EDITORIAL
El 22 de Diciembre es día patrio en nuestra patria chica y en nuestra patria gran-
de. Un ejército decidido de patriotas anticolonialistas y antiesclavistas al mando
del General José María Cabral y Luna sellaron las llamadas Guerras Domínico-
Haitianas. Estas guerras intranquilizaban y deterioraban la salud de la recién inau-
gurada República Dominicana desde su mismo nacimiento el 27 de Febrero de
1844.
Once años después, el 22 de Diciembre de 1855, el indiscutible líder militar de a-
quella Batalla de Santomé, el General Cabral, puso fin a estas contiendas bi-na-
cionales.
La idea de una patria libre e independiente de toda dominación extranjera queda-
ba definitivamente realizada gracias al sueño, sacrificio y tesón, a la persistencia
y .convicción de que tal meta era alcanzable. Esta idea perteneció a un hombre lla-
mado Juan Pablo Duarte.
Duarte fue el autor intelectual de tal epopeya. Duarte junto a Sánchez, Mella y
demás trinitarios nos dieron nuestra nacionalidad de dominicanos.
Que toda Independencia hay que verla desde la óptica del Materialismo Históri-
co y Dialéctico como un “proceso” o “una serie de procesos” no se discute. Los
procesos ¿invalidan los liderazgos?¿la coyuntura epocal de los pro-hombres que
en un momento dado dirigieron esos procesos? ¿Hay que regatearle a aquellos
que dieron alma, corazón y vida a la causa de la República?
Hay quienes pretenden desconocer la paternidad de las Repúblicas aduciendo
que los pueblos no tienen padres. Mentiras soeces de extremistas ideológicos,
de teóricos dogmáticos y mentecatos, inconsistentes e inconsecuentes con lo que
pretenden vender como ideología.
Martí es el padre de la patria cubana. Y Fidel de la patria cubana moderna.
Bolívar es el padre de cinco patrias suramericanas: Venezuela, Colombia, Boli-
via, Perú y Ecuador. Sucre lo es también de Perú y Ecuador.
José de San Martín es el padre de la patria argentina. Y O’Higgins de la patria
chilena.
César Augusto Sandino es el padre espiritual de Nicaragua. Y Francisco Mora-
zán de Honduras. Farabundo Martí de El Salvador. Francisco –Pancho- Villa,
Emiliano Zapata y Benito Juárez son los padres de la patria mejicana.
Y Duarte, Sánchez y Mella de la nuestra, aunque no les guste a oligarcas, ven-
de-patrias y teóricos extremistas.
La Política tiene diversas formas de practicarse: Desde el diálogo hasta la guerra
pasando por el pacto. ¿Qué sostenía el famoso ideólogo chino Mao-Tsé-Tung
(hoy día Mao-Se-Dong), padre de la China Moderna y Socialista? Esto: “Si no
puedes vencer a tu enemigo, únete a él”. ¿Es pecado de apostasía?¿Revisionis-
mo? ¿Significa que nos identificamos con las ideas y la visión del enemigo?
¡No!, significa una táctica de sobrevivencia del ideal. Si morimos por impru-
dencia y falsos prejuicios nuestro cadáver no podrá continuar la lucha hasta el
final.
La vida de un hombre como la de un pueblo es la suma de sus actos. Un hom-
bre se ha dicho no es como empiece sino como termine. Y si empieza bien y
termina bien, mucho mejor. Un hombre no se puede juzgar a mitad de camino.
Duarte, Sánchez, Mella y los trinitarios renacieron el 22 de Diciembre de 1855
en la espada del General José Maria Cabral y Luna y su ejército de hombres a-
mantes de la libertad hace 154 años en este Diciembre del 2009. Y la Repúbli-
ca los recuerda como padres e hijos buenos.
¿Y la República que restauró otro padre-hijo insigne de la patria llamado Ge-
neral Gregorio Luperón? ¿A dónde ha ido a parar luego de 144 años de tal
“proceso”? ¿Cuántos Luperones triunfantes más han nacido desde entonces?
¿Cuántos restauradores les han seguido?¿Por qué está nuestra patria ultrajada
y anexada a intereses espurios nacionales y extranjeros?¿Dónde están los res-
tauradores que derroten los nuevos Santanas vende-patria?¿Al mismo extran-
jero invasor expoliador de nuestras riquezas irrecuperables y sus transnaciona-
les? De nuevo tenemos a la España, a la Francia, a los impenitentes Estados
Unidos de Norteamérica, a Holanda, a Canadá, a Inglaterra dominando nues-
tra vida nacional.
De nuevo presidentes hipócritas, entreguistas, antinacionales, antidemocráti-
cos, autócratas engreídos de intelectualidad negadores de su origen humilde
y popular, socios de los oligarcas detentadores de las riquezas nacionales ex -
propiadas al pueblo.
Mientras, el pueblo sumido en la miseria y la desesperanza. ¿En dónde está
el orden y la seguridad? ¿En dónde la Educación?¿Dónde la Salud? ¿Dónde
la producción y protección del Medio Ambiente?¿Dónde el impedimento de
la expoliación de nuestros recursos naturales?¿Dónde están los nuevos Duar-
tes, los Luperones, los trinitarios, los restauradores de mil batallas? ¿En los
insulsos argumentos de los teóricos extremistas y dogmáticos?¿En su vacua
dialéctica?¿Dónde están los líderes de este “proceso” dirigiendo las masas
irredentas a su destino final, a su felicidad definitiva y esperada?
Ah!, estúpidos engreídos y mentecatos, blasfemadores e hipócritas. Vosotros
no sois dignos de limpiarle el trasero al más humilde de nuestros imperfectos
antepasados luchadores.
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