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sábado, 16 de julio de 2011
Época precolombina en el territorio de San Juan
Por encontrarse tierra adentro, alejada de las costas, el territorio de San Juan no fue lugar de habitación de las primeras culturas indígenas, que comenzaron a poblar nuestra isla unos tres mil años A. C. Probablemente, los primeros asentamientos indígenas en la zona se establecieron a partir de la hibridación de las culturas conocidas por los nombres de barreroides y los banwaroides, que poblaron originalmente la isla, proceso que se inició unos 1500 años A. C.
En la provincia se han encontrado yacimientos arqueológicos como el de Cañada de Palma, situado a unos 18 kilómetros de San Juan, que de acuerdo con los investigadores Elpidio Ortega y José Guerrero se puede clasificar como yacimiento paleo arcaico, que fue habitado por culturas que practicaban la agricultura y elaboraban cerámica.
En la provincia también se encuentran otros yacimientos arqueológicos, como la plaza ceremonial de Sonador y la plaza ceremonial conocida con el nombre de El Corral de los Indios, que es una extensa plaza situada a poca distancia de la ciudad de San Juan de la Maguana y donde se practicaban ritos de la cultura taína a la llegada de los españoles en 1492.
En 1492 el actual territorio de la provincia San Juan formaba parte del cacicazgo de Maguana, que entonces estaba dirigido por el cacique Caonabo. Este valiente jefe indio fue el primero que opuso resistencia a la ocupación española de la isla de Santo Domingo. Se le acusó de ser el responsable del ataque a un fuerte llamado de la Navidad, que Cristóbal Colón dejó instalado en la isla ante la imposibilidad de llevar a toda su tripulación de regreso de España, en su primer viaje a América. A causa de esta acusación, Canoabo fue hecho prisionero. El apresamiento fue dirigido por Alonso de Ojeda, quien se valió de un ardid para consumarlo. El capitán, enviado por el Almirante Cristóbal Colón, le hizo creer al cacique que unas esposas eran piezas divinas y lo convenció de que se las probara. Aceptada la insinuación, y ya prendido, Canoabo fue llevado a la ciudad de la Isabela. En el mes de febrero de 1495 fue enviado a España, en calidad de prisionero. El cacique engañado nunca llegó a la cárcel, porque la nave en la que fue enviado naufragó muriendo todos sus ocupantes.
Los indios del cacicazgo dirigido por Caonabo se rebelaron en contra de su prisión y las tropas españolas llevaron a cabo una matanza, que según cuenta el padre Bartolomé de las Casas, le costó la vida a más de la mitad de la población de la zona, quedando ese territorio bajo el control español desde entonces.
Fasciculo Fragmento de Patria, San Juan
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