Por. Ing. Teódulo Antonio
Mercedes
Por
solicitud de varios amigos de San Juan
de la Maguana, los cuales son activistas culturales, son estas opiniones sobre
el recién presentado libro titulado: Guía del patrimonio histórico y cultural de San
Juan de la Maguana.
Como
se observa en su nombre, dicha documentación editada en edición de lujo, con más de 103 páginas llena
de fotografías a color, constituyó todo un laborioso trabajo documental
tendente a poner a disposición de los interesados una documentación ágil,
veras, con informaciones actualizadas
del devenir histórico y cultural del granero del sur, que facilite una hoja de
ruta con precisión al visitante de estas lejanas tierras de la región sur de la
nación.
Como
es de todo conocido en lingüística, el término guía
puede hacer referencia a directrices o consejos sobre determinadas materias, en
nuestro caso turístico, para viajeros.
Sobre patrimonio cultural entendemos la herencia cultural de una comunidad, con la que ésta vive y se desenvuelve en la actualidad y que
transmite a las generaciones existentes
y a la que habrán de presentarse.
Esos bienes
y valores culturales que son expresión de la
identidad de ese conglomerado, que se manifiestan como costumbres, tradición y hábitos, así como la diversidad de bienes inmateriales y materiales, muebles
e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético,
plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico, musical,
testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico, y antropológico, los cuales son o deben ser el objeto mismo de este necesario
estudio que nos coloca en el espacio de la modernidad.
Por patrimonio
arquitectónico se puede ver un edificio, un conjunto de edificios o las
ruinas de un edificio, o de un conjunto de edificios que, con el paso del
tiempo, han adquirido un valor mayor al originalmente asignado, pudiendo ser cultural o emocional, físico o
intangible, histórico o técnico.
Las obras de
arquitectura que pueden considerarse de patrimonio serán las que, debido a una multiplicidad de
razones, no todas de índole técnica o artística, o de costos, así como de
temporalidad, completen los requisitos antes establecidos.
Estos criterios
fundamentales fueron los que primaron el
16 de noviembre de 1972, en la Convención para la protección del Patrimonio Cultural y Natural del
Mundo realizada por la
(UNESCO),
cuyo objetivo es promover la identificación, protección y preservación del
patrimonio cultural y natural de todo el mundo, el cual es considerado
especialmente valioso para la humanidad.
Dichas consideraciones
fueron ampliada el 17 de octubre del 2003, por medio de la Inmaterial”,
la cual definió que:
“Se
entiende por patrimonio inmaterial los usos, representaciones,
expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los
instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes-
que las comunidades, los grupos y, en algunos casos,
los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio
cultural.
Este
patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación,
es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su
entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un
sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el
respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.”
Luego de haber definido el marco conceptual donde debió desarrollarse el
trabajo, procedimos a su valoración documental.
Al inicio buscamos el marco operacional que constituyó la simiente de
donde procedió el levantamiento de las informaciones, y, para nuestra sorpresa
no encontramos ninguno, desde el punto de vista de una de las ciencias que
deben conducir los trabajos de esta naturaleza, pero con el deseo de no
prejuiciar las informaciones, adoptamos las consideraciones emitidas en la
presentación de la obra, la cual se puede observar en la segunda página de la
publicación, donde se afirma lo siguiente: Después de varias reuniones
organizadas por la Dirección de Saneamiento Ambiental y Forestal, el
Departamento de Cultura del Ayuntamiento Municipal y varias entidades del
municipio, se procedió a organizar los trabajos para el levantamiento. Se
estableció una coordenada cuyo punto de partida son las calles doctor Cabral
(Norte-Sur) y la avenida Independencia (Este- oeste). Para cada cuadrante se
eligió una comisión dirigida por un coordinador y varios integrantes.”
Como se observa, el elemento técnico de especialista fue omitido es este
trabajo, tanto en el informe presentado, como en el levantamiento de las
informaciones recogidas, las cuales constituyen la materia prima para la
elaboración de la pretendida guía.
Luego de este problema metodológico, el cual no le encontré explicación, procedí a evaluar
las informaciones mismas con la esperanza de encontrarle respuestas a mis
inquietudes en el grueso de la obra misma.
Aunque el propósito desde el principio no fue la evaluación
de impresión, me chocó la existencia de grandes cantidades de errores
ortográficos y de diagramación así como una encuadernación inapropiada, la cual
tiende a desgranarse con el toque de las hojas, lo que evidencia la carencia de
esos técnicos en la publicación de una obra tan costosa, motivado quizás al
consejo de un sabelotodo, que con poder y conocimientos limitados incide de
manera determinante en la toma de decisiones.
De igual manera, es notoria la existencia de errores en informaciones
históricas, las cuales espero que especialista en la historia de San Juan
puedan intervenir y colocar las informaciones en el lugar que correspondan, en
consonancia con los hechos acontecidos.
Como respecto a esos profesionales, los cuales creo que intervendrán en
la corrección de estas desinformaciones, no señalo ninguna, porque las
correcciones mismas traerán discusiones que solo especialistas están en el
deber de participar externando sus
opiniones de manera libérrima como deben de dilucidarse confrontaciones de esa naturaleza.
Con relación al parámetro a seguir, según las definiciones enunciadas al
principio, puedo afirmar que la publicación no llena los requisitos que su
enunciado pretende cometer. En primer lugar, porque las informaciones obtenidas
están desvalorizadas porque se tomaron bajo concepto emanado de prejuicio
social y los bienes y valores
culturales que son expresión de la
identidad de ese conglomerado que se manifiestan como costumbres, tradiciones y hábitos, no
fueron presentados en su totalidad, trabajando aquellas en que sus propietarios
representan, desde el punto de vista económico, importancia social en algún
espacio de la localidad.
Dicha uniformidad en el prejuicio, desde el inicio refleja una ausencia
de originalidad, la cual es sumamente perniciosa, cuando analicemos el descuido
de los valores inmateriales que fueron omitidos en el estudio.
Para poder demostrar dichas afirmaciones, es imprescindible enseñar sus inconsistencias en los diferentes renglones de los bienes
y valores culturales que son expresión de la
identidad en lo presentado.
Comenzando
por sus demostraciones más numerosas, el patrimonio monumental.
En
patrimonio monumental es inconsistente. Porque lo que se presenta, en demasía,
son construcciones nuevas, realizadas por los mismos incumbentes de la
pretendida guía, de discutible valor estético, los que nadie la ha evaluado y
son desconocidas por las pasadas generaciones y gran parte de la presente.
Algunas
que se presentan por sus valores como
histórico o técnico, no tienen tales valores, porque no constituyen hitos
técnicos, sino construcciones normales realizadas en localidades despobladas y
con carencias de infraestructura técnica realizada por el propósito de llevar
mejoría en el proceso productivo, en lugares con alto potencial de desarrollo,
pero no innovaciones.
Con
relación a las edificaciones que sí tienen categorías de patrimonio históricos,
su descripciones son deficientes y adolecen de las informaciones arquitectónicas
correspondientes, como es su estilo constructivo y qué manifestación tubo dicho
estilo en Santo Domingo.
Como
por ejemplo, cuántas casas en San Juan quedan hoy de las que fueron construidas
con el estilo Isabelino. Esta es una sola pregunta en ese renglón de carencias
en el informe arquitectónico.
Las
mayorías de casas presentadas que no tienen relaciones gubernamentales, son,
desde el punto de vista sociológico, reconocimiento a munícipes y familiares en
función de su importancia y prestigio social en un momento determinado del
desarrollo de la comunidad, pero que hoy todavía tienen presencia.
No se
presenta ninguna vivienda en función del valor histórico que presentó uno de
sus habitantes. Por ese criterio, no aparece la casa del mártir de la
modernidad Gustavo Emilio Dimaggio, ubicada en la Estrelleta esquina Anacaona
frente al “Parque de los Burros”.
Por
prejuicio social, tampoco aparece la casa de Pirindin, ejemplo de laboriosidad,
honestidad e identidad Sanjuanera reconocido en todos los confines de la
modernidad.
Por
esa misma razón, pero por partida doble, no aparece la casa de Carlita, la
madre del brillante y maldito Carlo,
lugar de gran reconocimiento para los creyentes de las ciencias ocultas.
Sobre
el patrimonio inmaterial, según los ejecutantes de la obra, por sus omisiones,
eso parece como que no existe. Por ese motivo no se tienen informaciones de los
barrios de San Juan, los cuales para no negar en su totalidad su existencia se
mencionan solo cinco o seis, sin hacer mención de sus características
culturales más pronunciadas.
En ese
intento de guía, nadie sabe donde se tocan los palos, en qué lugar se toca y se
baila ese tipo de música, pero al mismo tiempo, tampoco informa de “Centro de
Luaces”, donde pueden ir los creyentes visitantes del pueblo, a ver cómo, según
esas creencias, se desarrolla esa cultura, solo mencionando a los centros
liboristas, los cuales son más centros de publicidad mediática que de práctica
de religiosa, porque el creyente de esas ideas, desde el punto de vista
sociológico, es callado y poco comunicativo.
Tampoco
hace mención del creciente carnaval de la ciudad y sus manifestaciones
barriales, porque a la cultura popular en las formaciones elitistas no tiene
cabida, así como las culinarias.
Por
ese simple criterio, en la pretendida guía turística, al visitante de la región
o de fuera, no se le presta información que le permita en su estadía en el
lugar, aprovisionarse de un poco de queso de San Juan en sus diferentes
variedades, o de su famoso chicharón o longaniza de Juan de Herrera, artículos
que en el transcurso de los años representa la distinción del Sanjuanero.
De
igual manera, no se presenta ninguna información que permita a un ciudadano
ir a un lugar donde pueda disfrutar del
famoso chenchén con chivo, plato moderno que ha sido colocado en la identidad
culinaria del San Juan del siglo veintiuno.
Sobre
los centros ambientales y ecológicos, las informaciones que se presentan son
insuficientes para una guía turística, sobre todos en aquellos que se muestran
con emanaciones de agua, los cuales deben de contar con datos de media de pH,
así como de media de temperatura y turbidez.
Para que el trabajo sea único en su clase en todo el territorio
nacional, se debe de documentar
la ruta de Hato del Padre y
Asiento de Luisa hasta las cercanías de La Cabulla, pasando por Punta Caña y
por La Jagua, no tan sólo desde el punto de vista geográfico y geológico,
sino que también deben determinarse sus
altimetrías y diámetros en los promontorios, los cuales son cráteres de
volcanes en extinción, presentando en la guía turística, la ruta de los
volcanes en extinción del granero del sur.
Pero
desde el punto de vista informacional, el cúmulo de informaciones presentadas
de manera anárquica, no tiene el elemento racional de la información turística,
que es su hoja de ruta, con la cual el viajero determina el camino más corto y
viable para llegar a ese punto, desde el lugar que el pretende la información.
Esta
información quedará pendiente para el ocasional transeúnte, que si la suerte lo
acompaña, estará quizás más perdido que el viajante temporal.
Luego
de conocer las diversas debilidades que presenta la pretendida guía turística,
tomando en consideración la cantidad de informaciones que con un poco más de
labor pueden ser utilizada, considero que se deben de contratar los técnicos
apropiados y rediseñar el libro, de tal manera que la población de San Juan
pueda disponer de una eficiente y bien documentada guía, la cual pueda llenar
el cometido que lo que iniciaron el proyecto quisieron aportar a sus munícipes.
26 de
septiembre de 2012. San Juan de la Maguana
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