jueves, 9 de julio de 2009

Dos Ingenios de la villa de Sact Joan de la Maguana


Por: José Enrique Méndez

En la Literatura Geográfica del pueblo de San Juan de la Maguana, existen memoriales de cronistas de indias que contienen datos sobre el ordenamiento territorial del valle y el dominio de sus espacios. De igual manera existen estudios arqueológicos de la geografía física y humana, que nos permiten inferir acerca de la capacidad de acción de estos fragmentos de la sociedad en sus diferentes momentos de su evolución.
Dos ingenios coloniales dominaron el escenario de la vida económica, política y cultural, y todo el tejido histórico del Valle para la época de la colonia.
En la villa de Sact Joan de la Maguana, cuarenta leguas desta cibdad de Sancto Domingo, hay otro ingenio poderoso, que es de los herederos de un vecino de allí, que se llamó Joan de León, e de la compañía de los alemanes Velzares que compró la mitad deste ingenio. En la misma villa de Sact Joan de la Maguana, está otro muy bueno e poderoso ingenio que fundaron Pedro Vadillo y el secretario de Pedro de Ledesma y el bachiller Moreno, ya defunto; y quedó a sus herederos, y es muy gentil e rica hacienda.[1]
Como podemos extraer de la cita anterior, eran dos ingenios movidos por energía hidráulica es decir molinos de agua que eran llamados ingenios poderosos.
El Ingenio de Juan de León era tan próspero que la casa Welser de Alemania invirtió fuertes capitales. Alemanes invirtieron en este ingenio de la zona de San Juan de la Maguana, ... Los alemanes, de la casa Welser, que tuvieron plantaciones en Madeira y las Canarias, deberían conocer el cultivo y la producción, aunque por 1520 hubiesen dado de lado este negocio(…) Por conducto de su factor en la isla Española, pudieron enviar cañas a Coro, pues tuvieron la mitad del ingenio que perteneció a Juan de León en San Juan de la Maguana[2] .
Los Welser, famosos banqueros alemanes, invirtieron en los ingenios de la zona de San Juan de la Maguana, asociándose con Joan de León. Tal vez esa participación de los Welser en el ingenio de Joan de León fue la primera inversión de capital europeo hecha en una industria de América[3]
Para el 1528 San Juan era ya una villa muy poblada, tenia unos 150 habitantes, de los cuales 80 estaban montados a caballos, sosteniéndose de la producción de azúcar de los ingenios que existían en la población[4]
El establecimiento de españoles en los ingenios de la villa de San Juan, nos obliga a considerar una dinámica actividad comercial en la zona, pues el esfuerzo de mantenerlo en operación conllevaba la transformación de éste, en un auténtico pueblo. Era necesario desarrollar una intensiva producción agrícola y ganadera, tareas sugeridas por las informaciones que nos suministra Oviedo en 1545, cuando afirma que “para mantener funcionando una fábrica de azúcar era necesario disponer de 80, 100 ó 10 esclavos y tener cerca del ingenio un hato de vacas con mil, 2 mil o 3 mil reses [5] .
De igual manera, Cassa sostiene que cada ingenio tenía su estancia principalmente de tubérculos para alimentar la población, tanto libre como esclava (….) Los artículos artesanales que se producían eran los que estaban más relacionados a las necesidades del funcionamiento del ingenio; recipientes de barro para cristalizar el azúcar y almacenarla, tejas de barro para las edificaciones y principalmente para ser utilizadas en el proceso de elaboración del azúcar. Había una herrería para hacer recipientes de cobre que servían para hervir el jugo de caña, hacer y reparar instrumentos de trabajo, herrar los caballos, etc., había también taller de carpintería. (…) Un ingenio normal, con unos 100 esclavos y unas 200 tareas bajo cultivo, producía unas 4000 arrobas por año y algunos 10,000 más. [6]
Para ayudar a todas las personas que llegaban a la isla, a partir de 1549, la Corona otorgó distintas mercedes: a algunos expedicionarios se les ofreció exención de almojarifazgo en lo que llevasen a América; a otras familias, se les prometieron seis vacas, cantidad que se aumentó en 1550 a doce terneras y un toro; mientras que, la exigencia del tiempo de residencia mínimo también aumento de seis a diez años de 1549 a 1550”.[7]
Las aguas del valle sirvieron para mover los ingenios. Se usaba el agua de lo que la gente del pueblo llamaba chorrera, porque donde había una chorrera el agua caía con el peso necesario para hacer girar una rueda de madera cuyo eje hacia girar a su vez una pieza redonda, también de madera, que se conectaba con otra pieza redonda, también de madera, que se conectaba con otra pieza igual por medio de un doble engranaje, también de madera; al ser doble, el engranaje hacía que los dos pedazos grandes de madera se movieran, uno en una dirección, el otro en la opuesta, y al girar en direcciones encontradas esos maderos apresaban la caña y la exprimían con tanta fuerza que la caña soltaba el jugo y éste caía por un canal en ollas o pailas de cobre que los esclavos colocaban en grandes fogones alimentados con leña.[8]
Como patrimonio monumental de la provincia están las ruinas viejas de la vieja villa de San Juan, oculto, en sector de Manoguayabo, un monumento de piedras que alberga memorias de la historia de aquel ingenio en la época de la colonización: aún se aprecian las estructuras de cada sección.
Hoy se aprecian los túmulos de un viejo cementerio, algunos muros de piedra y el canal hasta la rueda. Los campesinos a veces arando encuentran monedas españolas de los años de 1650 y más viejas. Según nos describe el Ingeniero Hidráulico Sinecio Ramírez Suazo, “el ingenio de Juan de León fue un ingenio de verdad movido por una rueda hidráulica alimentada por un canal. Se conservan los restos de los gruesos muros de mampostería de la casa de molinos y la casa de purgas donde se escurría la miel de purga filtrada entre los cristales del azúcar crema”.
Este ingenio, como expresamos en otro texto , “superó las devastaciones de Osorio: su población no desapareció totalmente, ya que Don Juan de León y su familia, dueños del ingenio de Manoguayabo en San Juan, soportaron junto a unas pocas familias hateras, todas las adversidades al regresar solo a sus lares luego de la desolación (...) el ingenio es la única comunidad que puebla el valle desde 1606 hasta 1733 en que se vuelve a repoblar San Juan al restablecer su cabildo.”
El Ingenio fue el refugio de la ciudad durante los “Años Negros” de 1606 a 1732 que duró la despoblación de San Juan ordenada por el Gobernador Antonio de Osorio. San Juan fue quemado por Bartolomé Farfán de los Godos en mayo de 1606, y este recogió mucho ganado para su provecho. Se aprecian los túmulos de un viejo cementerio (de 350 años) algunos Muros de Piedra y el canal hasta la rueda. Los campesinos a veces arando encuentran monedas españolas de los años de 1650 y más viejas.
Don Juan de León y su familia, dueños del Ingenio de Manoguayabo en San Juan, soportan junto a unas pocas familias hateras, todas las adversidades al regresar solos a sus lares luego de la desolación ejecutada por el codicioso Bartolomé Farfán de los Godos, por ordenes del Gobernador Osorio en 1606.El ingenio es la única comunidad que puebla el valle desde 1606 hasta 1733 en que se vuelve a repoblar San Juan al restablecer su cabildo.
En el año 1542, un vecino de Yaguana, de nombre Antonio de Ovalle hizo asiento en la audiencia para refundar a San Juan de la Maguana. Así se fundó por segunda vez San Juan Y Ovalle fue su corregidor.
El 10 de mayo de 1606 por disposición de la reina Isabel la ciudad fue devastada. Ya hacia el 1733 fue refundada por familias azuanas en el mismo sitio, más tarde la familia León, poseedora de terrenos, hizo donación pura y simple, sin ningún tipo de renumeración, de la suma de 90 acciones de terreno, desde la orilla del río San Juan o Neyba en su transito por la parte oeste de la población.[9]
El 23 de abril de 1655 llegó a las aguas de Santo Domingo una flota inglesa comandada por el almirante William Penn y el general Robert Venables, y constituida por 34 navíos de guerra, 7,000 marineros y 6,000 soldados Cuando la invasión de Pen y Venables, con tropas que desembarcaron en Azua, San Juan fue ocupado por los ingleses y a su retirada destruyeron e incendiaron el caserío de la villa y los ingenios de azúcar que estaban situados en lo que hoy se llama La Culata.
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[1] Gonzalo (Fernández de), Oviedo, Historia General y Natural de las Indias. En Biblioteca de Clásicos Dominicanos; Vol. IV, Fundación Corripio, Santo Domingo, 1988.
[2] Oviedo y Valdés, 1959, I, 109)
[3] Caracterización General de la Colonia, mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/filosofia_y_humanidades/vitale/obras/sys/aaml/a/t1s.pdf
[4] Reseña Histórica de San Juan, Aporte Histórico de San Juan, Arquitecto Leonel Medina
[5] Gonzalo (Fernández de), Oviedo, Historia General y Natural de las Indias. En Biblioteca de Clásicos Dominicanos; Vol. IV, Fundación Corripio, Santo Domingo, 1988
[6] Roberto Cassá, Análisis de la Industria Azucarera del Siglo XVI
[7] Trigo y Poblamiento en La Española
[8] Juan Bosch, Profesor, Datos para la Historia del Azúcar en al República Dominicana, Conferencia en el Cine Lama de Santiago de los Caballeros, 1 de octubre de 1976.
[9] Reseña Histórica de San Juan, Aporte Histórico de San Juan, Arquitecto Leonel Medina
Ganado y Queso sanjuanero
Por: José Enrique Méndez Díaz


Durante muchos años la ganadería fue la labor principal de los pobladores de la antigua Villa de San Juan.

Para el 1535, los historiadores de la colonia aseguran que en San Juan había once hatos (1)

Luego del fracaso o crisis a finales del siglo XVI de la industria azucarera colonial, San Juan de la Maguana se constituyó en una de las regiones de mayor participación en la ganadería.

Ya para el 1687 se refiere que San Juan de la Maguana tenía una abundante producción ganadera y sus tierras eran muy fértiles, residiendo en la villa unas 15 a 20 familias. el cabildo de Santo Domingo pidió el 21 de julio 1608 al gobernador Gómez de Sandoval que se volviera a poblar San Juan de la Maguana. El Lic. Gregorio Santillana Campusano remitió a la corte en 1687 un memorial solicitando la repoblación de San Juan de la Maguana, con 15 o 20 familias isleñas y castellanas, afirmando además, la abundancia de ganado en la región y la bondad de la tierra, que calificaba, como las mejores de la isla (2)

Desde entonces el ganado dormía tranquilamente bajo el cobijo protector de su cielo azul, iluminado de estrellas …(3)

Durante años San Juan fue reconocido por la calidad de sus tierras así como por la abundancia y calidad de su ganado.

En el Viaje del Barón H. Eggers, por el Interior de Santo Domingo en el Año 1887, publicado en el Boletín de Petermann, T. 1, 1888. Traducido al español por Carlos Nouel y Alejandro Llenas, confirma como las prolíficas pampas sanjuaneras proveían de ganado a toda la República, sin exceptuar a las regiones cibaeñas (4):
"Por el valle de Constanza pasa el camino que va del Cibao al llano grande de San Juan de la Maguana, que se encuentra en la vertiente sur de la cordillera, y de donde se traen vacas y caballos para Santiago, por cuya razón hay un tránsito considerable por el valle desde los tiempos remotos. Es difícil pues comprender como han podido perpetuarse tantos cuentos que aún repiten los habitantes de los llanos, representando estos lugares como una región misteriosa".

Grandes aportes de emigrantes Italianos contribuyeron a la industrialización del queso y la mantequilla, sus aportaciones permitieron la producción de reconocidos productos industriales de muy buena calidad. Desde 1936 los Italianos Marranzini y Dimaggio de San Juan fabricaban Quesos de Pasta Hilada como en su provincia de Origen: Santa Luccia de Avelino en el sur de Italia y hacían Cacciocavallo (5).

Se sabe además que por San Juan las vacas tienen apellidos italianos que toman de sus dueños inmigrantes, o de los hijos y nietos de los tales, como si estuvieran inscritas en el registro civil. Y una reconocida quesería —que es el destino final de tantas ubres —recomienda sus quesos con esta salvedad que pone entre paréntesis: «Al estilo italiano» (6).

Una mayor visión acabada de la contribución de Italianos de San Juan a la industria del queso la encontramos en la siguiente cita del Los Quesos Dominicanos del Ing. Sinecio Ramírez, que reproducimos a continuación:
Italianos de San Juan: Cacciocavallo, Provoletta y Mantequilla

”Desde 1936 los Italianos Marranzini y Dimaggio de San Juan, fabricaban Quesos de Pasta Hilada como en su provincia de Origen: Santa Luccia de Avelino en el sur de Italia y hacían Cacciocavallo, Provoletta y Ricotta.
El mercado era muy restringido y las ventas de Queso bajas.
En 1942 se introdujo la Descremadora Diabolo y los excesos de leche se descremaban y Alberto Marranzini Piano "Bututo" Producía la Mantequilla Marca " La Hurca" que vendía en Santo Domingo.
La leche en San Juan se vendía entonces, a 5 centavos la botella y a 2 centavos si era descremada.

En 1952 ya los Marranzini Tanto los de Inmaculada Viuda de Grazzielo como los de su hermano Antonio (los Dimaggio antes) habían dejado de fabricar Quesitos, Crema y Mantequilla.
Pero dos familias de muchachas comenzaron a fabricar los Cacciocavallos; Primero las Hermanas Puntacañeras Bautista de Los Santos, Agueda y Zunilda, y años después las Montes de Oca, con Gloria y Josefita al Frente.

Queso Amarillo, Choco Leche

Para 1953 el gran ganadero Alejandro Paniagua Mateo "Jando" mandaba desde San Juan un camión con 30 bidones de 20 Litros de leche con Samir Paniagua a Azua y otro igual con Nivín Valenzuela a las Matas de Farfán, abasteciendo los puestos de Leche del Gobierno para desayuno escolar y distribución a Madres pobres en Azua, San Juan y Las Matas.

Jando Paniagua le propuso a Veracruz Suazo, que sabía mucho de quesos, por una tradiciòn familiar de mas de cuatro generaciones, en Punta Caña la Capital sanjuanera del Queso, que iniciaran pruebas para fabricar quesos Prensados, las pruebas se hicieron, pero la leche era del tipo de Vacas Holstein con muy bajo rendimiento, y doña Veracruz descartó su partición en el plan.

Para absorber los excedentes de leche estacional Jando Paniagua necesitaba procesamiento y por eso Instaló el solo la Quesería San Juan de Tenguerengue, junto al arroyo Homónimo. Allí se fabricaban Quesos tipo Amarillo y Cheddar Verdadero, y con el Suero se hacía "Choco Leche" un queso dulce por el azucar de leche presente en el suero”.

En las Matas de Farfán los Árabes de las Familias Nicolás y Tanuz introdujeron un raro Quesito Árabe hecho purificando la cuajada luego de la extracción de la mantequilla, llamado Arish, envuelto en Orégano .
La historia más detallada cuenta que Hacia 1937 se estableció en Las Matas una importante fábrica de quesos cuyo producto no iba ala zaga con los de Puerto Plata y la Universidad de Santo Domingo. Este negocio lo explotaban unos árabes residentes en la localidad, pero al dejar la población desapareció con ellos la industria. Sin embargo, el ya conocido en el país con el nombre de ARIXS, de fabricación árabe y cuya manufactura estuvo hasta hace poco que la transmito a su hija, de la señora Nader Vda. Nicolás, es por decirlo así, el hijo menor el benjamín de la industrias matense. En Las Matas en la casa de la señora Victoria de Lamarche (esto no es una propaganda), encontrará siempre el visitante al muy codiciado queso ARIXS.

El Queso Arish o Arixs es parte de la tradición gastronomica de la región; También lo son las famosas “galletas materas”.

Las Matas de Farfán es la capital del arish, ese breve redondel de queso árabe arropado en orégano. (7)




1.Garrido Puello E. O..: El Sur en la historia, las ciencias y la literatura. UNPHU, Santo Domingo, 1981.

2. Garrido Puello, E. O.: Narraciones y Tradiciones. Editorial Librería Dominicana, Santo Domingo, 1960.

3. Félix Servio Ducodray, “La Naturaleza Dominicana, Región Sur, Pag. 64

4.Dr. Ing. Sinecio A. Ramírez Suazo Los Quesos de la República Dominicana

5-6. Félix servio Ducoudray, naturaleza Dominicana, Región Sur, Pag. 64

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