Salto de Jinova, aguas puras y cristalinas de San Juan
Pequeño Que Ruje: Dedicado al Jínova
Juan Tobías León Ortega
Cristalina cascada de poder que caía sobre mis hombros bañando mi cuerpo de juventud en un salto sagrado que una vez embelesó a la raza del Orinoco, con su magia insípida conquistabas a la mujer indígena que con cabellos lacios acariciabas enredados en tus aguas frescas y alegres,
y los manglares a tu paso, sonreían el caudal de los dioses en que Guabancex se erguía con el sonido de vientos y rechinar de murmullos manigüeros, las Guácimas hablaban, las Baitoas se estremecían con el olor de tus aguas puras,
hoy te han robado tu caminar, porque tu rugir no cesa, y bravo eres a tu paso, conquistando a tu manera lo que fue tan tuyo, en los años mozos de tu existencia,
hoy te desbordas con el llamado de Guataúba y entras como un extranjero a tu tierra, a lo que fuera el huerto imperecedero del valle encantado de Bejucos, Cazabes, Jutías y Bohíos.
POSESION DEL AGUA Y LA ROCA
CAONABO PEÑA
!Oh, Salto de Jínova !
vetustas son tus aguas
que seducen de emoción
Entre las grietas de tus núbiles crestas
trepan violando las rocas
aguas ligeras de un acero metálico
La brisa resopla en un remanso de
inquietudes varoniles
y en los balcones de arena
tras la angosta quebrada de tu paso
hay un éxtasis vaporoso de espumas y
burbujas
Quejumbrósa queda la montaña poseída
de aquel inmenso manantial
y en el fondo, palpitante
sobre las bronceadas piedras
las aguas sedientas....
Como buscando un romance o un beso...
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