Buscar este blog

domingo, 3 de agosto de 2008

El valle de San Juan, ríos y volcanes apagados


Por José Enrique Méndez Díaz /

En búsqueda de conocer el valle de
San Juan y de toda esa zona sureña



Como llano sin cuesta aparente, exenta de inclinación, él valle de San Juan se extiende a ras del ruedo de las faldas de los bordes alzados de dos cordilleras: la Central al norte, y la de Neyba al sur.



Contrario a la visión de plataforma perfectamente nivelada, en realidad el Valle posee un discreto declive dual y convergente: dos bloques inclinados conforman, desde su fondo el declive dual.



Una de las pruebas de que sí, “la dan los tanques del acueducto de San Juan, puestos en tierra a la entrada de Juan de Herrera. Desde allí el agua baja por gravedad y así mismo sube, sin muletillas de bombeo, hasta el último piso del edificio más alto de San Juan, buscando —por la ley de los vasos comunicantes— el nivel, más empinado, de su cabecera”.



De igual manera por el lado de la sierra de Neyba, se desciende al valle gradualmente al acercarse en dirección a la ciudad.



El río San Juan después de la montaña —baja de la cordillera Central—, y es obligado por los declives convergentes por una hondonada o quilla central a correr hacia su lecho. Fluye por el paso de Quita Coraza, interceptando de camino el curso del río San Juan, que lo convierte en su afluente, para desembocar en su delta en la bahía de Neyba.



“En el comienzo lo que hoy es el valle de San Juan era una cuenca marina de sedimentación”, sobre el cual se depositaron en el Eoceno materiales calizos de la formación Abuillot.



Millones de años después, en el Mioceno, se depositaron los materiales de la formación Conglomerado Bulla



Encima de todas, ya en el Plioceno, como nata del valle cayó el cascajo suelto y la arcilla de la formación Las Matas.



Emergieron los terrenos del valle, en el Mioceno como es el caso de su mayor elevación: la loma del Yaque. Más hacia el sur, las lomas de esta sierra son más jóvenes, del Plioceno,

El Eoceno, empezó hace 60 millones de años; el Oligoceno, 40 millones de años, y el Mioceno 26 millones.



La Sierra del Agua, por el este le pone límite al valle, desempeñando a la vez, el papel de divisoria de aguas por sus laderas del sur hacia el Yaque; por las del norte, hacia el río San Juan.



Los Volcanes de San Juan



Al surgir el valle de San Juan respondiendo a algún desconocido mandato geológico, la cuenca marina de sedimentación miocénica, optó por el enigma de secarse “oreado por la brisa, quedó seco, le sobrevino el manto de lava de los volcanes de San Juan, últimos que hicieron erupción en el país”.



A fuego de las erupciones de los volcanes sanjuaneros, se produjo el misterioso manto de lava que cubrió por Punta Caña, el pie de la cordillera, desde las tierras altas del paraje Asiento de Luisa, que bordea por el norte el valle de San Juan.



Nuestros expertos geólogos los han estudiado” cinco por lo menos—, siempre al norte, desde los rumbos de Hato del Padre y Asiento de Luisa —confín oriental de esa zona volcánica— hasta las cercanías de La Cabulla, pasando por Punta Caña y por La Jagua. Como extensión y remate de ella por el este ha de considerarse el cerro Los Frailes, en el valle del Yaque del Sur, casi pegado al sitio por donde ese río recibe las aguas de sus colegas Las Cuevas y río del Medio. En total unos seis” cráteres.



Hoy en el Pleistoceno, que es la época geológica en que estamos podemos contemplar en excursión Ecoturística, sin gran esfuerzo entre mitos y realidades los viejos volcanes apagados del valle de San Juan empezando por ver los de Las Yayas del Viajama y Padre Las Casas.



¿Nos acompaña?

2 comentarios:

emigdiocaamano dijo...

Apreciado Hermano Ike, existe un estudio realizado por una comisión dominico-alemana en 1989, que prevee la existencia de varios lugares en las provincias de San Juan y Elías Piña, que son volcánes apagados. Uno de ellos es el famoso Pico Nalga de Maco, una de las mayores alturas de la cordillera central y de la Provincia Elías Piña- Estimo excelente este trabajo.

Anónimo dijo...

También esta el catanamatia.