Damocles Méndez Rosado.
El mes de abril del año 1961, es
crucial en las relaciones de Trujillo con la jerarquía católica. Los conflictos
que se derivaron tras la lectura de la carta pastoral de Enero, constituyó un
factor que acelero la ruptura en esta relaciones.Por primera vez la
jerarquía católica, asume una posición de abierto enfrentamiento con el poder
político. Las contradicciones surgen en un momento en que la correlación de
fuerza a nivel internacional no son favorables para el régimen de Trujillo,
mientras en el país se están desarrollando movimientos de conspiración
orientados a propiciar la caída del régimen. La inmolación de los jóvenes de la
gesta heroica del 14 de Junio del 1959, el Complot Develado y el asesinato de
las hermanas Mirabal son grandes acontecimimietos que van definiendo el
despertar de la conciencia ciudadana en contra del gobierno trujillista.
La Carta Pastoral del Episcopado de la
República Dominicana, leída en los templos católicos el 25 de enero del 1960,
fue un clamor de la alta jerarquía católica contra los crímenes y el irrespeto
a los derechos humanos cometidos por la tiranía.
En su Carta Pastoral, los obispos
católicos expresan:
´´No podemos sustraernos al sagrado
deber de comunicaros que, acogiendo paternalmente vuestros llamamientos, que
hacemos nuestros, hemos dirigido, en el ejercicio de nuestro ministerio, una
carta oficial a la más alta autoridad del país para que, en un plan de
recíproca comprensión, se eviten excesos, que, en definitiva, sólo harían daño
a quien los comete, y sean cuanto antes enjugadas tantas lágrimas, curadas
tantas llagas y devuelta la paz a tantos hogares.´´
A seguidas, agrega:
"Asumiendo la obligación pastoral
de cuidar el espiritual rebaño, confiado por la bondad divina a nuestra
solicitud, no podemos permanecer insensibles ante la honda pena que aflige a
buen número de hogares dominicanos. Por ello, expresamos nuestra paternal
simpatía, nuestro profundo pesar y nuestro común sentimiento de dolor, ya que
es una obra de misericordia, consolar al triste haciendo propia la frase del
apóstol San Pablo: llorar con los que lloran”
"En medio de esta pena, esperamos
con la más viva confianza en la intercesión poderosa de Nuestra Señora de la
Altagracia, que por encima de las humanas pasiones, ella hará resplandecer la
caridad y la clemencia.
"Cada ser humano, aún antes de su
nacimiento, ostenta un cúmulo de derechos anteriores y superiores a los de
cualquier Estado. Son derechos intangibles que, ni siquiera la suma de todas
las potestades humanas puede impedir su libre ejercicio, disminuir o restringir
el campo de su actuación.
“Por eso, la Iglesia Católica, Madre universal de todos los fieles,
ha sido en todo momento la defensora más ardiente y más sufrida de esos
sagrados derechos individuales. En pro de ellos ha escrito las Encíclicas más
sabias; en pro de ello y sus hijos han derramado la sangre; en pro de ellos
está siempre dispuesta a dar, como su Divino Fundador, el elocuente testimonio
de la verdad.
“En efecto, ¿a quién pertenece el
derecho a la vida, bien radical de todo ser que aparece sobre la faz de la
tierra, sino únicamente a Dios, autor de la vida?
Esta Carta Pastoral la firmaron: Octavio
A. Veras, Hugo Eduardo Polanco, Francisco Panal, Juan Félix Pepén, Tomás F.
Reilly.
En el mensaje de la Iglesia, se advierte
el desafío de la jerarquía católica contra Trujillo, lo que indudablemente
aceleró el desplome de su régimen, constituyendo esta Carta Pastoral un
episodio más en la lucha del pueblo dominicano por la construcción de su
democracia. Fue el momento más agudo, de enfrentamiento directo entre el poder
del tirano y el clero.
La respuesta de Trujillo a la Carta
Pastoral fue el saqueo de las iglesias, para lo que se organizaron turbas
dirigidas por personeros del régimen. En estas vandálicas acciones,
Johnny Abbes García, funesto personaje de recuerdo sanguinario, a través
del Servicio de Inteligencia Militar-SIM-, dirigía directamente la organización
de turbas de paleros que arengadas por Lamela Geler descargaban su furia contra
los sacerdotes, Panal en la Vega y Tomás F.Reilly en San Juan de la Maguana.El
asalto a los centros católicos de la Vega y San Juan, provoco la indignación de
la población que silente reprobaba la represalia del régimen trujillista.Fue un
acontecimiento lleno de barbaridad e irracionalidad sin precedentes en el país.
Parecería que la ira del trujillato caminaba en los hombros de la
multitud que saquearon las iglesias y las casas curiales.
En San Juan de la Maguana fue asombroso
el pillaje y asalto a la iglesia por una multitud que cargaban como lema la
obediencia servir a los designios de la dictadura y a los personeros del
trujillato locales que dirigían las acciones vandálicas. Grandes
pancartas insultantes contra la persona del monseñor Railly se leía en las
marchas y desfiles que transitaban por las principales calles de San Juan
vociferando palabras insultantes, aludiendo al sacerdote como un ´´traidor´´ y
un ´´Ganstel´´. En víspera de la muerte del Sátrapa, ya la crisis entre
la jerarquía católica y el régimen de Trujillo, estaba en su punto mas
agudo.Monseñor Reilly ya había asumido un discurso frontal con el régimen a
quien acuso de violador de derechos y garantías de las personas.
El enfrentamiento entre la Iglesia
Católica y las autoridades, en el mes de abril llegó a su fase culminante la
cual estuvo acompañada de una activa labor de propaganda dirigida personalmente
por Johnny Abbes García el cual se traslado al municipio de San Juan para
dirigir los preparativos de agresión contra las propiedades de la iglesia y
también de intimidación y agresión contra los sacerdotes y las monjas .La prensa
escrita nacional se artículo a este proyecto con grandes y vistosos titulares
de ataques contra monseñor Reilly y los demás sacerdotes.
En esta etapa de la crisis en las
relaciones iglesia-Trujillo, la prensa cumplió su papel como aparato
ideológico de Estado. El periódico la Nación sobretodo, no sólo era la tribuna
que sirvió de propagador de la política y mitificación del jefe, sino que se
convirtió en un agresivo instrumento de ataques contra la iglesia y sus
representantes lo que acrecentaba el enfrentamiento del régimen de Trujillo
y las crisis con la Iglesia en la ciudad de San Juan.
Un paro auspiciado por el oficialismo.
Como parte de las acciones vandálica puesta en ejecución
por el régimen contra la iglesia católica y en la persona de Mons.Reilly, se
desarrollo en la ciudad de San Juan un paro de actividades comerciales como
parte de los planes del régimen contra las posturas asumida por el prelado. En
efecto el 10 de Abril del año 1961, las autoridades locales, el Servicio de
Inteligencia Militar-SIM-, y el partido dominicano organizaron un paro de
labores con la exclusiva finalidad de repudiar al mons. Tomas F Reilly y pedir
su expulsión del país al tiempo que los acusaban de ganstel , terrorista,
enemigo del gobierno de Trujillo.
El periódico El Caribe reseña esta actividad en vistosos
titulares mostrando casas comerciales con sus puertas cerradas como prueba del
apoyo al régimen trujillista. Para esta acción se organizaron masivas
manifestaciones públicas dirigidas directamente por las autoridades locales.
Esta actividad era inusual en el país, sin antecedentes similares de un paro de
labores organizado por el mismo gobierno. Acto como este, eran partes de la
estrategia publicitaria de Trujillo para mostrar ante la opinión pública
nacional e internacional que cantaba con el respaldo de la población.
Al mismo tiempo que en la ciudad de San Juan se
desarrollaba el paro de labores, en otras provincias el régimen convocaba
grandes manifestaciones para demostrar la lealtad ciudadana frente a la crisis
con la iglesia al tiempo que apresaba a curas extranjeros con la finalidad de
buscar neutralizar a los sacerdotes dominicanos.
El mes de Abril es trágico en el conflicto entre el clero
católico y Trujillo.El Servicio de Inteligencia Militar traslado a San Juan a
sus principales agentes represivos encabezado por su director Johnny Abbes
García quien mostró una destacada participación en la organización de las
turbas que saquearon la iglesia y la casa del Mons.Reilly. Varios elementos que
confirman las crisis son:
1-El 7 de abril el gobierno acusa directamente a Reilly
de organizar células con jóvenes para organizar actos de terrorismo.
2-Una manifestación para protestar contra Reilly el día
10 de Abril del año 1961.
3-El paro de actividades desarrollado en el 12 de Abril
del 1961.
4- Un desfile que recorrió las principales calles de la
ciudad de San Juan el día 16 de Abril.
En la medida en se agudizaba el conflicto, aumentaban las
acciones represivas contra la persona de Reilly y los demás sacerdotes de la
prelatura de San Juan. El 12 de abril, la furia de la tiranía se vuelve
violenta y desesperada contra la iglesia. Las manifestaciones callejeras, los
discursos de los representantes del tirano Trujillo en las principales
provincias, los foros públicos y arengas contra los sacerdotes, llegaron el 12
de abril a su punto culminante. El asalto y el saqueo a las propiedades de la
iglesia católica en horas de las tardes llevada a cabo en el municipio de San
Juan, fue el mensaje de la maquinaria de terror del régimen.
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