From: Edgar Omar Ramirez Read
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Sent: Saturday, June 09, 2001 3:17 AM
Subject: Re: Educar...educar..es una bella palabra.
Hola Ike y dem@s miembros de esta comunidad "virtu-real".Antes quiero preguntar quien es el autor de las lineas con el título"educar..educar...es una bella palabra"estoy confundido y no se definir al mismo dentro del grupo...
Espero que sigan haciendo comentarios y sobre todo críticas a las líneas que escribo, muchas gracias eso anima y ayuda a melorar.
Luego de estas lineas envio algo para motivarles Gracias,
Siempre
Edgar Omar Ramirez Read
Frente a la visión tradicional de la sociedad que nos muestra la perspectiva del deporte como competición, espectáculo y lucha sin cuartel por vencer, sin importar los medios que se utilizan, es necesario realizar algunas reflexiones. Estas de momento breves como elementos para la discusión, el debate y le reflexión.
Encontramos en el deporte una primera enseñanza de un valor importante y extraordinario en el proceso de formación del ser humano: quienes participan en una actividad,prueba o competencia deportiva aspiran a vencer, pero de antemano está consciente de que puede salir derrotado.Con lo cual se hce imprescindible el prepararse no solo para disfrutar de los exitos sino para aprender de los errores que lo puedan conducir al fracaso o derrota.
Hoy día a pesar de que resulta fácil el conocer la preparación, las cualidades y condiciones técnicas de los contrarios, no se realiza una disciplina deportiva en la que el participante no cuente con ambas posibilidades: Triunfo o Derrota.
De aquí que el deportista siempre ha de ser(es) humilde, ya que sabe que sus éxitos no dependen exclusivamente de sus propios méritos sino de los méritos y cualidades de los componentes de su equipo, y con mucha frecuencia, de la suerte.
Por eso el auténtico deportista es el primer interesado en valorar a sus adversarios de una forma adecuada y sensata.
La prueba deportiva no es un combate en el que se exige en su esencia el denigrar y destruir al opositor, sino una competición que precisa para su brillantez el que cada participante demuestre al máximo su valía, no sólo como atleta, sino también como ser humano.
Tanto la observancia de las reglas y normas de competición como el respeto a las mismas, exigen que el deportista sea dueño de sus impulsos y reacciones.
El deportista no puede hacer lo que quiera o apetezca, sino lo que debe y puede.Su actividad está limitada por sus posibilidades físicas , su autodisciplina, respeto y compañerismo y en gran medida por su capacidad de trabajo en equipo.El conseguir estas(y otras más), son unos de los frutos educativos más característicos e importantes del deporte.
Profundamente relacionado con la autodisciplina está el sentido de lucha contra las dificultades que el deporte inculca y desarrolla en quienes los práctican.
Esta lucha contra sí mismo y contra las dificultades u obstáculos, las ofrece el deporte no bajo la apariencia o importancia de una victoria total, sino por la ocasión que da a los espíritus valientes y aguerridos de mostrar a los demás su fuerza voluntariosa y su empeño en el esfuerzo necesario para conseguir el objetivo buscado.
Es un hecho casi incuestionable que el deportista nace, pero, de igual manera es incontestable y evidente que se hace. Y se hace cuando existe entrega, preparación y en especial entusiasmo y amor por el deporte. Las cualidades naturales y la disposición innnata del individuo se verán
frustadas y, con frecuencia ocurre, por la falta de seriedad, entrega y entusiasmo, cualidades propias de las personas responsables.
Así que el deporte eleva las condiciones morales de los hombres que lo practican, desarrolla los intercmbios humanos que desembocan en el establecimiento de verdaderas y sólidas relaciones amistosas; convirtiendo así a los deportistas de rivales a amigos, de contrincantes a émulos en un ejercicio cosntante de virtudes humanas.
Edgar Omar Ramírez Read
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