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jueves, 26 de mayo de 2011

Los Méndez, Los Valenzuela y Pérez de San Juan, con descendencias del Sacerdote Narciso Barrientos


Héctor Gary Montilla 26 de mayo a las 10:58
"José Enrique tú tienes un escrito sobre Narciso Barrientos mi tatatarabuelo ...padre de nuestra bisabuela Pilar Perez Bobea puedes publicarlo por favor?."

Por el Ing. Sinecio Ramirez
Con la colaboración de
Ing. José Enrique Méndez y de
Melvin Terrero Rodriguez


Narciso Francisco Barrientos Rodriguez, natural de Santo Domingo, donde vió la luz el 12-10-1829 ( *Larrazábal Blanco, Tomo I pág. 239, dice que fue el 25 de septiembre de 1830), hijo legitimo de José Barriendo Mostelier, de Cuba, y de María Rodríguez Lugo .

Se ordenó sacerdote por el arzobispo Portes en S.D, el 19-de julio de 1853, Cura de Neyba, desde 12-8-1853, luego trasladado a San Juan de la Maguana, título de Cura de San Juan De Maguana ( Párroco)del 4-2-1860.

Encargado Parroquia de Las Matas de Farfán, 22-7-1860, Asiste a Sánchez y compañeros en el cadalso, el 4 de julio de 1861. Muere en Azua 16-12-1884.

En San Juan Tenía una hermosa "Ama de Llaves " llamada Pilar Valenzuela, de una familia proveniente según se dice de La Maguana, que le mantenía toda su casa en orden, y una lavandera Azuana muy eficiente llamada Altagracia Méndez que se ocupaba de que su ropa y sus ornamentos siempre lucieran impecables, para toda ocasión.

Ambas eran mujeres del tipo "criollo" o sea esa mezcla de Español con Indígena Taino y salpicadas con algunos elementos típicos de la raza africana,

¿Resultados?

Crecen unas mujeres de tez de olivacea, de piel suave, de pelo lacio o rizo y negro muy brillante, que irradian una belleza extraordinaria y que no podía pasar desapercibida, ni por el jurado más racista de Italia que elige a Selinné Méndez como miss Italia,(o si Ud. hubiera conocido hace años, la Luz del "Sol", la de Remigio).

Nuestro pobre párroco, en un San Juan aislado de Santo Domingo en ese olvido secular, que data de cuando los Gobernadores Antonio de Osorio de 1605 y de Carlos Urrutia y Matos ( Carlos Conuco) de 1816.

En ese calido ambiente llega el momento en que la tentación vence a la más fiel vocación, y por encima de la voluntad se violan muchos votos y al fin vence la carne.

… Y la hermosa Pilar tiene Tres Hijos:


1.0 Julio Valenzuela 1852
2.0 Rafael Valenzuela 1856
3.0 Jesús Valenzuela 1861


… y la no menos bella Altagracia Méndez tiene dos Hijos también:


4.0 Andrés Méndez 1853
5.0 Agustín Pío Méndez 1854
Este ha sido, en los Siglos IXX y XX, uno de los Secretos Folklóricos de San Juan. Todo el mundo lo sabía pero nunca pasaba de ser un rumor, Los Valenzuela Viejos todavía hoy hablan de los tíos Méndez, y algunos Méndez lo sabían y los otros sospechaban. Los Valenzuela y los Méndez Viejos son Hermanos de padre … y que padre.
En realidad todos son los Hijos del Padre Barrientos.

NOTA : HIJOS DE PILAR PÉREZ BOBEA-HIJA DE FIDELIA BOBEA,
una gran profesora, hija del Padre Narciso Barrientos.
Nota: Si la Profesora Fidelia Bobea es hija del padre Barrientos entonces es hermana de Los Valenzuela y de los Mendez.
Casada con el Sr. Manuel Antonio Pérez, hijo de Elías Pérez y la Sra. Micaela (Mican) de Pérez. Este matrimonio procreó diez ( 10) hijos:


SANCHEZ Y LA FIGURA DEL CURA DON JOSE NARCISO BARRIENTOS

El apellido Barrientos tuvo valor histórico en el periodo de la Independencia, puesto que Juan y Santiago Barrientos fueron firmantes de la Manifestación del 16 de enero de 1844 y comparecieron can otro pariente -Guillermo- como febreristas Ia noche del Conde.

Respecto del Padre Barrientos, de carta de Manuel de Jesús Rodríguez Varona, copiamos el párrafo siguiente:

"FIGURA DEL CURA DON JOSE NARCISO BARRIENTOS:

El Cura DON José Narciso Barrientos, a quien mi padre conoció personalmente muchos años, era un hombre pulcro, cantador con voz de tenor, su casa era como un asilo para los menesterosos; sindicado enemigo de Báez junto con mi padre, los Ogando, Castillo, Mejía y demás restauradores distinguidos de la época.

Fue confinado a Tubano, hoy Padre las Casas por los años lúgubres de 1870 al 1871 en que estaba en pleno apogeo de Ia crueldad de aqueI enigmático Gobierno de perfiles anexionistas: con justicia hemos de decir que Ia casa del Padre Barrientos era una casa en que comían regularmente más de 15 personas; es decir que Barrientos en ese aspecto de su personalidad era un verdadero Billini o Padre Fantino en esta Común; murió pobre porque todo lo dio a la humanidad; de buen trato y excelentes cualidades personales; deseo que se haga constar en los relatos históricos, apartándonos un tanto de sus debilidades sexuales como Sacerdote, pues fue, realmente un hombre útil a esta sociedad en aquel entonces".

El Padre Barrientos, fue testigo ocular de muchos hechos históricos en la región sureña. Contrariando principios fundamentales de su religión, formó familia. Su eterno caminar de San .Juan a Azua, por Banica, Las Matas, y EI Cercado, Barahona y Neyba, casi le convirtieron en un soldado militante de su ministerio, y las revoluciones y la vida dura y amarga endurecieron su carácter, aunque siempre fue bondadoso y amigo de hacer favores.

En 1861 presencia la llegada de Sánchez como prisionero de guerra, cuando vino por la frontera a restaurar la República, luchando contra Santana y su impuesta Anexión a España. Fue el Padre Barrientos quien asistió al Prócer del Conde y a sus compañeros desde que llegaron a San Juan hasta el día de su fusilamiento. El hizo todo lo que estuvo a su alcance para socorrerlos y confortarlos espiritualmente. Cuando llegó aquel trágico 4 de julio, aquella figura sacerdotal y espinosa, con más espinas en el alma que un cactus de la región, paseábase airada en la plaza pública de San Juan donde el día tuvo lugar el plenario que celebrara un Consejo de Guerra Sumarísimo, que condenó a Sánchez y a sus compañeros a la pena de muerte.

Cuando Sánchez pidió una Biblia al Oficial Wenceslao Figuereo, Manolao, después Vicepresidente y Presidente de la República, éste le consiguió la del Padre Barrientos, conformándose así el insigne paladín de la independencia, con el ejemplar que usaba el sacerdote.

Barrientos confesó y dió la comunión a Sánchez y a todos los que iban a morir con él. Después le acompañó al pequeño cementerio, donde tuvo lugar la ejecución vespertina del 4 de julio de 1861. Después fue testigo de las inhumaciones y sabía y recordaba perfectamente el lugar en que fue enterrado el prócer del Conde.

Por ello, en 1875, diez y seis años después, continuando su sacerdocio en San Juan, el Padre Barrientos fue uno de los testigos principales que presenció la exhumación de los restos de Sánchez efectuada el 3 de marzo de 1875, en presencia del Presidente de la República General Ignacio María González, de varios de sus ministros, autoridades locales y del Coronel Juan Pablo Pina, Secretario Privado de la Delegación y Miembro en Comisión de la Sociedad “La Republicana” que promovió el traslado de los restos de Sánchez a la Capital.

Después, respecto a las honras fúnebres celebradas en San Juan el 8 de marzo de 1875, escribe el otro Comisionado de “La Republicana”, Pedro Bernardo Rodríguez: “El Cura Párroco señor Narciso Barrientos nada ha omitido para que estas fuesen lo más solemne., nada, aun su trabajo material”. Glorifica así ante el altar la resurrección espiritual del héroe caído allí 14 años antes.

En torno a Francisco del Rosario Sánchez

Ramón Lugo Lovatón





2 comentarios:

Mercedes Farias dijo...

Mi padre (Leonidas Farias Valenzuela)siempre me comentaba esta historia familiar, decia que Padre Barriento era su abuelo.

Mercedes Farias dijo...

Perdon: bisabuelo de mi padre.