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domingo, 27 de septiembre de 2009

La Tirindanga: Maná liborista antiimperialista

Por José Enrique Méndez Díaz

Durante el periodo de ocupación militar norteamericana a la República Dominicana en 1916, la población dominicana hambrienta deseaba comer carne.

Para contrarrestar la hambruna, las tropas de ocupación militar distribuían gratuitamente entre la población Pitisalé (petit-salé), una especie de tocino de carne de cerdo salada y secada al sol.

Liborio entonces quiso repetir el milagro de los codornices y el maná con su pueblo.

Se hacía necesario reproducir el milagro de Díos con el Pueblo Judío conducido por Moisés en el desierto:
“...Aquella misma tarde vinieron codornices, las cuales llenaron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se decían unos a otros: "¿Y esto qué es?". Y Moisés les dijo: -Este es el pan que el Señor les da como alimento...”

Federico Cabrera explica: “con un ensalmo, un buche de ron y un tomo llamado La tirindanga”, invitaba a la gente a hacer el bien y vivir en paz, incentivaba el culto a la Santísima Trinidad y hacía dramáticas profecías. Se trata de Liborio Mateo Ledesma, llamado por algunos de sus seguidores El Maestro y por otros, Papá Liborio”

La Tirindanga era “un tomo”, bebida ritual, alimento que aparecía como un don de Dios para su pueblo, la cual los mantenía fuertes y poderosos. A la vez esta contrapropuesta alimenticia era su pedido a los campesinos de no aceptar el “pitisalé” que repartían en todo el País los “americanos”, es un claro indicio de su posición ideológica antiimperialista.


...Los israelitas comieron maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierras habitadas, es decir, lo comieron hasta que llegaron a las fronteras de la tierra de Canaán.

El maná era parecido a la semilla del cilantro; tenía un color amarillento, como el de la resina, y sabía a tortas de harina con aceite. La gente salía a recogerlo, y luego lo molían o machacaban, y lo cocinaban o lo preparaban en forma de panes. Por la noche, cuando caía el rocío sobre el campamento, caía también maná. Números *11,7,8,9

Los nómadas de la península de Sinaí llamaban mana a una sustancia resinosa que segregan ciertos insectos en las hojas del tamarisco, arbusto abundante en aquella región. Dicha sustancia tiene que ser recogida por la mañana temprano, antes que el sol la derrita y los beduinos la usaban para preparar tortas y pasteles y para endulzar bebidas. Algunos comentaristas relacionan el maná del relato bíblico con este fenómeno natural, haciendo notar, sin embargo, las circunstancias excepcionales

La Tirindanga fue el maná ofrecido por Liborio Mateo en las circunstancias excepcionales de hambruna durante la ocupación norteamérica de 1916.
Los Olivoristas encontraron en ese alimento desconocido para ellos la energía que aparecía como un don de Dios para que su pueblo no desfalleciera.

Tras el asombro que nos ocasiona este relato consideramos que se nos hace necesario conocer la naturaleza y formulación de tan interesante bebida liborista, para preparar tan notable infusión,
Quizás su consumo aun forme parte de las costumbres de los liborista.

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