Por José Enrique Méndez Díaz
Es la camisa blanca
y es azul el pantalón
es el uniforme que usamos
los hombres de esta unión
La tela fuerte de color Índigo, era usada para usos diversos por los chiriperos y trabajadores agrícolas de San Juan, República Dominicana. E.O. Garrido en su obra “Espejo del Pasado” haciendo referencia a las Costumbres de Antaño indica que
la Hamaca representaba la comodidad y el descanso,
la necesidad y el lujo. Se confeccionaba
preferentemente de una tela de fuerte azul
conocida con el nombre de blé,
por su resistencia y su anchura,
en los hogares pobres o de casas
pequeñas[1].
El “Fuerte Azul”, tela de Color Añil, que define hoy el “Dril”, género de algodón o hilo crudo grueso que sirve para la construcción de trajes o pantalones de construcción recia, usado originariamente por los vaqueros de Texas con el sobrenombre "jeans" y en inglés "denim", es desde épocas muy remota, vestidura especial, atavío de los seguidores de los ritos y ceremonias del movimiento de religión popular denominado liborismo en el sur de la República Dominicana, fue usado por los liboristas, durante la ocupación norteamericana de 1916., además formó parte del uniforme con que se identificaban los servidores de misterios, seguidores del culto que operó en la comunidad de Palma Sola, dirigido por sus líderes espirituales llamados los mellizos.
En entrevista publicada por el periodista Félix A. Gómez en la edición de El Caribe, Carlos Fernández, de 25 años, herido en los sucesos y desde el Hospital “Dario Contreras”, en la capital, explica:
Allí se le vendía
uniformes de fuerte azul (conocido como blue o simplemente blé,)[2]
El uso como “vestidura especial” conocida popularmente como “Blé”, “Blue”, es parte de los sueños, visiones o alucinaciones folclóricas, destinadas a proteger a los miembros de la comunidad de seguidores del Dios Mesiánico Liborio Mateo, al momento de celebrar sus ritos y ceremonias.
El comerciante sanjuanero Rafael Américo Cuello, en declaraciones recogidas en el periódico El Caribe, del 13 de diciembre, días antes de la matanza de Palmasola declaró:
Papá Liborio enseña que
la tela de fuerte azul, da suerte a quienes la visten, por eso
escasea ese tipo de tela en San Juan.[3]
Testimonios confirman que para la época numerosas mujeres en todo el sur del país, se dedicaban a confeccionar ropas para vender en Palma Sola, uniformes de tela fuerte de trabajo (conocido como blue o blé).
Se conoce a numerosas
mujeres que en todo el Sur se dedicaban a confeccionar
ropas para vender en Palma Sola. Aparte del color azul
simbólico entre los liboristas y el fuerte
azul es la tela, de trabajo, en esos campos, usadas también,
durante la ocupación norteamericana del 1916 por los
liboristas[4]
Otros testimonios obtenidos de los interrogatorios en cintas magnetofónicas a liboristas detenidos luego de la Matanza de Palmasola, y que forman parte del expediente número J-735letra ¨”PRO” de la Procuraduría General de la República, dejan conocer las declaraciones del Sr. Nazareno Lorenzo, de la comunidad de los Jobos, de Las Matas de Farfán, donde haciendo referencia a los liboristas expresó que:
Muchos tenían
uniformes para ponérselos el día 1 de enero y los guardaban en maletas y
arganas. Había pantalón azul y camisa blanca, pantalón azul y camisa azul. [5)(pag.347)
Otra investigación relacionada destaca que en otro campamento liborista el ubicado para la época “a unos dos kilómetros del Aserradero de Cruceta, en la sección Sabaneta (,) existía una casa y una enramada descubierta, un campamento liborista (…)
El que administraba el campamento era un tal Ficho, que siempre andaba vestido de Fuerte Azul con gorra blanca[5].
Hablando de buen humor, de manera jocosa, aseguramos que ha sido difícil determinar si los vaqueros por el uso del Jeans o Denim Fuerte Azul son norteamericanos o ingleses, o si por su forma de caminar son italianos o franceses, pero si estamos seguros que por el uso del Blé hay que investigar lo suficiente para determinar ver si resultan ser liboristas.
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[1] E.O. Garrido Puello, Espejo del Pasado, Pág.
[2] Ibidem, Pag. 271
[3] Juan Manuel García, La Masacre de Palmasola, Pág.173
[4]Ibidem, pag.255
[5-6]Ibiem, pag 321
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