Damocles Méndez Rosado
Se instalo un falso tribunal a
imagen y semejanza de los verdugos de patriotas, grande fue Sánchez en los
momentos de la proclamación de la independencia y en el mismo martirio, también
lo fue en sus medios de defensas frente a un tribunal instituido al margen de
la legalidad del proceso como lo dijo el patricio cundo pregunto ¿Con que ley
me van a juzgar? Como defensor público, Francisco del Rosario
Sánchez conocía los elementos de carácter procesales a tomarse en cuenta,
cuestionó la ilegalidad de sus juzgadores, la existencia de un tribunal
constituido al margen de un debido proceso y como tribuno de alta oratoria
inicio su defensa con un acto de valentía y de responsabilidad que conmovió a
las autoridades españolas presentes en el juicio. ¿Con que ley me van a
juzgar? repetía como látigo implacable contra sus verdugos.
El tribunal instalado en la plaza
pública de San Juan estaba presidido por Domingo Lasala, además por Alejo
Justo Chanlatte como Secretario y como Fiscal Tomás Pimentel. Todos los
acusados fueron condenados al patíbulo por el Consejo de Guerra acusados de
conspiradores y de cometer crímenes contra la seguridad del territorio.
El simulacro de tribunal no permitió
que Sánchez sustentara sus medios de defensa como lo señalaba la ley sobre
conspiradores, por eso, cuándo se dirige a Lasala, presidente del falso
tribunal señala, ``Magistrado presidente, sé que todo está escrito. desde este
momento seré yo el abogado de mi causa``.
Sánchez estaba frente a Domingo
Lasala a quien en ocasiones defendió como abogado que era Sánchez, pero en este
momento de infortunios Lásala era su enemigo. Es oportuno citar las
palabras de Sánchez en el juicio.
´´ Usted, Domingo Lasala, designado
para juez de mi causa, pretende en vano humillarme. Lamento tener que
recordarle en público, que yo fuì su abogado defensor ante los Tribunales de
Santo Domingo y lo saqué a absuelto cuando estuvo usted acusado como presunto
autor de asesinato en la persona de unos de sus parientes del Cibao.´´
También estaba presente en el juicio
como jefe de operaciones, el general Felipe Alfau envuelto en una litis sobre
terreno y Sánchez era abogado de la parte contraria. Puede observarse que
estaba en desventaja frente a Pedro Santana su enemigo político, frente al
presidente del tribunal, domingo Lasala y Alfau con quienes tenía viejas
y profundas contradicciones.
Pedro Santana personalmente impartió
las instrucciones de lugar para que el fallo del tribunal concluya con la
condena a muerte. Cesar A Herrera en su obra, Anexión –Restauraciòn, tomo l,
señala.
Retrotraído en pensamiento a los
episodios que antes ocupaban nuestra atención, nos encontramos con que Santana
está ya en San Juan de la Maguana impartiendo órdenes para que se instale el
Consejo de Guerra y se juzgue a los patriotas conforme a la Ley de
Conspiradores. Todo se ejecutó según sus personales instrucciones y en
una tarima levantada en una sabana que llamaban plaza pública….´´
En este juicio, Sánchez demostró sus
cualidades como orador de altos vuelos y defensor de dotes excepcionales, sus
palabras de defensa conmovieron a los presentes incluyendo a los
oficiales españoles que estaban en aquel bochornoso escenario,
tétrico y deprimente y que luego se retiraron. Sánchez, firme en
sus palabras, nunca se le vio renunciar a los principios que los indujeron a
cruzar la frontera dominico-haitiana para enarbolar el pabellón dominicano. Con
elegantes palabras de tribuno defensor, en medio del juicio, este noble
febrerista dijo:
¿Con que leyes se me habrá de
juzgar? ¿Con las españolas que no han comenzado a regir, pues el protocolo de
la anexión establece un interregno de meses para que comiencen a regir las
leyes del reino, o con las dominicanas que me mandan sostener la independencia
y la soberanía de mi patria?
Las palabras de Sánchez, eran
truenos y relámpagos que golpeaban la conciencia de sus acusadores, el
Presidente del Tribunal, Domingo Lásala, desesperado quería ahogar las palabras
del mártir. Sánchez seguía prenunciando palabras a favor de las causas que lo
indujeron a inicial la empresa restauradora.
La tradición libertaria de la
familia Sánchez es reivindicada frente a sus verdugos. Sánchez, presenta
un panorama sobre su participación en acontecimientos cruciales de la
nación en busca de su soberanía plena, resalta el papel y el sacrificio de sus
familiares quienes con su sangre contribuyeron con el fortalecimiento de la
dominicanidad frente al despotismo brutal de Santana, con razón en medio de la
concurrencia y frente a sus acusadores en la vieja plaza pública de San Juan,
en un Julio que se vistió de negro colores, el febrerista Francisco Del Rosario
Sánchez dijo.
´´ Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de
los Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez.Cumpla en mi
solo el consejo su mandato ´´
El momento es de muerte, el
manto funerario camina en cada palabra de los verdugos, un lúgubre episodio con
olor de muerte se arropa a la triste tarde del día 4 del mes de julio. La
injusticia cubre el ambiente, las peticiones de perdón no encuentran
oídos racionales. El mandato de la sentencia está pre-redactado. No
sirvió para nada la suplica de los mártires implorar a la reina Isabel para el
perdón y se le vio a Sánchez pronuncia las palabras ´´ Puesto que está
resuelto mi destino, que se cumpla.´´
Pedro M. Archambault su obra Historia
de la Restauración, al referirse a este acontecimiento señala lo siguiente.
Presos en San Juan de la Maguana el
prócer y sus heroicos compañeros fueron implacablemente sentenciados a muerte
de orden de Santana, por un Consejo de Guerra presidido por un enemigo de
Sánchez, el general Domingo Lasala; el fiscal era el coronel Tomas Pimentel.
El juicio cuya
sentencia vino pronunciada de la Capitanía General revistió un
carácter aparatoso y cruel. El general Francisco del Rosario Sánchez hizo
cuando pudo en sus declaraciones por salvar a sus compañeros, asumiendo toda la
responsabilidad del movimiento.
Ya pronunciaba la sentencia de la venganza, el
coronel español Peláez le pidió por escrito a Santana clemencia por la vida de
los prisioneros y otros oficiales españoles insistieron en el perdón. Pero
inútilmente: en aquel corazón salvaje había muerto la piedad y
solamente se animaba para el logro de sus ambiciones y de sus crueles
venganzas´´
La magistral defensa de Sánchez,
inquietaba a la concurrencia, las autoridades militares entre miedos y
horror se asombraban de la valentía y el sentido de responsabilidad de Sánchez
en los momentos trágico de su vida. El martirio era el precio con que terminaba
una vida de entrega permanente al mandato solemne del llamado de la patria,
mandato que se origino en sus ansias libertarias en la proclamación de la
independencia.
La trayectoria de Sánchez como firme
continuador del ideario de Duarte, se evidencia en sus medios de defensa, en
ningún momento pronuncio palabras de arrepentimiento por encabezar junto
José Maria Cabral, Tabera y otros patriotas la empresa de restituir la
soberanía nacional.
Su presencia en el juicio, era la
reencarnación del ideario de los trinitarios y la confirmación de que en las
luchas de los patriotas, está abierto el camino para la gloria
o la tragedia del martirio. O van cargando en sus sienes el signo luctuoso
coronado con la defensa de la patria. La patria desventurada en tragedias, en
viles traiciones o marchada en holocausto con sangre de héroes. Este
valeroso compañero de Duarte cargo en sus hombros la responsabilidad de
continuar el legado dejado por el patricio. Consciente del papel que la
historia les reserva a los hombres de su estatura, se integra a la preparación
de las condiciones favorables para impedir la enajenación de los
principios sustentados por los trinitarios y en consecuencia asume el firme
compromiso de formar un ejercito de restauradores de la soberanía nacional.
Sánchez en el juicio y luego en el
patíbulo, simbololizaba la patria, que aún Agonizante bajos la atronadora
enloquecida de barbarie y horror, se levantaba sobre cadáveres
destrozados para redimir la alborada de la redención restauradora por que,
cuando caía fulminado por la fusileria ciega y torpe, se agigantaba en el
vientre fecundo de la patria redimida, envuelto en el manto tricolor que vistió
su cuerpo al caer fulminado por la irracionalidad en el cementerio de la
entonces común de San Juan.
El anatema justiciero de la
historia, sembró en la conciencia de Pedro Santana y en quienes juzgaron a
Sánchez y sus campaneros, la mancha imborrable de la traición y la brutalidad
más odiosa, mientras que Sánchez se levantaba para transitar por el camino que
la patria le tiene reservado a los próceres constructores de la libertad de los
pueblos. El traslado de sus restos a la iglesia de San Juan y luego a la ciudad
capital para rendirles los honores como prócer de la libertad, fuè
un acto de justicia para este prohombre que desde la tumba silente y solitaria
en el camposanto de San Juan, subió a la cúspide de la inmortalidad cubriéndose
su cuerpo con el signo del manto tricolor que dignifica la dominicanidad.
La presencia de los mártires de San
Juan en un ambiente salpicado de sangre de patriotas en el camposanto, no era
mas que el preludio de nuevas jornadas de luchas libertarias cuyo
epicentro fue la línea noroeste cuando José Contreras sembró en el mismo
corazón de la conciencia nacional, la semilla que germinó la epopeya
restauradora de la patria que se levantó sobre cadáveres de mártires y héroes
para entonar henchido de fervor patriótico la alborada del ideal nacionalista
puesto en lo alto del tope para que la enseña tricolor salude airosa y soberana
el nacimiento de la nueva republica que camino en la gallardía de los
dominicanos en un agosto cargado de tormentas libertarias.
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