Por José Enrique Méndez.
El Monologo: ¡Anacaona Vive! de la autoría del Lic. Rubén Moreta, interpretado por la Actriz: Anyela Rodríguez, conmovió de emoción a los invitados nacionales e internacionales que asistieron al acto inaugural del Seminario Internacional sobre Historia y Cultura Taína, en el Salón del Casino San Juan el 4 de Junio del 2007.
Vimos correr lagrimas por muchos rostros, al escuchar la voz de la mujer, representada en Anacaona, levantarse en rebeldía, denunciando el atropello sobre la raza aborigen del Jaragua y el Maguana.
Les presentamos el texto del monologo a fin de que quienes faltaron a al cita aun puedan disfrutarla
Monologo ¡Anacaona Vive!:
Hola, Me conocen? Aquí estoy. Aquí me encuentro. Yo soy Anacaona, que en Lengua Taina significa “Flor de Oro”.
He venido esta noche a contarles mi historia. La verdadera historia mía y de mi raza.
Era una isla hermosa poblada por mi gente pacífica, que amaba y respetaba la naturaleza. Nuestras relaciones de producción estaban basadas en la igualdad. Todo lo compartíamos como hermanos.
Vivíamos de la pesca, la caza y la agricultura, en armonía con el bosque. No nos gustaba la guerra.
Mi esposo Caonabo era un hombre valiente y gallardo, y ayudado por los Dioses él dirigía el cacicazgo del Maguana, que abarcaba todas estas tierras del valle grande. El me construyó una Plaza Ceremonial donde en mi honor se me hacían Areitos.
Adorábamos muchos Dioses. Ellos nos protegían y guiaban, y hacían benigna la madre naturaleza.
Pero llegaron los conquistadores. Eran hombres blancos con armas poderosas.
Lo confundimos con Dioses y creíamos que eran seres superiores. Fueron muy crueles con mi raza.
Les brindamos hospitalidad y atenciones a su llegada y ellos a cambio nos maltrataron. Nos reprimieron, nos borraron nuestra cultura, tomaron nuestras mujeres, esclavizaron nuestros hombres, nos impusieron un solo Dios, trajeron enfermedades y se robaron nuestra tierra.
Como no sabíamos escribir, ellos escribieron la historia, y han mentido. La visión histórica de nuestra raza ha sido tergiversada. Yo quiero que los niños y jóvenes sepan que los Españoles exterminaron mi raza a través de métodos violentos.
Conmigo se llegó al extremo. Se los voy a contar:
Me acusaron de libinidosa y desvergonzada.
Roldán impidió el matrimonio de mi hija Higuemota con Hernando Guevara. Mataron a mi esposo Caonabo. Nicolás de Ovando me acusó de conspiradora y urdió en 1503 un plan para exterminar mi reino en el Jaragua, tierra en que yo era Cacica principal al morir mi hermano Bohechio.
Y saben ustedes cómo Ovando lo hizo? Marchó con 300 infantes y 70 jinetes bien armados en una visita que iba ser supuestamente pacífica. Un domingo le preparé una fiesta de recibimiento. Allí reuní a todos los pobladores y a los Caciques y Nitainos de mi reino y fiestamos con ellos. Jugábamos a la caña cuando de pronto dio ordenes a que nos encierren en un caney o bohio grande. Nos hizo pegar fuego y quemó casi todos.
A mi me amarró y me encerró y días después me ahorcó. ¡Que horror! Que matanza más cruel.
Todo lo ejecutaron los capitanes Diego de Velásquez y Rodrigo Mejía, cumpliendo ordenes de Nicolás de Ovando. Y exterminaron a los hombres y mujeres del Jaragua. Hubo resistencia en la Guahaba, en Amigayahua y en Guacayarima. Pero ellos, los blancos españoles eran superiores en armas y nos vencieron.
Y nos avasallaron. Y tomaron nuestras tierras y levantaron villas.
Y yo estoy aquí para recordarles que nosotros existimos una vez. Que los aborígenes somos parte de la dominicanidad.
¡No nos olviden! Los Españoles y la Iglesia tienen una deuda con nuestra isla, ellos exterminaron una raza. Y algún día nos levantaremos de nuestra tumba para exigir JUSTICIA.
¡Muchas Gracias!
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