El Cemi de Algodon (Museo de Turin, Italia) podria ser una representacion del mitico Corocoto, quien jugando, preñaba mujeres
Por: Sadí Orsini LuggiCorocote era de algodón muy fino, diferente a los demás cemíes tutelares de los indios taínos. Estaba muy orgulloso porque protegía al cacique Guamorete y era el tutelar de los niños que nacían con la cabeza deforme.
Corocote era muy antojadizo. A veces solía irse de oratorio donde estaba fugándose a vagabundear con las mujeres del yucayeque con quienes tenia hijos que el protegía. Por eso las mujeres querían mucho a Corocote y lo llevaban a jugar y a comer frutas del campo.
La última vez que salió tuvo que hacerlo por encima de las llamas que consumían el caney de Guamorete. El pobre cacique Guamorete tuvo que comenzar a construir una nueva casa. Y mientras lo hacía, Corocote apareció de pronto, sentado sobre el techo de paja, riéndose y tocando una maruga.
Según cuentan las historias, hombres extraños, enemigos del poblado, quemaron el caney del desconsolado Guamorete, teniendo Corocote que alejarse solo y triste a las montañas. Allá lo encontró Guatabanex, otro cacique, que lo llevó a su casa.
Ahora Corocote sigue haciendo de las suyas con las mujeres en el yucayeque de Guatabanex.
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