jueves, 4 de julio de 2013

Eugenio Maria de Hostos: Francisco del Rosario Sánchez “Muerto, como vivo, siempre, siguió siendo una protesta contra la dominación del extranjero




“Pues bien: era día 4 de julio, y hacia precisamente ochenta y cinco años que se había firmado en Filadelfia el acta de independencia americana, acta que no fue sólo de la independencia de una porción del Continente, sino que en realidad fue el acta de la independencia continental.

Pues bien: era día 4 de julio y era el octogésimo quinto aniversario de aquel día de 1776 en que los americanos  del norte hicieron, en nombre de todo el Continente, el juramento de que América no había de seguir siendo esclava Europea. Y a los ochenta y cinco años, día por día, hora por hora, minuto por minuto, caía con el cráneo destrozado el hombre más resuelto que había tenido la independencia de la República Dominicana.

Y no había caído destrozado por balas enemigas; balas amigas, balas de hermanos, balas que debieron fundirse con las suyas, fueron las que dejaron yerto a Francisco del Rosario Sánchez.

Muerto, como vivo, siempre, siguió siendo una protesta contra la dominación del extranjero, su muerte sea vergüenza y anatema".  



Obras Completas, Edición Crítica, Vol. IX, Filosofía,  Tratado de moral
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