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lunes, 10 de enero de 2011

Al tirano Trujillo



Autor: Rafael Ernesto Méndez Abreu (Fello)


Poema

I
¡No! No son dignos del mármol sacrosanto
tus míseros despojos de hiena despreciados;
tú dejaste los hogares hambrientos y enlutados,
y sin padres a los niños ahogándose en el llanto.
En tu conciencia negra cual funerario manto
se revolvieron tus crímenes desenfrenados,
y en tus insomnios, fantasmas desorbitados
te llenaron, infame Caín, de temor y espanto.
En tus rojos sueños de ladrón y asesino
te creíste, ¡oh!, Nerón, dueño de la eterna gloria,
sin pensar en el justo anatema de la Historia.
Ya está consumado tu diabólico destino…
¡La trompeta divina de tu juicio ya resuena
mientras Dios indignado y sañudo te condena.
II
Con Mecenas tus esbirros insolentes te compararon,
a ti, bárbaro Atila, cínico incendiario;
y al despojar tus sangrientas manos el Erario
tu satélite de serviles Licurgo te llamaron.
Hombres, mujeres y niños sin piedad inmolaron
tus crispadas manos de inmundo sicario;
mas, caíste en tu sangre como un patibulario,
y tus aullidos de miedo por doquiera se escucharon.
En tu cobarde orgía de embriaguez y tortura
a Calígula te igualaste, ¡oh!, vil asesino,
y el Pueblo fue inmolado por tus garras de felino.
Como una bestia al carro del crimen te uniste,
¡y qué grande en tus delirios de loco te creíste,
siendo tan pequeño para siete pies de sepultura!

III
En la vorágine de la tragedia caíste inerte
como caen por infalible fuerza los tiranos.
¡Benditas mil veces sean las heroicas manos
que decretaron la libertad con tu muerte!
Ya la sangre del Pueblo heroico no se vierte
por tu infame cohorte de insaciables milanos.
¡Ya sólo eres asqueroso festín de gusanos,
porque así lo impuso tu nefanda suerte!
A Dios retó tu insolente y vano orgullo
creyéndote, imbécil, más grande que Dios mismo,
sin pensar que a tus pies se abría un abismo.
En tu ambición de amo todo fue tuyo…
¡y al romper la muerte tu funesto yugo
te hundió en el Infierno, el Diablo, tu verdugo!
San Juan de la Maguana.
Publicado en El Cable, 1961.


Americo Valenzuela G Dijo
Mi hermana Maria Dinorah a Democles, hijo de Don Felllo, el 24 de diciembre, en San Cristobal :
Tu Pai fue el unico sanjuanero en desafiar publicamente a Trujillo, tenia cuadernos completos llenos de poesia y las escribia en las paredes del pueblo, todo san juan sabia que eran versos de Fello Mendez, y se cansaron de apresarlo y torturarlo pero le gano a Trujillo....

Estas palabras de la Profesora Maria : Fello Mendez era el mas guapo y apuesto joven de san juan de la maguana, el mas elegante y fino, el poeta.

Damocles Méndez Rosado
A la caída de Trujillo este poema fue divulgado en hojas de imprenta en la ciudad de San Juan.
El poema “Al tirano Trujillo” ´fue como una tormenta nacida del sentimiento reprimido de nuestro padre y la conciencia marchitada en la fragua del oprobio de la funesta tiranía que clavó sus garras en el vientre del pueblo dominicano.

Con sus versos Fello Méndez, rompió el silencio encubado por años, sus versos fueron como un cataclismo contra la ira del tirano.

Bohemio trovador de fina inspiración becqueriana y de notable influencia de Santo Chocano, supo ritmar un mundo simbólico de alta y fecunda imaginación para escribir de lo más sublime de su musa permanente grito de libertad.

Así fue Fello Méndez, un trabajador de letras perfumadas de un jardín poético de dulces creaciones románticas nacidas de una mente dominada por un inmenso imaginario creativo.

Fello Méndez fue un incansable cantor de sublime inspiración que despertabas las musas y le robaba el numen poético para describir el amor en su virginidad. su versificación tiende a emplear imágenes y figuras literarias que lo convirtió en un maestro en el uso del lenguaje, a veces cervantino, estridentitas y en muchos casos llevabas a cuesta la lira de Petrarca para comunicarse con las musas del olimpo o despertar con el permiso de Orfeo el sueño de las divas. Su producción poética es un recorrido por las escalinatas de la belleza pintada con letras de un pincel de imaginación genial.

Sus dos libros publicados así lo demuestran.

El universo imaginario que domina el quehacer poético de Fello Méndez, está influenciado por la presencia de los clásicos griegos y su mundo mitológico. Los dueños del Olimpo constituyen parte de su materia prima para inspirarse en las seducciones de las divas, en la belleza de Venus, o en cantar la epopeya de los centauros.

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