viernes, 19 de diciembre de 2008

De San Juan Bautista a Oliborio y Palmasola


Tramado Cultural e Histórico Oliborio Mateo, Palmasola



En el contexto social e histórico, el mito de Oliborio Mateo y el movimiento mesiánico de Palma Sola, no escapan al tramado cultural antropológico que dió origen a la sociedad mulata, como parte de la definición del nacional dominicano. Este movimiento mágico religioso recibió aportes de la síntesis cultural sincrética taina, africana y española.

Desde antes de la colonización española, desde el valle Niti, recibimos herencia de cantares, diumbas, juegos, areítos dulces y blandos, rústicos sones de indianos timbales. Con la colonización, junto a la espada y la cruz, nos llega la imagen de Juan el Bautista, el escogido para bautizar a Cristo en el río Jordán y con él, las ceremonias de purificación basadas en el agua. En 1499, con la primera introducción en la isla de los primeros esclavos negros en La Española, recibimos los ingredientes culturales del África, con importantes aportes a la cultura dominicana:

"El africano es ritmo y misticismo, es danza y ritual, su cosmovisión integra en un solo principio, lo sagrado y lo secular, el dolor y la alegría" (58,25).

La historia se conformó y con ella el cruel atropello a la raza indígena taina. El canto dulce del indio, terminó en canto doliente Yaraví, "cuando el sudor del indio se vió agotado por el Sol, cuando el frenesí del oro arrastró al mercado la última gota de sangre india, de manera que no quedó un indio en los alrededores de las minas de oro, se dieron vuelta hacia el río muscular del África, para asegurar el relevo de la desesperación. Entonces comenzó la carrera hacia la inagotable tesorería de la carne negra..."(59,65).

Los esclavos negros de distintas etnias y regiones africanas, en resistencia antiesclavista, optaron por la Cimarronería, asumiendo como método de lucha, enclaves, manieles, que ya no reflejaban la africanidad pura, viéndose obligados a dejar de practicar la liturgia o la magia a sus deidades, produciéndose “una integración social, una síntesis cultural de índole religiosa" (59, 71)

"los luases, los cánticos, las invocaciones

y el tambor de las hermandades rurales

o pueblerinas levantan desde 'los seres'

o luases de un panteón sincrético hasta

las Ciguapas indígenas dumdunes o

galipotes, figuras mitológicas que tienen

piel oscura, al nacer de la prietura que

transbordó desde Africa e hizo moreno

a este país y a esta isla 'colocada en

el mismo trayecto del sol, oriundo de

la noche' de acuerdo al verso de Pedro Mir" (59,78)




Palabras Indígenas usadas:

Niti: Departamento de la Maguana

Diumbas: Danza

Areítos: Canto

Yaraví: Canto fúnebre

Buitío: Sacerdote



2.6.7.2.Sincretismo Religioso

La síntesis cultural, el sincretismo religioso, se conformó con expresiones indígenas, españolas y africanas y al decir de Dagoberto Tejeda "posibilitó su identificación con San Juan Bautista, sobretodo por su simbolización con el agua, que le recordaba a muchos ríos de su territorio y por su referencia con algunas deidades, como el caso por ejemplo de Changó, representación del trueno y de la tempestad de los Yorubas, o de Calunga, deidad suprema del mar y de la muerte en algunos lugares de la región Congo-Angola en Africa" (52,I,94).



2.6.7.3 Vínculos entre Oliborio y San Juan Bautista

La religiosidad popular de San Juan de la Maguana, asocia el santo patrón a la figura del dios Oliborio Mateo.

Oliborio, "personaje que nació en los primeros días del Gobierno de Cesáreo Guillermo y Lilís, en 1878, en La Maguana, al norte del Municipio de la Ciudad heroica"(19, 41).

“EL vínculo entre Oliborio y San Juan Bautista está presente en varios de los rasgos característicos del olivorismo. Entre los campesinos del valle de San Juan, San Juan Bautista, al igual que los indios, está asociado al agua y a la fertilidad. El quita los pecados y las enfermedades, limpia el alma, da fuerza germinativa a las semillas y fertilidad a los vientres estériles. Como un luá de vudú puede poseer a las personas y como su equivalente haitiano, Jean Baptiste, es el guardián del trueno. También puede causar terremoto”(37, 18).

Las bases antropológicas del mito de Oliborio Mateo, Palmasola, su religiosidad popular, sus devociones a creencias y prácticas mágico-religiosa, se fue conformando para los años de 1602, con las "cofradías de negros en honor a San Juan Bautista que funcionaba en la capilla a este santo en la catedral y posteriormente otras en Bayaguana y Dajabón" (52,I,94).

Hoy “cerca del lugar donde se dice que nació Olivorio se ha erigido un Calvario, donde todos los años se celebra una fiesta en honor de San Juan Bautista, El Maestro de la Fuente, tocando palos. Los presentes comen y beben y algunos caen poseídos. Una hermandad de miembros del calvario organiza la fiesta. Todo esto indica la existencia de un viejo culto a San Juan ya antes de la aparición de Olivorio. Según María Orfelia, la actual guardiana del santuario, Olivorio siempre ha estado en este lugar sagrado y las cruces fueron erigidas a la gente” (37, 18)

“Olivorio comparte el destino de la mayoría de los fundadores de los movimientos religiosos en donde hechos y mitos se confunden en una trama que es difícil desenredar” (37, 4).



2.6.7.4 Oliborio, Oliborismo y la Tradicion de Lucha de los Cimarrones

El martirilogio de Oliborio Mateo y Palmasola, anda de las manos con la lucha de liberación del negro Lemba, líder Cimarrón de los alzamientos y rebeliones en las sierras del Maniel.

Para algunos investigadores la zona de San Juan, tiene una marcada tradición de lucha y "tradición de protesta popular registrada en la memoria histórica del lugar, que se inicia con el gran caudal de resistencia en la zona, de indios y africanos contra los españoles; igualmente la fuerte presencia de indios y negros deja sentir su peso a nivel de la religión popular y a pesar de la combinación con la religión occidental católica" (38,279).

"La zona donde está ubicada la provincia de San Juan de la Maguana se caracterizó durante la colonia por la persecución y discriminación de sus primitivos habitantes y luego, por la sublevación de indios y negros. Este hecho la presenta como una provincia poseedora de una peculiar memoria dominada o ‘violentada’, revelada como memoria histórica de protesta y rebelión"(38,11). A Oliborio, Carlos Agramonte en su poema 'Liborio', le canta:

"Te seguían tus pies descalzos

Cuando mirabas el campo,

Cimarrón de dulzura milenaria

Llenador de nostalgias"(2, 149)



2.6.7.5 San Juan Bautista, Ermitas Oliboristas y los Cimarrones

Dagoberto Tejeda, en el artículo titulado 'Por la ruta de los Cimarrones del Bahoruco', narra experiencias de un recorrido que realizó, por los caminos históricos de los cimarrones, por las Sierras del Bahoruco. "Al salir del pueblo, nos encontramos con el profesor Justo Hernán Guerrero, a petición del grupo, nos llevó a una ermita de 'la Santa Misión', dedicada a la Santísima Cruz y encomendada a Olivorio Mateo, con una banderola azul con blanco, donde tenía en su interior tres hermosos tambores, atabales como guardianes, que tocan en el silencio alabanzas a Dios y al infinito" (52. II, 279).

Relacionando de nuevo el Oliborismo con el sincretismo religioso de los descendiente de los negros cimarrones, Dagoberto Tejeda, narra otro acontecimiento que detectó en la zona, específicamente en El Naranjo: "en las cercanías de Cabral, último asiento de negros cimarrones, el cual se construyó como resultado de una negociación de éstos con las autoridades españolas en 1796, la cual duró cerca de doce años (…) se desarrolló durante mucho tiempo un culto a San Juan Bautista, en el cual se tocaban atabales, en el manantial donde había un antiguo arroyo donde depositaban ofrendas de flores y comidas. Hoy encontramos varias ermitas de corte Oliborista, dedicadas a 'la gran misión', donde sirve como guía espiritual a Oliborio Mateo y a un famoso misionero, ya fallecido, apellido Caba, cuyo centro principal se encuentra todavía en la Maguana Arriba" (52, II, 280-281).



2.6.7.6 Recordando la Muerte de Oliborio

“El 27 de Junio de 1922, las Tropas de Ocupación cazaron a Oliborio, Oliborio el 'campesino rudo y ordinario'. John Bartlow Martin, Ex Embajador en la República Dominicana, quien llegó por primera vez al país en 1937, afirma al respecto: "Durante la ocupación de la infantería de Marina Norteamericana, un hombre llamado Liborio había fundado un culto religioso que, al parecer se oponía a la ocupación, y según decían había sido asesinado por los norteamericanos" (4, 290).

Para E.O. Garrido Puello, el enfrentamiento que dio origen a la liquidación de Oliborio, respondió simplemente a la respuesta negativa dada a la solicitud del Gobierno Militar surgido de la ocupación del país por las tropas norteamericanas, para que entregara las armas y “avenirse a desenvolver sus actividades dentro del orden y la ley” (25, 39)


Para Lusitania Martínez, hubo un movimiento de resistencia en torno a Oliborio que "fuera del contenido religioso mesiánico, fue una respuesta social significativa, una resistencia al yanqui invasor y al Estado opresor"(38,81). Para 1939, el poeta Lupo Hernández Rueda expresaba:

"Liborio es un dios cruel y santo,

parte hombre y parte murciélago

orientador

(de los Angeles,

patriarca de las fuerzas celestes, que

anduvo todo

el Sur, desde Sombrero a Palmasola.


Fue mártir, guerrillero, ladrón y macho.

Él sabe hasta por donde las serpientes

Caminan,

donde el lagarto es débil,

Y cuando el tiempo malo ha de volver" (59, 91)




2.6.7.7 Recordando La Matanza De Palmasola

En 1962, los palos, los palos de origen africano los "más regulares que conocemos, pero también los más festivos, en el caso de San Juan", aquellos que " le han dado mucha fama a la región, por la reacción que provocan entre los participantes e que intervienen, estos instrumentos, con su poliritmia sencilla en todas sus variantes" (50,42), continuaron cantándole a Papá Liborio, ‘el investido por Dios’, el ‘de los poderes extraordinarios como la capacidad curativa’, el que ‘auguraba catástrofes’, el ‘maestro’

Estos palos continuaron diciendo

Ay, Ay, Ay,

Dicen que Liborio es muerto,

Liborio no es muerto ná,

Liborio lo que le pasa,

Ay, Ay, Ay,

Que no come pendejá


John Bartlow Martin, refiriéndose al culto religioso de Palmasola expresaba: "Los ciudadanos de San Juan y de las Matas de Farfán habían dicho que los ritos eran como orgías y vudú y se habían quejado de que muchos de los peregrinos que volvían de Palma Sola parecían hipnotizados y peligrosos. Los propietarios de tierra se quejaron de que sus campesinos los dejaban; el procurador general García Vázquez había ido a visitar Palma Sola y recomendó que la destruyesen, los pertenecientes al culto se preparaban en instrucción casi militar y tal vez fuesen guerrillas comunistas o mercenarios trujillistas" (4, 290).

Hoy existen otras explicaciones, otras verdades de la razón de ser del movimiento mesiánico, Lusitania Martínez sostiene que tuvo "sus determinantes sociales. Fue un movimiento de protesta social (conducida religiosamente) debido a una causa estructural mediata y presente: la opresión del grupo campesino relacionada fundamentalmente con la penetración del capitalismo en el campo"(38, 16)

Más adelante Bartlow detalla"Lo que sucedió después de aquello no fue una batalla sino una carnicería. Cass y Long contaron 44 cadáveres de cofrades. Algunos habían sido asesinados en sus cabañas. Otros estaban en el camino de salida, se los llevaban prisioneros y luego los mataban en venganza. Muchos de los muertos eran viejos, más dos mujeres y un niño. Cass y Long estaban seguros de que habían perseguido a muchos otros y de que los habían matado en las montañas. También habían quemado las chozas con los cuerpos dentro. Las tropas estaban terminando la limpieza en aquellos momentos. Lo peor de todo era que Cass y Long estaban seguros de que los mellizos no tenían armas. No había habido ningún disparo. Cass dijo simplemente: Fue matar por matar” (4, 291).

2.6.7.8. 77 Años Despues De La Muerte De Olivorio

A 77 años más tarde de la muerte de Olivorio y 37 de la matanza de Palma Sola, un grupo de profesionales sanjuaneros encabezado por el Prof. Ramón Valenzuela, ha iniciado un movimiento tendente a "buscar la verdadera dimensión del personaje, la reivindicación de su figura"

Finalizando el siglo XX, "El mito de Liborio está vivo aún después de los primeros años del siglo XX y del año 1962. Aún persiste en la zona una cierta indiferencia a legitimar realmente la función de la iglesia formal y entre los liboristas, que son muchos, está latente una singular actitud antinorteamericana" (38, 11)

Fragmento de la Obra

San Juan de la Maguana

una Introducción a su Historia de Cara al Futuro
De los autores. Luis Enrique Matos, José Enrique Méndez Díaz,

Carlos Vicente Castillo

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