martes, 18 de enero de 2011

LIBORIO MATEO: ICONO DE IDENTIDAD SANJUANERA, REGIONAL Y NACIONAL



Sobieski De León

Ponencia en el Seminario: “Trascendencia de la Cultura

Popular, el Folclor y la Identidad de San Juan de la Maguana”

Sábado 14 de Febrero, 2009, Ayuntamiento Municipal

Liborio Mateo como Cristo tiene dos etapas en su vida, una oculta y otra pública. Cristo sale a predicar a la luz pública la buena nueva de Dios, su Padre Celestial, a la edad de 33 años. Liborio hace lo mismo a los 32 años.

Un “ángel a caballo” –es lo que conoce como medio de locomoción en su entorno-, lo ha llevado al cielo a hablar con Dios quien le ordena regresar a la tierra a predicar y curar enfermos. El ministerio de Cristo es también

predicar y curar enfermos. Liborio sabe que no le creerán y hace su primera advertencia: “No estoy loco, vengo de muy lejos”. ¿No fue el profeta

Elías al cielo en un “carro de fuego”?¿Y Moisés, no habló con el mismo

Dios que se le presentó en forma de “zarza ardiente”? Juan del Bautista

¿no preparó la venida del hijo de Dios, del salvador del mundo, el Mesías

tan esperado por el esclavizado pueblo de Israel bajo el Imperio Romano?

¿No había visto “el futuro” en sus apartamientos de los demás, cuando se

retiraba al desierto a meditar, a comer miel y langostas como un enajenado

para luego descender con las “buenas nuevas” para la doliente humanidad?

Ese mismo Juan El Bautista según la tradición apareció en la llamada Fuente de San Juan en plena cordillera central. ¿No sería también precediendo la venida de Liborio Mateo quien nacería en el mismo lugar? Parecería ser éste el anuncio de un nuevo “enviado” que lucharía a favor de su pueblo. La Fuente de San Juan se iría a convertir con el tiempo en la “Fuente de Liborio”, en lo que hoy es “La Aguita de Liborio”. Agua pura, fresca, agua bendita para la sed de los sedientos de pan y justicia emanada de las mismas entrañas de la madre cordillera.

Liborio Mateo es el nuevo Profeta de la Maguana. Primero, tierra de Caonabo,

luego de Enriquillo, más tarde de Lemba y finalmente de Caamaño. Liborio es el “enviado de Dios”, su interlocutor directo que viene a poner fin a la desesperanza de los hombres, a la miseria y esclavitud a que ha venido a someter-el ese otro imperio del mal. El imperialismo de los norteamericanos ha venido a quitarle sus tierras a los campesinos como el imperio romano se hubo apoderado de las tierras de Judea. Los americanos se han tomado las mejores tierras del país de Liborio para sembrar caña de azúcar y han desplazado de las mismas a sus legítimos dueños, los campesinos. Liborio Mateo acepta su cruz.

A los 33 años Cristo enviado por su Padre empieza a curar enfermos. Cura

leprosos, epilépticos, llagosos, mujeres con flujos vaginales. Levanta muertos de sus sepulcros. Lázaro es el ejemplo más preciado y espectacular de

sus milagros, el asombro de los vivos. Anuncia el “Nuevo Reino de Dios”

en oposición a “El Reino de este Mundo”, marcadamente injusto con los

hombres. Liborio predica el “Nuevo Milenio” que no es otra cosa que el

mismo reino de Dios; el reino de la ansiada felicidad terrenal de los humanos maltratados por el poder terrenal de los hombres. El hombre maltratado por el hombre. El hombre lobo del hombre.

Con su ministerio Liborio Mateo ofende dos poderes de la tierra: El Poder

que se apropia de los bienes de producción de la humanidad cuyo beneficio

va a parar a una élite de zánganos, y el Poder usurpador de los bienes espirituales de la humanidad que usufructúa otra élite de zánganos. La lucha queda planteada. Por un lado Liborio Mateo y sus campesinos pobres. Por

el otro, los poderes unificados del Estado y de la Iglesia contra Liborio Mateo y sus campesinos. El choque es inminente. Dialéctico.

Don Carlos Peguero(1) vio cuando llegaron las tropas invasoras norteamericanas a San Juan de la Maguana comandadas por el Coronel Gregon Williams, americano, a quien se le agregaría de inmediato el teniente Juan Luna, dominicano. Observó la gendarmería a caballo por el antiguo camino que conducía de Santo Domingo a San Juan y que vendría a ser con el tiempo la Avenida Independencia. Los vio venir en son de guerra, de persecutores oficiales del Gobierno de Intervención Militar Norteamericano adueñado de la República en contra de Liborio Mateo, dominicano.

Para los norteamericanos Liborio Mateo era un bandido, un delincuente, un gavillero. Para la Iglesia, un infiel, un íncubo, un engendro del diablo, un brujo de ritos satánicos, un sacrílego y pagano. Se le acusa de atribuirse resucitar muertos, de tener poderes de sanación y curar enfermos, lo mismo que hacía Cristo. Liborio Mateo era pues un anticristo, un antiprofeta, un “curador charlatán y mentiroso” (2)

Descargan sobre él culpas sociales. Los campesinos no desarrollaban sus

labores agrícolas atentando contra la producción por culpa de las prédicas de

Liborio Mateo y las mujeres estaban expuestas al perjuicio de su lujuria y

concupiscencia. La enseñanza del “amor libre” lo dominaba y dominaba a

los suyos; la fuerza del instinto no tenía control en aquellos seres incivilizados peores que las bestias(3)

Estas ideas permearon la conciencia generacional sanjuanera, no sólo de los

hombres y mujeres sencillos sino de intelectuales, educadores y hombres de

letras, intelectuales que irían a ocupar los puestos de importancia de la administración pública.

Propalaron que Liborio y el liborismo era cosa de paganismo. Para un aboga-do nativo de San Juan de la Maguana que llegó a ocupar el máximo escalafón de la Justicia este pueblo no quería a Liborio Mateo (4). Para este jurista el Movimiento de Liborio Mateo no era otra cosa que “un grupo de gavilleros, asaltantes y violadores que estaban con él”. Basaba sus argumentos en “con-versaciones que había sostenido con integrantes de la Familia Marranzini”.

De acuerdo a su criterio “los asesinos de Mon Cáceres se escondieron donde Liborio” que era “un lugar de hombres armados donde se practicaba el amor libre y las mujeres de Liborio se las prestaban a Carmito Ramírez, a los Ramírez, y a los amigos distinguidos de los Ramírez(5).

En cambio Cristiana Ramírez hija de Juan de Dios (“Juanico”) Ramírez, el

hombre que desde su cargo de Jefe Comunal, máxima autoridad del pueblo

de la época, había hecho preso dos veces a Liborio Mateo sin habérsele pro-

bado algo en su contra, la opinión que tenía del Profeta de la Maguana era

muy diferente. Para esta distinguida señora de la Familia Ramírez, “Liborio

era una persona inteligente, un “vivo” (despierto, hábil, astuto) que no sabía

nada (analfabeto) pero con un poder extraordinario para ganarse la simpatía de los demás”(6)

Esta descripción de Liborio Mateo lo dice todo de él, echando por tierra muchos de los argumentos de sus detractores, sobre todo de los que vivían en

la ciudad lejos de su mundo campesino Es importante a la hora de juzgar a

un personaje histórico como Liborio Mateo acudir a todas las fuentes objetivas posibles para desligar la leyenda de la realidad, situación en la que han caído tanto sus defensores como sus detractores.

Su biógrafo histórico y detractor por excelencia quien lo da a conocer de

forma más evidente a su generación y a las subsiguientes lanzándolo sin proponérselo a la fama, fue el escritor sanjuanero E.O. Garrido Puello alias “Badín”, maestro, periodista, empresario, comerciante, perteneciente a una de las familias “de más alta alcurnia y rancio abolengo” que se ha vanagloriado

siempre de sus ancestros como el Coronel Eusebio Puello. Este coronel a diferencia de Liborio Mateo en lugar de defender su patria y sus gentes como

lo hizo el Profeta de la Maguana sirvió a los invasores extranjeros imperiales y anexionistas españoles que vinieron en 1861 a lo mismo que los norteamericanos en 1916. Este mismo Coronel Puello era el jefe militar de San Juan a las órdenes de Pedro Santana, cuando uno de nuestros Padres de la Patria , Fran-cisco Sánchez del Rosario fue herido y hecho prisionero luchando contra la anexión de la República

De modo que Sánchez fue prisionero en San Juan de la Maguana del General Eusebio Puello, juzgado por un tribunal militar y fusilado con sus compañeros de lucha, sin éste mover ni siquiera un dedo para salvar a Sánchez. Es que no estaba con la causa de los trinitarios fundadores de la República. Al mismo tiempo este coronel aliado del invasor extranjero, volvió sus armas contra sus propios hermanos peleando al lado de los españoles del General La Gándara, siendo vencido por el General José Maria Cabral en La Canela.

Liborio Mateo nunca estuvo con ningún Gobierno desde que decidió realizar su ministerio público a favor de sus hermanos campesinos en 1908. Hay pruebas de que siempre estuvo al lado de su pueblo hasta su muerte. Los liboristas nunca apoyaron a Trujillo, incluso Trujillo asesinaba a los líderes en quienes reencarnaba Liborio. En cambio la familia del detractor gratuito de Liborio Mateo fue sostenedora de la dictadura de Trujillo. Víctor Garrido Puello fue uno de los intelectuales más sobresalientes de ese régimen que sumió en el terror, el vandalismo, la tortura, la barbarie y la muerte a nuestro pueblo por 31 años. Liborio Mateo no fue santo de la devoción de los Garrido Puello.

E.O.Garrido Puello es el primero que ensambla el arquetipo de la personalidad compleja de Liborio Mateo. San Juan de la Maguana terminó creyendo lo que propaló a sus anchas. En círculos intelectuales de San Juan se tiene a Badín Puello como un defensor de la soberanía nacional en contra de la intervención norteamericana de 1916. Sostienen que su periódico El Cable fue la tribuna que sirvió para expresar ese sentimiento patriótico anti-yankee. También Liborio Mateo se opuso a los invasores norteamericanos pero por diferentes motivos y con medios diferentes. No sabía leer ni escribir en periódicos, pero era “…una persona inteligente, un “vivo” que no sabía nada pero con un poder extraordinario para ganarse la simpatía de los demás…”

El mismo E.O. Garrido Puello dice en su periódico El Cable algo que más que denigrar a Liborio Mateo lo engrandece. Refiriéndose a sus “acciones” lo culpa de “vincularse a los criminales de la época y a los guerrilleros que no estaban acorde con la política norteamericana”. No es más que una pincelada clara de un Liborio Mateo antinorteamericano, anti-imperialista. Su lucha entonces

era contra el imperio que había enviado sus soldados a quitarle su tierra a los campesinos dominicanos.

Paralelo a los actos de curación con sus manos, su palo de piñón y su consigna “entre el bien y salga el mal”, Liborio Mateo participa en la guerra. Es una guerra de intereses de todos contra todos. Para la época el país está dividido en bandos armados por todas partes. Es el principio del siglo XX.

La inestabilidad política es lo que impera. El Gobierno de Ramón (Mon) Cáceres fue un despiadado persecutor del liborismo que había decidido acabar con el Movimiento. Detectaron su campamento, entraron en contacto con su “ejército” de campesinos y lo desbandaron; quemaron y arrastraron los ranchos que servían de cuarteles (7). No cabe duda entonces de que además de

su ministerio religioso popular o a propósito de él, Liborio Mateo desarrolla acciones como mecanismo de defensa que se pueden catalogar propiamente como guerrilleras y que la creación de un “ejército liborista” que algunos---calculan en mil hombres y otros en dos mil, fuera su mecanismo de presión para las reivindicaciones por las que lucha entre las cuales la paz era primordial.

Si se recuerda que Liborio Mateo se presentó sorpresivamente en una ocasión

en San Juan de la Maguana en 1912 con un contingente de 80 hombres desde

La Maguana, y que previo a eso había tenido una reunión política con su antiguo patrón y amigo el General Wenceslao Ramírez Roa, sería una prueba de que la intensión de Liborio Mateo era negociar con el Gobierno. Su posición era la de “contribuir al definitivo establecimiento de la paz (8).

Don Manuel Figuereo afirma que Liborio Mateo llegó a un acuerdo con los

opositores al Gobierno y que la reunión tuvo lugar efectivamente en la finca de Mijo del General Wenceslao Ramírez Roa.

La lucha de Liborio Mateo se transforma entonces en antiimperialista porque los imperialistas norteamericanos lo combaten a él, y él, combate a los imperialistas norteamericanos.

El 27 de junio de 1922 las tropas yankees localizan a Liborio Mateo y sus ---campesinos en La Hoya del Infierno en plena cordillera central y libra el último de sus dieciséis combates cayendo inmolado junto a dos de sus hijos.

En 1938, en El Cercado surge el espíritu de Liborio Mateo. La Iglesia pide a

Trujillo que lo haga desaparecer. Como Mckhandal el esclavo afro-haitiano

se metamorfosea y se esconde. En 1962, surge de nuevo en Palma Sola y otra vez la Iglesia pide al gobierno de turno que termine eso o ellos lo harán con sus propias manos. Emiten un documento público y lo firman. La respuesta del gobierno es la masacre.

Pero dicen que Liborio Mateo no muere. Que cada vez se transforma. Que las balas que lo asesinaron se convierten en copos de algodón, en poemas, en salves, canciones, novelas, calles, en santuarios, en la lucha que camina con los hombres de este pueblo. Hay quienes afirman que una vez se transformó en un hombre llamado Francisco Alberto Caamaño Deñó en plena cordillera central, luchando con los mismos que lo persiguieron a él. Al Maestro. Al Profeta de la Maguana.

Referencias y Bibliografías:

(1) Carlos Peguero, munícipe de San Juan de la Maguana (testimonio)

(2) E.O. Garrido Puello, en: Olivorio Mateo, Ensayo

(3) Salvinia Caminero (testimonio); Charla negada por el Colegio Evangélico Lucille Rupp, sobre Liborio Mateo

(4) Dr. Héctor Matos Dotel, ex – Procurador de la Suprema Corte de Apelación de San Juan de la Maguana

(5) Idem

(6) Leopoldo Figuereo Agramante, en: Huellas Imborrables, primera edición, página 42

(7) Periódico Nuevo Diario, 1981

(8) Jan Lundius & Mat Lundhalt, en: Estudios Sociales, revista salesiana,1989

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