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miércoles, 4 de julio de 2012

El Martirio de Sánchez.




Por:  Damocles Méndez Rosado.

Francisco Del Rosario Sánchez,.es una figura procesa que entro en la historia dominicana en su doble condición de forjador del proceso independentista, presente en el acto patriótico de la proclamación de la República en 27 de Febrero del año 1844. Es a la vez el mártir de la restauración en la consumación del primer intento organizado para restaurar la independencia nacional.Su apresamiento y  posterior fusilamiento en San Juan, convierte a Sánchez como un patriota con características muy particulares.
Es innegable que Sánchez es el dominicano con mayor gravitación en la defensa de la soberanía nacional, condición que está presente en su destacada participación en los procesos y acontecimientos primarios vinculados con epopeyas de mayores trascendencias histórica que registra la historia nacional como son la proclamación de la república y como actor protagonista en las acciones militares que se inscriben como antecedentes de la restauración de la soberanía en el año 1861 al efectuarse la anexión a España.

La participación de Francisco Del Rosario Sánchez como organizador y estratega  del sector liberal bajo las orientaciones de Juan Pablo Duarte, su participación en los  acontecimientos del 27 de Febrero del 1844,sus acciones en la Junta Central Gubernativa,desmuestran que este titán del decoro patrio, fue una figura de primera magnitud en los afanes de redención del pueblo dominicano.

Gloria de un Febrero con tormentas libertarias y mártir envuelto en el lienzo tricolor en la tragedia de Julio en San Juan de la Maguana ,resume una vida llena de amor y sacrificios por la  patria.

Sánchez  entra en las paginas de la historia nacional como una revelación epopeyica  presente en los episodios de la redención nacional para cumplir el signo del llamado ineluctable de la patria ansiosa en los trágicos caminos de la libertad.Sànchez nunca vacilo para convertirse en instrumento de la redención nacional, condición que lo convierte en una figura de primera línea ante el llamado de las primeras clarinadas  para convertirse en cabeza dirigente conduciendo los caminos de la libertad de la patria.  

 El martirio de Sánchez es la consumación de un acto de criminalidad contra el sentimiento patrio, que  no tiene registro ni paralelo en la historia nacional. Su condena sumaria, y  su vil ejecución es un caso sui géneris que definió la naturaleza criminal del sector político y militar que siempre ha renunciado al ideal de patriotismo y que hizo de aquel acto un holocausto que crispó de sangre y tiño de luto la epidermis de la conciencia que hizo presencia en la puerta del Conde tocando con aires libertarios la sacra puerta de la independencia nacional. Quien caía fulminado entre humos y sonidos diabólicos de la fusilaría impiadosa, era  la encarnación del espíritu febrerista  que se levanto en la región sur para reivindicar los lauros patrióticos del legado de Duarte para cobrar la vil y nefasta traición de Pedro Santana al ideal independentista al consumar en forma inconsulta la anexión de la república a España.

Con la anexión de la soberania, Santana, iniciaba una acción ignominiosa, unos amargos capítulos que llenan de barbaries nuestra historia con tan infausto acontecimiento.

            Sánchez fue la presencia de la valentía de los hombres de Febrero que en cada palabras de defensas de él y de sus compañeros, se  convertían en látigo fulminante para sus verdugos. El martirio de Sánchez y sus compañeros de campaña patriótica, llenó  de horror y miedo a la concurrencia en aquel escenario de muerte de patriotas.Nunca en la recién república había ocurrido una hecatombe con esos ribetes de brutalidad, saña  y odios sin limites en la persona de un hombre que cargaba en su frente el decoro inmaculado de servir hasta la muerte al llamado de la patria. El fusilamiento sumario en la persona  del febrerista y sus compañeros, el odio emponzoñado, era  comparable con la acción de Nerón contra la vieja Roma, cuyo  fuego deleitaba la lujuria de aquella bestia humana.

En ningún momento se le vio a Sánchez cargar en su rostro con la angustia y la desesperación del vencido, siempre  demostró la grandeza de sus ideales y la firmeza de los propósitos que les indujeron a proclamar la redención de la República y a enarbolar la bandera mancillada por un acto bochornoso, de una vil traición a la grandeza de la patria. El cadalso que se instalo en San Juan recuerda la penitencia y el vía crucis del martirio, del  dolor  y de los cuerpos desgarrados por la inclemencia impiadosa de sanguinarias manos llenas de malicias que cercenaron la vida de aquellas almas con descargas de fusilerias imprecisas,a palos, machetazos  y con la furia de un vendaval dislocado.

Sánchez es el símbolo del martirio y de la dominicanidad que bautizo con su sangre el precio de la traición de los dominicanos que actuaron bajo el manto de la desvergüenza y de la traición.Fue el héroe que cargo en sus hombros, la organización de la gesta de Febrero.

La sangre de los Sánchez se derramo bajo el implacable articulo 210,obra funesta del santanismo,cuando sus familiares caían asesinados victimas de las intrigas de Pedro Santana.Tambien la sangre de los Sánchez se derramó en los primeros intentos para consumar la restauración de la República en la persona de Sánchez en los momentos de expirar  cuando sentenció :

´´ Para enarbolar el pabellón dominicano  fuè necesario derramar la sangre de los Sánchez, para arriarlo se necesita también  la de los Sánchez. Cumpla el presidente del Concejo su mandato.´´

La egregia figura de Sánchez, cuyo  nombre es símbolo eterno de heroicidad,es la imagen y la redención procera  de las ansias libertarias del pueblo dominicano, su  martirio en San Juan, abonó  el fértil camino que en todo nuestro proceso historico,ha significado un legado imperecedero que ha servido de bandera para  significativas jornadas libertarias de un alto valor epopéyico que se repite constantemente cuado el clarín de la libertad llama a los hijos de la tierra amada a imponer  las notas gloriosas  del canto de la patria.En cada acción en que la soberanía ha sido vilmente mancillada ya sea por la grosera intervención de fuerzas extranjeras o por la presencia de viles tiranias,aflora,el ejemplo de Sánchez que llena de vigor patriótico a los verdaderos dominicanos que bajo cualquier circunstancias nunca renuncian al deber ineludible de la defensa de los inmaculados principios de redención nacional.

Con el enjuiciamiento llevado a cabo contra Sánchez y sus compañeros de infortunio, se  consuma el juicio sumario y posterior acto cobarde de criminalidad caracterizado por la presencia de las autoridades  nacionales que organizaron el juicio en el cual no se cumplieron los elementos de carácter procesales  relacionados con la acusación. Con la genialidad y la maestría de la cualidad de defensor que poseía Sánchez, èste le señala a sus verdugos,   què, con que ley lo van juzgar pues los mismos principios que sirven de fundamento a la existencia de la dominicanidad son los que lo mandan a enarbolar  la defensa  de la nación.

Al conmemorar un aniversario más del fusilamiento del patricio Francisco del Rosario Sánchez, es motivo para que los dominicanos, nos inclinemos frente a esa egregia figura epopeyica, para honrar su sacrificio y su legado lleno de patriotismo en defensa de la soberanía nacional y la autoderteminaciòn del pueblo dominicano.

        El Tribunal.

Se instalo un falso tribunal a imagen y semejanza de los verdugos de patriotas, grande fue Sánchez en los momentos de la proclamación de la independencia y en el mismo martirio, también lo fue en sus medios de defensas frente a un tribunal instituido al margen de la legalidad del proceso como lo dijo el patricio cundo pregunto ¿ Con que ley me van  a  juzgar? Como defensor público, Francisco del Rosario Sánchez conocía los elementos de carácter procesales a tomarse en cuenta, cuestionó la ilegalidad de sus juzgadores, la existencia de un tribunal constituido al margen de un debido proceso y como tribuno de alta oratoria inicio su defensa con un acto de valentía y de responsabilidad que conmovió a las autoridades españolas presentes en el juicio. ¿Con que ley me van a juzgar?  repetía como látigo implacable contra sus verdugos.

El tribunal instalado en la plaza pública de San Juan estaba presidido por Domingo Lasala, además  por Alejo Justo Chanlatte como Secretario  y como Fiscal Tomás Pimentel. Todos los acusados fueron condenados al patíbulo por el Consejo de Guerra.

Sánchez estaba frente a Domingo Lasala a quien en ocasiones defendió como abogado que era Sánchez, pero en este momento de infortunios, Lázala era su enemigo. Es oportuno citar las palabras de Sánchez  en el juicio.

´´ Usted, Domingo Lsala, designado para juez de mi causa, pretende en vano humillarme. Lamento tener que recordarle en público, que yo fuì su abogado defensor ante los Tribunales de Santo Domingo y lo saqué a absuelto cuando estuvo usted acusado como presunto autor de asesinato en la persona de unos de sus parientes del Cibao.´´

En este juicio, Sánchez demostró sus cualidades como orador de altos vuelos y defensor de dotes excepcionales, sus palabras de defensa conmovieron a los presentes incluyendo  a los oficiales españoles que estaban  en aquel  bochornoso  escenario, tètrico, deprimente, donde la sangre  se derramo para golpear la cara de verdugos  de patriotas. Sánchez, firme en sus palabras, nunca se le vio renunciar a los principios que los indujeron a cruzar la frontera dominico-haitiana para enarbolar el pabellón dominicano. Con elegantes palabras de tribuno defensor, en medio de juicio este noble febrerista dijo:
¿Con que leyes se me  habrá de juzgar? ¿Con las españolas que no han comenzado a regir, pues el protocolo de la anexión establece un interrengo de meses para que comiencen a regir las leyes del reino, o con las dominicanas que me mandan sostener la independencia y la soberanía de mi patria?

Las palabras de Sánchez, eran truenos y relámpagos que golpeaban la conciencia de sus acusadores, el Presidente del Tribunal, Domingo Lásala, desesperado quería ahogar las palabras del mártir, Sánchez seguía prenunciando palabras a favor de las causas que lo indujeron a inicial  la empresa restauradora.  Es el momento para  decirle al General Eusebio Puello que su  cadáver sea colocado cerca de los restos de su hermano  Gabino Puello.

 El momento es de muerte, el mando funerario cubre el ambiente, Sánchez pronuncia, ´´ Puesto que está resuelto mi destino, que se cumpla.´´

La magistral defensa de Sánchez, inquietaba a la concurrencia, las autoridades militares  entre miedo y horror ordenaron Fuego y se oyó decir a Sánchez, la palabra FINIS POLONIA.

Su presencia en el juicio, era la reencarnación del ideario de los trinitarios y la confirmación de que en la mente de los patriotas se está abierto   el  camino para la gloria o la tragedia del martirio.

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