Américo Valenzuela G.-
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La educación produce frutos que se sienten y que
se ven.
En toda
circunstancia invertir en educar es correcto y esperanzador.
Es verdad que en muchas ocasiones y
oportunidades el éxito de ésta depende de la familia.
La educación aparenta
llevarse en los genes, pero es un peldaño hereditario que se debe promover.
Es en la
familia donde se inicia la verdadera educación.
La familia es
el laboratorio que permite descubrir a
nuestros semejantes, que vivimos y que respiramos en un medio ambiente natural
prodigioso común.
Nos enseña a saber
que convivimos, y comprender que en comunidad sobrevivimos.
Educar enseña
que debemos respetar la vida propia y la vida de los demás.
Del educado podemos
saborear el néctar, la inteligencia, el acto prudente.
A
saboreamos el triunfo de la conciencia,
el desarrollo exitoso de nuestra humanidad.
El poder
proclamarnos seres realizados y plenos gracias al empeño y al desempeño del amor.
SI SE EDUCA….
Si se educa cursara una profesión
para acomodar el constante devenir de la vida.
Pero sabrá que educarse supera ese
tipo de actividad productiva e intelectual.
Educarse es desarrollar lo humano en
nosotros, el sentimiento solidario, los potenciales psíquicos, la fuerza del
espíritu, el valor del cuerpo físico, el don de servicio, la caridad.
Si educa honra el aspecto
antropológico de la Creación y los motivos de la vida inteligente.
Es decir, las razones de nuestra
existencia.
El educado se reconocerá
perteneciente al reino de los humanos.
Es parte del reino de los hombres conviviendo
en un mismo espacio con otros reinos superiores e inferiores.
Sabrá que el nivel de inteligencia y
el grado de evolución de las especies crean la diferencia.
Pero que todos existimos para
evolucionar y transferir a los demás el nivel logrado en ese sendero ascendente
que transitamos juntos a los astros y las estrellas.
Que pertenece y se debe a un clan
familiar, a una raza con su color característico y sus acondiciones
ancestrales, a una región, a un país, a una nación.
Recordará que pertenece a un mundo
habitado talves acompañado por otros mundos por igual.
Si se educa conocerá que en todo
existe una jerarquía y un orden, descubrirá el lugar y el rol que cumple en ese
tipo de sistemas.
Y luchara a favor de la preservación
y ampliación, o en su contra por modificarlo pero siempre por mejorarlo.
Sabrá que es de un linaje, descubrirá
la necesidad de compartir y de convivir.
Ira por el no desenfreno de la
pasión.
Vera su condición de individuo dentro
de lo cósmico y dentro de lo universal.
Como un precioso y resplandeciente
grano de arena en medio del inmenso mar cósmico, estelar.
Se verá dentro de las tradiciones y
de las costumbres, tras lo místico y
real.
Identificándose con aquella vibración
sagrada y divina que más se asemeje a su nivel de conciencia.
Revela la condición de su raza ante
las demás. Y luchara por el agrado, su conyugue, lo afable, y la cordura.
Si se educa ira amando al prójimo más
que así mismo. Incluso ha de descubrir
la santidad en esa actitud por el prójimo.
Engrandecerá el alma, dará el triunfo
al espíritu, velara por la perfección de
la manifestación del amor.
Y se preguntará asimismo quien soy
yo, que hago aquí, hacia donde voy, esa es la cuestión permanente en su
corazón.
Si, entes
pensantes satisfechos del tránsito por el sendero ascendente de la vida.
Educar para
lograr transitar peldaños evolutivos como seres pensantes e inspirados.
Que deseo de
vivir lo acompañará siempre!
Que ganas de
servir ¡
El ser
educado resulta un ente auto controlado, un jinete sobre sus propias fuerzas
interiores instintivas.
Donde quiera
que se presente y exprese un ser humano con educación, se manifiesta la decencia
y empatía.
Y en
consecuencia, la paz.
Si es educado
resulta menos violento.
Más
comunicativo. Más racional. Presenta mayores reclamaciones y mejores aportes.
Busca y
ofrece calidad y eficiencia. Respeta y desea lo respeten. Aporta y busca le
aporten.
Quien se ha
educado estará informado, actualizado, avisado, y preparado.
Estar educado
indica vivir lo contemporáneo.
Aquel quien
ha sido educado enferma menos, puede ser longevo, y resulta más útil a la
familia y la sociedad.
Es decir, más
fructífero.
Si ha
recibido educación actúa en el marco de la ley, en los principios del decoro,
sobre el respeto a los demás.
Y no puede
ser orgulloso ni envidioso ya que se ha señalado que estos son dos de cinco
venenos antihumanos como la apatía.
Una persona
educada siempre forma parte de un colectivo consciente de su condición, actúa
dentro de las normas de esa común-unidad, a favor de todos, en nombre del
grupo, impulsando el equipo.
Un educado es
un privilegiado, es un ente saludable.
Es menos etiquetado, más abierto, más libre.
El educado es
aquel capaz de “arañar” la tierra en aras de crear bienes y riquezas.
Mientras más
y mejor educado mejor funcionan las instituciones, la justicia, los jueces, los
policías.
Sí, porque
uno con educación sabe lo que representa corromper a los demás.
El educado
sabe de moral, va a lo espiritual, mejora lo físico.
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