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viernes, 18 de noviembre de 2011

Fragmentos Rafael E. Caamaño C


Rafael E. Caamaño C
April 2009



Para ike Méndez, acucioso investigador; intelectual de fuste; emprendedor de luces; gran amigo y sobre todo sanjuanero ejemplar, preocupado en cambiar el nebuloso camino por donde transita la Patria.


Contenido del trabajo que realice en la puesta en circulación del ensayo "El Contenido de la Patria" de la autoría del Abogado y Poeta Dr. Edgar Hernández, en la Gobernación Provincial de Elías Piña.

La palabra ensayo, proviene del latín exaguin que significa pensar.
En su acepción más amplia sin embargo, equivale a desarrollar, acometer, tratar, probar ó esforzarse en algo.
En la literatura, es un escrito en prosa generalmente breve, en el que se expone, analiza y comenta sin ningún rigor sistemático, pero con profundidad, madurez y emoción una interpretación personal sobre cualquier tema.


En el ensayo, el punto de vista subjetivo y personal que asume un autor al tratar un tema, adquiere primacía. Los sentimientos del autor, sus vivencias, gustos, aversiones e intelectualismo es lo que lo define y caracteriza; acercándolo muchas veces a la poesía, pero
distanciándola de ella por el uso del lenguaje más conceptual, racional y expositivo.

Por que la poesía es más lirismo e intuición.
De aquí la profundidad de "El contenido de la Patria " de la autoría del gran amigo Dr. Edgar Hernández. Su elegancia expresiva en el que deja entrever sentimientos pletóricos de una exquisita sensibilidad cuando nos dice: "solo en la tierra noble sobre la cual nacimos y en la que con afecto armoniosamente hemos vivido, piensan o sueñan en nosotros... y cada vez más nos defienden y recuerdan con cariño.


Quisqueya llama a cada uno de sus hijos y celebra la integración nuestra al andamiaje de su alma de patria grande y adolorida.


Solo esta Antilla firme que desde la niñez tuvimos, nos tiende sus cálidos brazos sin límites ni condiciones, con dulzura infinita.


Este país preciso de donde somos oriundos, es suelo donde permanecen ocultos los sueños de los taínos, y donde en alguna roca habrán quedado grabados los sentimientos de Caonabo, Guarocuya o Anacaona , como la génesis de un grito milenario.

O la grandeza espiritual del autor, cuando se remonta a lo indecible y pregunta. " Qué es el hombre?.
En su genuina esencia es un animal simple bajo un pedazo de cielo, con su alma triste o tal vez muy llena de optimismo y amor.


Así, entre reminiscencias y añoranzas puede alguien emplear su existencia, en concebir profundas imágenes con todo aquello que nunca olvido del terruño limpio donde primero ejerció la vida.


Tiene el distinguido intelectual, la genialidad de transportarnos a los inolvidables años de la infancia, cuando evoca saturado de nostalgias y nos dice: soñar con la ñapa sencilla, que al amanecer nos iba a entregar el pulpero. Pensar en la solidaridad y el entusiasmo del convite realizado en primavera para levantar las covachas que arrasó el río.


Recordar el rostro sin colorete y la vestimenta simple de la hermosa mulata amada, cuando ya su ausencia empieza a perturbar (con imprecisiones y olvido) la capacidad de retener el amor.
Meditar en la prosperidad del conuco y en una abundante cosecha de grandes frutos sanos, libres de malignos piojillos que pueden quebrantar su hermosura y verdor.


Evocar la casa de palma y pino, pintada de encendidos colores donde declaramos el amor por vez primera.


Añorar aquel pipián, pastel en hoja o sancocho que fue elaborado con esmero por unas inolvidables manos.


Inspirarse en la ilusión que hizo nacer el horizonte, al éste esconderse tras las altas montañas pobladas de cundeamor y mariposas.


Extrañar la vieja batea de madera donde nos guardaba rojas cerezas cada domingo nuestra abuela.


Memorizar aquellas tardes de la infancia ya ida, cuando volábamos chichiguas de colores con el impulso de las brisas marinas.


O soñar con las figuras pintorescas de Barajíta y el Pempén, mezcladas con aquellos días tiernos en que los niños jugaban alegremente sobre las calles y los parques, entonando con voz propias de ángeles, mirunflí , mirunflá ; tin marín de dos pingué o matarilerilerón.

Y que decir del hombre que soslayando el influjo de esta sociedad mercurial, que corrompe y destruye los valores. Que deforma el sentido de patria al conjuro de sutiles imposiciones culturales, expresa:
Déjanos ahora pensar en ti plenamente, patria nuestra, tierra única; patria grande, tierra eterna. Por que solo tú nos da sosiego, acercándonos cada vez más a la memoria de nuestros inolvidables ancestros, ya que se profundizó en ti la morada íntima de nuestros ideales.
Que es la patria? En su significación primaria es, el lugar de apoyo al llegar a la vida, es el sitio amoroso y firme que siempre nos produce alguna gran inquietud tras hacer que forjemos una inmensa cantera de agridulces vivencias entre tinieblas y luz.

Nuestra patria híbrido de lejanos aborígenes, numerosos africanos y blancos exploradores fue edificada con sangre, valentía, estrategia y sudor.


Nuestra patria, defendida por cristianos mulatos mediante gloriosas gestas independentistas y restauradoras; hoy tiene amplio contenido y profunda identidad.


Nuestra patria es el resultado, del firme pensamiento y la gran siembra de Eugenio María de Hostos y Salomé Ureña. También es el legado de José Gabriel García y el anti -colonialismo vivo de Américo Lugo y Ercilia Pepín.
Nuestra patria reside, en los dominicanismos de Patín Maceo, en las canciones escolares de Ramón Emilio Jiménez y en la antigua universidad de 1538.


Nuestra patria está, en las vivencias del adulto anónimo y en lo testimoniado por Juan Antonio Alix; en la totalidad de la juventud deportista y en la consecución de sus lauros, en nuestras albas, en nuestros crepúsculos y en el arrullo constante de las olas del mar.


En los niños que aprenden en la escuela, en las campanadas de los viejos templos y en el trinar de las aves del bosque.

Nuestra patria se encuentra tanto en el fecundo pensamiento de Federico Henríquez y Carvajal, en los numerosos libros de Rodríguez Demorizi y en las astas que orgullosas sostienen nuestra bandera, como en los anhelos del jornalero agrícola y el avance histórico de su justa lucha.

Nuestra patria está en la razón y los valores de Ulises Espaillat, en el verbo ordenado de César Nicolás Penson, así como en la memoria de cada héroe y cada mártir de la libertad.

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