Amigo Cherry tambien te ayudo a recordar: En el 2009 la Juventud sanjuanera dió respuesta aplastante en el seminario sobre identidad cultural. Para entonces, la arquitecta Sánchez, Alcaldesa del Municipio de San Juan se refirió a los logros obtenidos en los últimos años en la conciencia identitaria de la población; cómo esto se iba plasmando en el perfil artístico-muralista y arquitectónico monumental de la ciudad de manera única en el país; y algunos pasos futuros en los planes de desarrollo de la institución.
Denunció el inaudito abandono de la Plaza Ceremonial Batey Maguana –antiguo “Corral de los Indios”— y reiteró el compromiso comunitario por cumplir con los requisitos para que ésta sea postulada ante la UNESCO como candidata a ser declarada parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Era a través de los AREYTOS que se transmitía la historia del pueblo, de sus caciques, de sus héroes, a las generaciones jóvenes. Los cánticos del AREYTO relataban en forma poética, los orígenes del pueblo taíno y presentaban a los niños y visitantes los hechos gloriosos que los unían como pueblo.
Más el AREYTO no solo tenía un propósito religioso y ceremonial. La oportunidad era propicia para la diversión y para la fiesta. En muchas ocasiones hacía posible el acercamiento entre los indios de aldeas vecinas. Además, de los cánticos y ceremonias, grupos de indios bailaban al ritmo monótono del tambor hecho de un tronco de madera. Muchos de estos bailes servían para representar escenas de los mitos y leyendas del pueblo taíno.
Los AREYTOS se celebraban por diversas razones: la recolección de cosecha, el casamiento del cacique, el nacimiento del heredero, el triunfo en la guerra, una catástrofe, el deseo de conocer el oráculo de los dioses.
El AREYTO era la unión del pueblo indio con su pasado, con su historia.
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