geopolíticas del régimen, pues a través de la ideología contribuyó a la sumisión y a establecer los vínculos de legitimación a las autoridades existentes, mediante el uso intencionado de la propaganda para proyectar la imagen salvadora, mesiánica y tutelar de Trujillo. Al referirse a la temática tratado, Héctor Inchàustegui Cabral señala a Peña Batlle como "Unos de los más calificados teóricos de la patriótica obra de afianzamiento y evolución llevada a cabo en el país por
el generalísimo Doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina." Ver prologo de Origenes del Estado Dominicano, pag.11.)

En cuanto a la creación del Estado, Peña Batlle, le resta categoría política a este instrumento jurídico- político cubriendo una etapa desde el año 1844 hasta el 1930 porque en su opinión
no existía en la nación dominicana la figura perfecta para articular las energías dispersas de la colectividad y darle un sentido de nación acorde con un proyecto político integrador de la misma, en todos esos estadios, es decir, en los años mencionados la nación dominicana no pudo convertirse en un Estado asentada con solidez en una figura creada para tal fin. Al definir las inestabilidades económicas, políticas y sociales durante la primera y segunda república, el autor objeto de esta investigación, lo atribuye a la ausencia de una sólida conciencia nacionalista y a una teoría de Estado firme y convencido de preservar la frontera nacional, como soporte material y político de la nación.
En esta dirección, diferentes estudiosos de nuestra realidad son de opinión de que el genocidio cometido contra los haitianos en el año 1937, fue la culminación de las prédicas de teorías en torno al peligro eminente que para la seguridad y la estabilidad del Estado Dominicano Representaba la presencia de nacionales Haitianos en la frontera.

La dominicanización de la frontera constituye la concepción mas acabada en el discurso geopolítico de Manuel Arturo Peña Batlle, cuestión èsta ampliamente estudiada en su obra" Historia de la Cuestión Fronteriza Dominico-Haitianas" y en su abundante producción intelectual, vertidas en
libros.revistas, periódicos y discursos.

Consecuente con su concepción geopolítica relativa a la demarcación fronteriza Peña
Batlle plantea ¨La mas vieja, difícil y complicada cuestión de Estado que haya ocupado
jamás la mente y la atención de nuestros gobernantes: Me refiero a la delicada
cuestión fronteriza que desde el 1844 nos dividió de Haití``(Política de Trujillo 1954, Pág. 61).
Resaltando el papel protagónico desempeñado por el autor de esta cita en el proceso de demarcación fronteriza, Joaquín Balaguer lo define, como el artífice de la política Trujillista de dominicanización de la frontera.
Interpretando su concepción geopolítica, respecto a Haití, Peña Batlle señala ¨No olvidéis que la situación tiene peculiaridades extraordinarias y que todas ellas conspiran contra nuestro
destino, para los dominicanos, la frontera es una valla social, étnica, económica y religiosa absolutamente infranqueable). (OP citada Pág. P63).

Este criterio expuesto nos permite definir al autor como un máximo exponente de una teoría geopolítica en América. Si observamos el espíritu del concepto expresado mas arriba podemos concretizar que el autor plantea el problema fronterizo dominico-haitiano, desde una óptica de los
factores del poder nacional, al tomar en cuenta los elementos de tipo económicos, políticos, sociales y culturales y lo que el define como permanente amenazas haitiana. Es indudable en Peña Batlle hay una sistematica elaboración de ideas y tesis sobre cuestiones relacionadas con problemáticas de seguridad nacional específicamente respecto a Haití.

Otra concepción geopolítica planteada por Peña Batlle, está presente en su libro titulada ¨La Isla de
la Tortuga"
, cuyo centro fue utilizado como un enclave de penetración Francesa hacia la parte occidental de la isla, fenómeno este como consecuencia de las devastaciones de Osorio y que en algunas medidas contribuyeron posteriormente a la creación de la dos nacionalidades en la Isla de
Santo Domingo. Veamos lo que dice el autor citado.

¨La acción de España al despoblar la banda noroeste de la isla, fue el factor que decidió el establecimiento definitivo de los cuernos extraños a la cultura hispánica en el territorio de la primera colonia del nuevo mundo. Nadie puede poner en duda, en efecto que las
depredaciones llevadas a cabo por los aventureros franceses e ingleses en las costas de la española, son la consecuencia inmediata del total abandono de las comarcas por aquellos a quienes legítimamente les pertenecía. El islote de la tortuga, avanzada estratégica de la
Española sobre el atlántico, fue esplendido escenario de las hazañas de filibusteros y bucaneros habidos de botín y llenos de osadías´´ (La Isla de la Tortuga Pág. 233)
.

En este contexto, los conflictos entres las potencias europeas y sus efectos en el escenario de la isla de Santo Domingo, son estudiados por Peña Batlle a la luz de sus efectos en los cambios y las repercusiones trascendentales en el destino histórico de los pueblos que hoy comparten la isla. Las luchas entre los imperios europeos por el control del espacio de la isla, fue decisivo para la delimitación fronteriza y para la existencia de dos Estado. Al referir a este proceso, Juan
Bosch lo llama `` El Caribe frontera imperial ``

En la visión de Peña Batlle la Isla de la Tortuga cumplió un papel estratégico en el reparto del territorio de la isla Santo Domingo que a su vez le permitió a F rancia el establecimiento de un
enclave para su proyecto de expansión colonial. ´´ Como la guerra contra el imperio español fue guerra marítima y costanera, guerra de periferia…, el dominio de las pequeñas islas del Caribe resultó ser elemento estratégico de primer orden para las naciones confabulada contra España"
(La isla de la Tortuga, pag.107.)

Las firmas de tratados sobre delimitaciòn del territorio isleño, formó parte de la propuesta imperial para el reparto de la isla de Santo Domingo.
El Tratado de Basilea, fue la culminación de ese proceso que en la pluma de Peña Batlle fue traumático y catastrófico para la suerte de la parte española por las continuas contingencias peligros y amenazas que significó la presencia de un vecino con características culturales, que según este pensador eran extrañas a nuestro medio. ´´ De raza netamente africana, no puede representar para nosotros incentivo étnico ninguno.Desposeido en su país de medios permanentes de subsistencia, es allí mismo una carga, no cuenta con poder adquisitivo y por tanto no puede constituir un factor apreciable en nuestra economía.´´ (Política de Trujillo, pag.67.)

El Dr. Peña Batlle , en sus diferentes producciones bibliográficas, no aborda la composición étnica de la nación dominicana en su justa dimensión, pues su tesis sobre el origen de la nación dominicana parte de su fundamentación hispánica, por lo que, excluye otros componentes que son vitales en la conformación racial del pueblo dominicano, como lo es, el negro oriundo de África y el mulato
resultado del proceso de hibridación del europeo y el africano, de cuya conjunción resultó un nuevo componente cultural llamado mulato, constituyendo la mayoría étnica de la población dominicana.

Peña Batlle pone en conflicto dos corrientes del pensamiento político y filosófico al señalar que siendo la nación dominicana de formación básicamente hispánica, el africanismo, el ateismo, el
calvinismo y la ilustración francesa, contienen ideas perniciosas para la nación dominicana, alegando que dichas ideas son las que fundamentan la colectividad cultural haitiana.

Hostos es objeto de duros ataques por parte de Peña Batlle al que le enrostra su postura anticolonialista española.

El Tratado de Basilea en las tesis geopolíticas elaboradas por Peña Batlle, significó la ruptura de la madre patria con su más antigua colonia dejándola al amparo de la amenaza de su vecino Haití. En este sentido el elemento cultural, las costumbres y las tradiciones hispánicas fueron los factores de fortaleza
que le permitió al conglomerado dominicano subsistir ante la continuas amenazas de lo que el llamó africanismo haitiano.

La textología de este autor se orientóa sistematizar y priorizar una corriente de opinión sobre el latente peligrohaitiano el cual se convirtió en parte sustancial del esquema ideológico que
predominó durante la era de Trujillo. Es innegable la influencia de este autor en el pensamiento social dominicano tanto en sus adversarios como en los que comporten su concepción sobre la naturaleza de la sociedad dominicana y los problemas más acuciantes respecto a sus relaciones con Haití.

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