Rogelio Baez Figuereo

Autor: Rogelio Baez Figuereo

Dor Rogelio Baez Figuereo, tambien conocido como Don Lele

Nací en la ciudad de San Juan de la Maguana, el 16 de septiembre de 1903. Fueron mis progenitores Andrés Báez Varona y Elpidia Figuereo de la Rosa. A la edad de 14 años comencé a trabajar como empleado de comercio en la Casa Comercial del señor Don Flor Marra; estando todavía allí, contraje primeras nupcias con la joven VILLITA Melo Susaña.

En vista de que era mi deseo llegar a ser un fiel discípulo de Hipócrates, me acerqué al Dr. José Arcadio Rodríguez, quien me preparó para "los primeros auxilios" instalándose en la comunidad de Padre Las Casas con un botiquín y las fórmulas para preparar las recetas para el tratamiento de distintas enfermedades; en dicha comunidad, me nacieron dos niños, me trasladé nuevamente a mi pueblo de San Juan de la Maguana, al ser instalado un "Dispensario Médico" llamado "Sala de socorros", en la casa del finado José Paniagua, y siendo médico sanitario el Dr. Tomás Méndez.

El dispensario estaba auspiciado por el Honorable Ayuntamiento de esta localidad; todo lo que allí se realizó fue por el esfuerzo del Dr. José Arcadio Rodríguez. Al estar preparado para el tratamiento de enfermos de todas clases, fui nombrado para atender todas las emergencias tales como fracturas, heridas, abscesos y otras enfermedades benignas.

Después fue instalado en el mismo local el "HOSPITAL SANTOME", donde continué con las mismas actuaciones, y como ANESTECISTA Y AYUDANTE DE OPERACIONES. Durante todo este tiempo el sueldo que percibía del Honorable Ayuntamiento era de $30.00 (treinta pesos). En el año 1939, siendo a la sazón presidente de la República Peynado, fui nombrado como "Practicante Ambulante de Brigada", y fui trasladado al Dispensario Médico de Pedro Santana, con jurisdicción hasta la comunidad de Bánica.

En el año 1942, estando como Médico Sanitario en Comendador (hoy Elías Piña) el Dr. Livio Hatuey Sánchez, y con motivo de su fallecimiento se me ordenó pasar a dicho Dispensario en calidad de "Médico Interino" con AUTORIZACION PARA EXPEDIR CERTIFICADOS MEDICOS LEGALES", para poder atenderse los casos judiciales; todo esto por la escasez de médicos graduados en la universidad. Al llegar los Refugiados Españoles a la Colonia Agrícola de El Llano, huí trasladado a dicha colonia para prestar servicios; al ser instalado en Elías Piña el "Hospital Rosa Duarte", y siendo Inspector Sanitario, se me ordena prestar servicios allí como ANESTESISTA Y AYUDANTE DEL MEDICO DIRCTOR José Eduardo Rodríguez Lara. Más luego, el Secretario de Salud Pública, Dr. Luís Fernando Fernández Martínez, junto al gobernador de la provincia, me escogieron para :"conocer los casos presentados en aquella localidad, y en igual forma, en Carrera de Yegua, de Las Matas de Farfán.

Después de haber permanecido por espacio de once años en la región fronteriza, fui nuevamente trasladado a San Juan de la Maguana, como Inspector Sanitario. En una visita oficial del entonces Secretario de Salud Pública Coronel E.N., Marcial Martínez Larre y siendo Médico Sanitario el Dr. Manuel Caamaño Medina, pudo notar en una vitrina, que se exhibía un juego de instrumentos para cirugías.

Notó el orden en que estaban exhibidos; al preguntar por el autor de aquello, el Dr. Caamaño Medina le contestó que "era obra del Inspector presente"; tomó nota de mi nombre, me felicitó y al mismo tiempo me hizo nombrar "Inspector de Primera Clase"; luego se me ordenó prestar servicios en el Hospital SANTOME ; además, tenía que visitar a lomo de caballo las secciones, visitar las escuelas rurales para VACUNAR el alumnado y administrarle medicinas. Combatí enérgicamente los casos de BUBA y los casos de SIFILIS ; tenía a mi cargo además, la vacunación canina, cuyo trabajo lo realizaba sin ayudantes.

La mayoría de las veces tenía que amanecer por las lomas. Preparaba las albóndigas para exterminar los perros realengos; pero al mismo tiempo trabajaba en los exámenes ginecológicos de las meretrices, sacándoles placas y exigiéndoles un VDRL; cuando los casos eran POSITIVOS y, eran tratados, y a la vez retenidas las meretrices en el Destacamento Policial para su debido tratamiento.

En el lapso de 49 años de servicios médicos, también hube de trabajar aunque por poco tiempo, en la ciudad de Barahona y Las Matas de Farfán. Vencido ya y cansado por mi edad (88 años) Y NO CONFORME con el Departamento de Salud Pública, es por lo que pongo en conocimiento este relato, ya que PERDI los mejores años de mi juventud en dicho Departamento, del cual no he recibido ni siquiera un CERTIFICADO DE RECONOCIMIENTO (*) , por los muchos servicios prestados en BIEN DE LA COMUNIDAD y en cambio, la Respetable Logia Masónica "SAN JUAN" No.28 sin pertenecer yo a esa institución, me expidió un CERTIFICADO en reconocimiento a mis desvelos en favor de la comunidad, por lo cual le estaré eternamente agradecido.

Tengo la honra de haber enseñado a varios jóvenes que hoy me están agradecidos.