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lunes, 2 de enero de 2012
El Jardín de mi madre Luisa
José Enrique Méndez
En el municipio de San Juan de la Maguana, en el santuario de nuestro hogar, su perfumado jardín fue atrayente a tramas sutiles de amor .
Nuestra madre Luisa Díaz de Méndez cultivó flores y rosas para la ofrenda cristiana, para la ofrenda a su Legión de María; para colocarlas en la vera de los nichos o simplemente para recrear deliciosamente los sentidos.
Flor inspiración del poeta que expresó. “Son tan suaves como los pensamientos del naciente amor; y en cada una de las cuales mora un espíritu”.
Las flores del jardín de doña Luisa en el hogar ubicado en la Calle Gral. Cabral esquina Sánchez, fueron consagrados, bouquet inaudito privilegiado de la gracia, delicadas y sensibles.
El colorido, su belleza o virtud fue atractivo de la doncella del barrio que se desposaba, o para el enamorado que quería fortalecer con su entrega poética inspirada en el amor.
La mayor pasión por las flores del jardín de nuestra madre Luisa, la tuvo el reconocido homosexual sanjuanero, oriundo de Azua conocido como “Pobre”, quien de manera continúa procuraba las flores para engalanar los floreros de las habitaciones de las doncellas de su prostíbulo denominado "El Jardín".
Un sorprendente e inusitado acontecimiento permanecen en mi memoria, la tarde en que en la sala de nuestro hogar, dos personajes de diferente representación de la vida o ambiente de San Juan se encontraron en la sala del hogar, ambos procuraban las más hermosas Rosas del jardín, monseñor Thomas F. Reilly y el proxeneta “Pobre”.
Al parecer las plantas del jardín de mi madre Luisa Díaz de Méndez, regían para entonces las leyes que gobernaban los sentimientos humanos de seres que por encima de toda duda eran humanos, comunes.
Años más tarde me tocó presenciar el acto fúnebre en San Juan, donde más flores fueron enviadas.... se trató del funeral de “Pobre”, que por cierto murió rico.
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