LA TOGA DE LOS ABOGADOS: TOGA ROMANA O GARNACHA ESPAÑOLA?

 

Por:  Lic. Gina Medina Farías

El arte y la cultura romana tuvieron su origen en Grecia, lo mismo que el vestido.  El poder de Grecia no radicó en su fuerza militar ni en la extensión de sus dominios, sino en el refinamiento de su literatura, su escultura, su arquitectura, y de su ciencia que la convirtieron en la educadora del Occidente.

  Alcanzó un grado de perfección infinitamente superior al conseguirlo por medio de sus predecesores y de las culturas orientales, convirtiéndose en maestra de las demás culturas: romana, cristiana, germánica, islámica y europea.  A Grecia se le debe la construcción de los fundamentos de la filosofía, de la ciencia, del arte, del derecho y de la libertad humana.

  Según la Historia de la Moda, el traje griego se caracterizó por carecer de forma propia, o sea que los trajes consistían en rectángulos de telas de tamaños variados que se enrollaban o colgaban al cuerpo sin cortar ni coser la tela, ya que los griegos consideraban bárbaros a los pueblos que si lo hacían, prefiriendo estos utilizar lazos y fíbulas es decir broches o alfileres.  Existía una gran variedad en colocarse las prendas, pero las características básicas permanecieron inalterables que era hacer los drapeados o pliegues en el cuerpo de la persona.

  Roma no innova nada en materia de vestimenta, pero sin embargo, las túnicas romanas eran cortadas y cosidas diferenciándose en esto de las griegas, ya que los griegos.

  Los romanos tomaron la manta, una prenda que era usada por los etruscos a la cual le cambiaron el nombre de llamándole Toga.

  La toga es la principal vestimenta que caracterizó el vestuario romano que al principio era utilizada por los hombres y las mujeres como atuendo pero al mismo tiempo también servía de cobertor para la cama.  Los hombres la utilizaban como un manto y poco después se fue estrechando pasando a ser la prenda utilizada por los filósofos.  Al final de la República y a comienzos del Imperio, se convierte en la gran toga clásica cortada en forma semicircular de 1.5 metros de ancho y 5 metros de largo.

  Usar con gracia la toga exigía cierto arte, aunque al principio ningún hombre salía a la calle sin ella pero gradualmente su uso fue limitado a ocasiones especiales.  La toga viril vestimenta usual de los ciudadanos romanos era de lana blanca y se la colocaban a los niños cuando alcanzaban los catorce años de edad.  La toga praetexta de los sacerdotes y de los magistrados llevaba sobre el borde rectilíneo una cenefa teñida de púrpura, colocándose de forma tal que la cenefa se cruzaba sobre el pecho formando una T.

  A partir del Siglo II, solo se exhibía en las ceremonias oficiales usadas en ese entonces por los magistrados.

  En el Siglo XII se alargaron las túnicas y a principios del XIII empezó a usar la sobrevesta una especie de bata que se llevaba sobre las túnicas y que tomo diversos nombres: en Italia guarcacca, en Francia guernache o surcotte y en España garnacha.

  En su forma primitiva se presento como una túnica sin mangas, del ancho de la espalda y abierta en los laterales hasta la cadera.  Más tarde se ensanchó cayendo hasta el antebrazo y formando dos especies de mangas.  De esta forma se abrió, a veces por completo en los costados, llevando más tarde anchas mangas cortas.

  Esta prenda se hacía con capucha, otras veces llevaba una esclavina corta cuya capucha caía sobre la espalda.    Existieron garnachas con mangas largas abiertas bajo las axilas para que por la abertura saliera el brazo con mayor libertad.

  Esta indumentaria era utilizada por los intelectuales, personas de edad y eclesiásticos.  En función de sobrevesta perdió importancia pero no desapareció quedando como característica del rey y de sus príncipes.

  Las togas usadas por los funcionarios jurídicos se caracterizaban por sus altos cuellos, eran largas casi hasta el suelo y su uso se complementaba con el bonete que era una especie de gorro que se colocaban en la cabeza.

  Al crearse en Santo Domingo por orden del Rey Fernando El Católico, ‘La Real Audiencia’, tribunal supremo de justicia implantándose así el primer asentamiento jurídico español y junto con este su vestimenta tradicional.

  En la Real Audiencia de Santo Domingo existía una habitación destinada para guardar estas prendas, recibiendo el nombre especial del ‘Cuarto de las Garnachas.

  Basándonos en estos datos según la Historia de la Moda, podemos asegurar sin temor a equivocarnos, que la Toga utilizada por los abogados de hoy en día nace en la Garnacha Española.