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domingo, 13 de noviembre de 2011

Repercusión Sermón de Montesinos

Juan Manuel Pérez

Repercusión del Sermón de Montesinos 500 años después La pregunta “¿Estos no son hombres?”, que Montesinos dirigió hace 500 años a las autoridades de la Isla en el sermón de adviento, cuestionó todo el proceso posterior de la colonización y evangelización del nuevo mundo y sigue cuestionando toda situación de violencia contra la dignidad y los derechos de la persona humana. 1. Resonancia en la Corte de Castilla El rey, Fernando el Católico, después de la información que le ofreció Montesinos sobre los abusos contra los indios, mandó promulgar las Leyes de Burgos (1512); poco después, a requerimiento de Pedro de Córdoba, las Leyes de Valladolid (1513) y años más tarde (1542) aparecieron las Nuevas Leyes de Indias ante la insistencia y los reclamos de Las Casas. Estas leyes, aunque limitaron los abusos contra los aborígenes, no los evitaron de forma radical. En primer lugar, porque la invasión de un país por otro es una violencia irreparable y causa de otros muchos abusos y, en segundo lugar, porque las leyes promulgadas en defensa de los indios no se cumplieron a cabalidad. Sin embargo, gracias a ellas, se puede afirmar que España fue el único imperio colonial que se planteó el problema ético sobre la licitud y justicia de su presencia en el nuevo mundo. 2.- Resonancia en la Universidad El eco del sermón resonó con fuerza en las aulas de la universidad de Salamanca. Los maestros de la escuela salmantina, dominicos en su mayoría, con Vitoria a la cabeza, ante el cuestionamiento del sermón de Montesinos recordaron el gesto de santo Domingo de Guzmán, su padre fundador, quien, siendo aún estudiante, vendió sus libros para ayudar a los pobres, porque no podía “estudiar en pieles muertas mientras que las pieles vivas se morían de hambre” (entonces no había papel y los libros eran de pergamino, de pieles finamente curtidas). Y, como Domingo, dejaron de lado los viejos pergaminos del Libro de las Sentencias de Pedro Lombardo que les servía de base en su enseñanza y aplicaron toda su preparación e inteligencia en la solución de los problemas vitales que les planteaban sus hermanos misioneros. Con este cambio de perspectiva se abrieron las puertas a nuevos horizontes en la investigación universitaria y se echaron los cimientos de lo que después se llamarían derechos humanos y derechos de los pueblos. 3. Resonancia en los foros sobre los derechos humanos El sermón de adviento inspiró muchos tratados y análisis en torno a la dignidad de la persona humana y a los derechos inherentes a su condición. La lista de los escritores, inspirados en el sermón de Montesinos, es demasiado larga para reseñarla aquí. No obstante, queremos señalar el hermoso libro, muy cercano a nosotros, Clamor de justicia en la Hispaniola 1502-1795” de Flérida de Nolasco, que apareció hace poco en su segunda edición. 4. Resonancia en la vivencia histórica de los dominicos La Orden de los Hermanos Predicadores (dominicos) fue aprobada por el papa Honorio III en 1216. Es decir, dentro de cinco años la orden de los dominicos va a cumplir 800 años de vida. Está preparando la celebración del 8º centenario reavivando el carisma fundacional: predicar la palabra de Dios. No es fácil anunciar el evangelio como buena nueva en un mundo desgarrado por la violencia, como el nuestro. Una situación parecida la encontraron los primeros dominicos que llegaron a estas tierras de América. En el sermón de adviento defienden la dignidad de los indios y denuncian los abusos de los colonizadores como “verdad evangélica, necesaria para la salvación de todos”. La coincidencia de la preparación del 8º centenario de la orden con los 500 años del sermón explica que la Orden haya tomado el sermón de Montesinos como punto de referencia en la predicación en situaciones conflictivas. El folleto “En solidaridad evangélica con los oprimidos. V Centenario de la presencia de la Orden en América, elaborado precisamente aquí en República Dominicana, traducido al francés y al inglés, ha sido repartido en las casas que tiene la Orden esparcidas en 90 países de los cinco continentes y está sirviendo de ayuda en la búsqueda de una predicación del evangelio en un mundo que desconoce y desprecia sistemáticamente la dignidad de la persona humana. El sermón de Montesinos sigue resonando con fuerza aún en el corazón de los hermanos. 5. Resonancia en la República Dominicana La Conferencia del Episcopado Dominicano acaba de publicar la Carta Pastoral “500 años en defensa de la dignidad humana”, que es una aplicación del sermón de Montesinos a la situación actual de nuestro país. Partiendo de la pregunta clave del sermón “¿Estos no son hombres?”, los Señores Obispos se preguntan, al estilo de Montesinos, con qué derecho y con qué autoridad hay tantos dominicanos y dominicanas que viven olvidados en nuestra sociedad. La Carta menciona distintos grupos que viven como si no tuvieran derechos: los sin papeles (más de una cuarta parte de la población no está declarada); los trabajadores con sueldos de miseria; la gente que vive en los campos o en las orillas de ríos y cañadas sin ninguna atención; niños y niñas abandonados en la calle, expuestos a todo clase de abusos y de extorsión; tanta gente que padece por la mala administración de la justicia; jóvenes sin porvenir, etc. En un apartado recuerda los derechos que la Constitución de la República garantiza a todos los ciudadanos, pero que una gran parte no disfruta de esos derechos. Y terminan diciendo: “con este mensaje queremos hacer una invitación a todos los dominicanos, hombres y mujeres de buena voluntad, a cumplir con nuestros deberes y exigir nuestros derechos ciudadanos”. Vale la pena leer y meditar esta Carta Pastoral. El cuestionamiento va dirigido evidentemente a las autoridades y a los funcionarios; es decir, a los que tienen poder para resolver esos problemas. Pero en el fondo nos afecta a todos, porque todos podemos hacer más de lo que estamos haciendo. Pienso que el análisis de la Carta de los Obispos, tanto a nivel personal como en las reuniones de grupos apostólicos y comunidades eclesiales, nos hará ver que tratamos a los demás como si no fueran personas o fueran seres inferiores. 6. Vigencia perenne del sermón La pregunta de Montesinos ¿Estos no son hombres? Entonces, ¿Con qué derecho? fue, es y seguirá siendo la pregunta clave a responder, porque siempre existirán personas, grupos sociales y países enteros que se creen superiores a los demás y se arrogan el derecho de someter, abusar y marginar a los que, según ellos, son inferiores. La pregunta cuestiona la razón de ser del gobierno, de la administración política, de la actividad económica (producción) y comercial (distribución de los bienes), de la promulgación de leyes, de la administración de justicia y de todos los servicios públicos: educación, sanidad, transporte, etc. El concilio Vaticano II resume todo esto en una frase lapidaria: “el principio, el sujeto y fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana” (GS 25). Y es también la pregunta que cada uno de nosotros debe responder si de verdad queremos saber si nuestras relaciones interpersonales o como miembro de un grupo social o eclesial se basan en el reconocimiento de la dignidad y en el respeto de los derechos del otro o si, por el contrario, nuestras relaciones buscan sólo nuestro interés personal. Fe y Vida / Juan Manuel Pérez

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