Autor: José Enrique Méndez Díaz
Desde el fondo lacustre del nido terso
un tornado
estremeció el jardín
las estribaciones del alma del Jaragua
Conmovedora es la leyenda que
lo cuenta
Hay gritos y llantos en el recuerdo
rodeados, atacados y muertos
Hace siglos de aquella luna triste
que vio la matanza
la orden no notificada
de ahorcar el oro de la Flor
Pero la flor señera no murió
Permaneció en el calendario nublado
de sensaciones
creció en el pináculo prometedor verde
que fue persistencia
tricromía de mariposas
en otro ramo de flor
No hay comentarios:
Publicar un comentario