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viernes, 9 de noviembre de 2012

EDUCAR, LO TENGO CLARO




Américo Valenzuela G.-
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La  educación produce frutos que se sienten y que se ven. 

En toda circunstancia invertir en educar es correcto y esperanzador.

Es  verdad que en muchas ocasiones y oportunidades el éxito de ésta depende de la familia.

La educación aparenta llevarse en los genes, pero es un peldaño hereditario que se debe promover.

Es en la familia donde se inicia la verdadera educación.

La familia es el laboratorio que permite  descubrir a nuestros semejantes, que vivimos y que respiramos en un medio ambiente natural prodigioso común.

Nos enseña a saber que convivimos, y comprender que en comunidad sobrevivimos.

Educar enseña que debemos respetar la vida propia y la vida de los demás.

Del educado podemos saborear el néctar, la inteligencia, el acto prudente.

A saboreamos  el triunfo de la conciencia, el desarrollo exitoso de nuestra humanidad.

El poder proclamarnos seres realizados y plenos gracias al empeño y al desempeño del amor. 

SI SE EDUCA….

Si se educa cursara una profesión para acomodar el constante devenir de la vida.

Pero sabrá que educarse supera ese tipo de actividad productiva e intelectual.

Educarse es desarrollar lo humano en nosotros, el sentimiento solidario, los potenciales psíquicos, la fuerza del espíritu, el valor del cuerpo físico, el don de servicio, la caridad.

En verdad se hereda en la sangre, procede de tiempos pasados y  remotos, desde los abuelos.

Si educa honra el aspecto antropológico de la Creación y los motivos de la vida inteligente.
Es decir, las razones de nuestra existencia.

El educado se reconocerá perteneciente al reino de los humanos. 

Es parte del reino de los hombres conviviendo en un mismo espacio con otros reinos superiores e inferiores.

Sabrá que el nivel de inteligencia y el grado de evolución de las especies crean la diferencia.
Pero que todos existimos para evolucionar y transferir a los demás el nivel logrado en ese sendero ascendente que transitamos juntos a los astros y las estrellas.

Que pertenece y se debe a un clan familiar, a una raza con su color característico y sus acondiciones ancestrales, a una región, a un país, a una nación.

Recordará que pertenece a un mundo habitado talves acompañado por otros mundos por igual.

Si se educa conocerá que en todo existe una jerarquía y un orden, descubrirá el lugar y el rol que cumple en ese tipo de sistemas.

Y luchara a favor de la preservación y ampliación, o en su contra por modificarlo pero siempre por mejorarlo.

Sabrá que es de un linaje, descubrirá la necesidad de compartir y de convivir.
Ira por el no desenfreno de la pasión. 

Vera su condición de individuo dentro de lo cósmico y dentro de lo universal.

Como un precioso y resplandeciente grano de arena en medio del inmenso mar cósmico, estelar.

Se verá dentro de las tradiciones y de las costumbres,  tras lo místico y real.

Identificándose con aquella vibración sagrada y divina que más se asemeje a su nivel de conciencia.

Revela la condición de su raza ante las demás. Y luchara por el agrado, su conyugue, lo afable, y la cordura.

Si se educa ira amando al prójimo más que así mismo.  Incluso ha de descubrir la santidad en esa actitud por el prójimo. 

Engrandecerá el alma, dará el triunfo al espíritu, velara por la perfección  de la manifestación del amor. 

Y se preguntará asimismo quien soy yo, que hago aquí, hacia donde voy, esa es la cuestión permanente en su corazón.

Si, entes pensantes satisfechos del tránsito por el sendero ascendente de la vida.

Educar para lograr transitar peldaños evolutivos como seres pensantes e inspirados.

Que deseo de vivir lo acompañará siempre!

Que ganas de servir ¡

El ser educado resulta un ente auto controlado, un jinete sobre sus propias fuerzas interiores instintivas.

Donde quiera que se presente y exprese un ser humano con educación, se manifiesta la decencia y empatía.

Y en consecuencia, la paz.

Si es educado resulta menos violento. 


Más comunicativo. Más racional. Presenta mayores reclamaciones y mejores aportes.
Busca y ofrece calidad y eficiencia. Respeta y desea lo respeten. Aporta y busca le aporten.
Quien se ha educado estará informado, actualizado, avisado, y preparado.

Estar educado indica  vivir lo contemporáneo.

Aquel quien ha sido educado enferma menos, puede ser longevo, y resulta más útil a la familia y la sociedad.

Es decir, más fructífero.

Si ha recibido educación actúa en el marco de la ley, en los principios del decoro, sobre el respeto a los demás.

Y no puede ser orgulloso ni envidioso ya que se ha señalado que estos son dos de cinco venenos antihumanos como la apatía.

Una persona educada siempre forma parte de un colectivo consciente de su condición, actúa dentro de las normas de esa común-unidad, a favor de todos, en nombre del grupo, impulsando el equipo.

Un educado es un privilegiado,  es un ente saludable. Es menos etiquetado, más abierto, más libre.
El educado es aquel capaz de “arañar” la tierra en aras de crear bienes y riquezas.
Mientras más y mejor educado mejor funcionan las instituciones, la justicia, los jueces, los policías. 

Sí, porque uno con educación sabe lo que representa corromper a los demás.
El educado sabe de moral, va a lo espiritual, mejora lo físico.






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