Sobieski De León
El cuerpo de la mujer
es una pirámide antigua
de secretos revelados
El sexo de la mujer
dios benevolente
creador del principio y del fin
Mujeres pretéritas se ofrecieron
sin temer lascivias ni pecados
no fue la manzana, es decir
la pulposa fruta erótica de Eva
lo que alejó la esperanza del hombre
¡No! fue el instinto de conocer, de provocar
la infinita paciencia de los dioses
Cuando se dijo: ¡Hágase la luz!
no fue la luz sino arcilla de mujer
lo que salió de la crisálida
Hace ya mucho tiempo
hubo un cuerpo de mujer
tendido sobre el césped
y otro cuerpo de mujer lactando
Y otro en posición de contenido goce
ofrecido en holocausto
Hubo infinitos cuerpos
para infinitas intenciones
De entreabiertas hojas acuáticas
como huevos de pez a la deriva
surgieron merecidos cuerpos de mujer
para las manos del hombre
para su soledad nació el cuerpo de la mujer
Todo cuerpo de mujer
su punto más recóndito
su más terca insistencia
atrajo al hombre
En principio
el cuerpo de la mujer fue amenaza
lujuriosos sacerdotes amenazaron con fuego
el cuerpo de la mujer
mientras en sus aposentos mercuriales
prendían cirios a Onán y bailaban su danza
Imposible les fue a los eunucos mentales resistir
y a todo candidato de amar imposible le fue
atrapado en una época de sombra
que el tiempo se encargó de deshacer
El cuerpo de la mujer fue luz
en oriente y occidente
el sol o la mujer brillaban cada día
quien tocaba mujer tocaba la vida
y quien hería a la mujer se hería a sí mismo
Un hombre que se cortaba las venas
y regresaba victorioso de la muerte
empezaba a amar a su mujer
Templo es el cuerpo de la mujer
donde dormido
mora el espíritu de la mujer
semilla es, múltiplo de cuerpos repetibles
para la eterna sed
Amo desde mi memoria antigua
el cuerpo de la mujer
desde mi irresistible y ardiente adolescencia
Anduve tras el cuerpo de mujer
pedía lo que me pertenecía
necesité de sus dones, añoraba su ternura
impotente caminaba con las manos vacías
sembré simientes que no crecieron nunca
por no caer en arcilla de mujer
Quise un ombligo como luna
suspendida en un vientre
los secretos que un día habrían de revelárseme
y quise descifrar
quise piernas abiertas como un arco de triunfo
Cuando hubo intemperie
dije, cuerpo de mujer
y en mi hambre y mi sed
para calmar mi angustia
invoqué a la mujer
Fui un solitario, un hombre solo
hasta encontrar un cuerpo de mujer
creador del principio y del fin
Ahora que construyo mi heredad
me basta la sencilla arcilla
para hundirme en la muerte definitiva de mi ser
Santo Domingo, Agosto 1993
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