José Enrique Méndez
De citas extraídas de la obra “Trujillo y Yo", Memorias de Johnny Abbes García, edición de Orlando Inoa, podemos apreciar los planes de Johnny Abbes, sugeridos al dictador Trujillo para declararle la “guerra a sangre y muerte” a los obispos que valientemente condenaron “la supresión de los derechos individuales provenientes de la ley natural y entre esos derechos la libertad de conciencia, de prensa y de reunión pacifica” en la Pastorales con que los curas dominicanos se declararon en rebelión contra la dictadura a partir del 31 de enero de 1960.
Luego de la segunda Pastoral, leída en los templos el 6 de marzo de 1960, la Radio Caribe, “hechura de Johnny Abbes García”, el temible criminal, jefe de la seguridad militar, “la persona más odiada de toda la Era de Trujillo” emprendió la campaña contra los curas
En procura de motivar a Trujillo a una lucha frontal contra la iglesia, Johnny Abbes en sus memorias expresa:
.”.mis investigaciones personales me condujeron a comprobar verdades tremendas que sacudieron profundamente a Trujillo: Monseñor O’ Reilly había sido capellán de las Fuerzas Armadas norteamericanas en la II Guerra Mundial; era un agente de la CIA; en la casa parroquial tenía un aparato transmisor que utilizaba para fines políticos y además era protector de los muchachos terroristas que ponían bombas en San Juan de la Maguana”.
Con fines de consumar sus planes, el antiguo jefe del SIM, Servicio de Inteligencia Militar de la dictadura, en las memorias que escribió poco tiempo después de abandonar el país en 1961 podemos constatar el comportamiento negativo asumido en sus planes de enfrentar a los obispos Panal de la Vega y Reilly de San Juan.
(…) Envié a San Juan a Lamela Geler. Su misión inflar las muchedumbres.
Lamela improvisó una tribuna en el parque central de la ciudad. Sus discursos parecían arrancados de las páginas de la Revolución Francesa, por su violento corte anticlerical. Grupos de jóvenes sanjuaneros, muchos de los cuales militaron en la oposición más virulenta después del asesinato de Trujillo, recorrieron la ciudad gritando consignas violentas. ..
Más adelante se deleita narrando como “una lluvia de piedras había empezado a caer en la iglesia y en la casa parroquial” y de que manera al informar al dictador que “-La gente está a la puerta de la iglesia y pide la cabeza de O’ Reilly" a lo cual afirma que: "La voz del dictador quemó el radio teléfono": -Deje al pueblo que actúe…Que se retiren la policía y las Fuerzas Armadas”,\.
Como buscando desmeritar a los hombres y mujeres que tomaron posterior conciencia sobre el sangriento régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo Molina, la pluma del sanguinario jefe del SIM, dice:
"La turba, la misma turba que luego saqueó residencias trujillistas, asesinado el Jefe, la misma que utilizó Unión Cívica Nacional para repudiar a Balaguer y que subió a los tanques mientras Bonnelly en Palacio sonreía, saqueó la iglesia y la residencia del Obispo.
El vino corrió en abundancia increíble y según se me dijo muchas familias comieron esa noche y las siguientes con las reservas acumuladas en la alacena privada del humilde y piadoso Monseñor O’ Reilly”-termina diciendo Abbes García.
Confrontaremos estas “Memorias” y formaremos nuestros juicios críticos de los hechos .
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