Y no el 12 de octubre, Día de la “Raza”, como se ha impuesto desde el oficialismo
La antropóloga, ambientalista y feminista Fátima Portorreal es
la autora del manifiesto que será leído este jueves, 11 de octubre, en
el Centro Cultural Narciso González, en Villa Juana, cuando finalice la
obra “Leyendas”, que el Teatro Rodante de Carlota Carretero escenificará
con motivo de cumplirse 520 años del arribo de los españoles a estas
tierras.
Fátima bien tituló su manifiesto: ‘Hoy 11 de octubre Día de la Libertad’, y en él recrea la reacción de los aborígenes cuando se percataron de la llegada de los europeos, así como la ingratitud de los recién llegados.
“Dice la abuela que no bajen del monte. Y que aunque llegue la noche, cúbranse con la yagua y no coman las guayabas de Opiyeguabirán (Dios Perro). Dice la abuela que hasta que los Guani (hombres nobles) sepan que estos hombres no son Maboya (espíritus malos), no bajen del monte, quédense en la jiba o monte…
Era un 12 de octubre, estos hombres comían y bebían con mucho apetito. Su piel no tenía color, sus vestidos brillaban con el sol y olían distintos. Hablaban, pero no se le entendía, tenían en sus manos objetos extraños. “Creímos que eran dioses”.
Así fue el encuentro. A pesar de que se le dio yuca, mapuey, hicotea, maíz, agua fresca y un lugar donde dormir, aquellos hombres tomaron sus armas y sin importar el guaitiao (intercambio de hermanos) nos quitaron la tierra y la libertad”.
Le invitamos a leer completo el manifiesto contra la colonialidad
Celebrar la diversidad este 11 de octubre.
Fátima bien tituló su manifiesto: ‘Hoy 11 de octubre Día de la Libertad’, y en él recrea la reacción de los aborígenes cuando se percataron de la llegada de los europeos, así como la ingratitud de los recién llegados.
“Dice la abuela que no bajen del monte. Y que aunque llegue la noche, cúbranse con la yagua y no coman las guayabas de Opiyeguabirán (Dios Perro). Dice la abuela que hasta que los Guani (hombres nobles) sepan que estos hombres no son Maboya (espíritus malos), no bajen del monte, quédense en la jiba o monte…
Era un 12 de octubre, estos hombres comían y bebían con mucho apetito. Su piel no tenía color, sus vestidos brillaban con el sol y olían distintos. Hablaban, pero no se le entendía, tenían en sus manos objetos extraños. “Creímos que eran dioses”.
Así fue el encuentro. A pesar de que se le dio yuca, mapuey, hicotea, maíz, agua fresca y un lugar donde dormir, aquellos hombres tomaron sus armas y sin importar el guaitiao (intercambio de hermanos) nos quitaron la tierra y la libertad”.
Le invitamos a leer completo el manifiesto contra la colonialidad
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