
Autor:
Caonabo Peña
Cuento
El  se quedo impresionado al verle aquella tarde, pues desde hace cierto  tiempo en una pesadilla le vio desandar después de muerto.
 Pero  su obstinación creció cuando los comentarios del aparatoso accidente en  el puente San Vicente dijeron que una de las victimas había sido aquel  quien en su premonitorio sueño le vio muerto aquella misteriosa y  fatídica noche.
Las lecciones del accidente le hicieron permanecer seis largos meses ingresado en un  hospital, allí murieron gran parte de sus compañeros de viaje.
Al  darle de – alta las recomendaciones del medico ortopeda fueron las  siguientes: usted debe permanecer bajo una estricta medida de  recuperación como asistencia semanal al centro ortopédico terapéutico.
Esa  tarde al verle justo siete meses después del caso su rostro palideció,  se endurecieron sus musculaturas y sus nervios perdieron los estribos.
Ellos fueron amigos inseparables en el hermoso periodo de su infancia y adolescencia.
Juntos habían ido al colegio, junto habían compartido los deportes y sus inquietudes sociales y culturales.
Tiempo después de la tragedia, Pedro y Julio Antulio  de Antioquia por circunstancia, extrañas habían pasado un largo periodo sin compartir sus acostumbradas convivencias.
Es entonces que al año del cenotafio de Julio Antulio, Pedro se entera que bajo la sombra de una gigantesca tumba su amigo suele pasar la eternidad de sus postreros días
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario