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domingo, 27 de diciembre de 2015

Sobieski de León, su lectura del libro Brevedad de la suerte

BREVEDAD  DE  LA  SUERTE (Cuentos).                                          UNA  FORMA  ETERNA  DE QUEDARNOS.                                                        
Sobieski De León Lazala
 De Baltasar Gracián (1601-1658), poeta y escritor del Siglo de Oro español se dice lo siguiente: “Cultivó la prosa didáctica y filosófica; su producción se adscribe a la corriente literaria del conceptismo. Forjó un estilo construído a partir de sentencias breves, muy personal, denso, concentrado, polisémico, en el que domina el juego de palabras y las asociaciones ingeniosas entre éstas y las ideas. El resultado es un lenguaje lacónico, lleno de aforismos y capaz de expresar una gran riqueza de significados” (1).

Un día preguntamos a Guillermo Piña Contreras (2) cuando en los años “sesenta” empezaba a incursionar en Literatura, para qué servía la Literatura. “Para educar”, contestó sin vacilación. Gravé en el disco duro de mi memoria su respuesta.

Asociado a ese gran escritor y poeta que fue Víctor Villegas, autor de esa maravillosa poética que es “Charlotte Amalie o La Edad de la Provincia, canto biográfico a San Pedro de Macorís, su ciudad natal, está el nombre indígena mapuche de “Caupolicán”. Pero no es éste el valiente héroe originario de Chile que enfrentó a los conquistadores españoles en el siglo XVI, el mismo “siglo de oro” español de Gracián, sino un talentoso escritor venezolano que compartía el don de la Escritura y la Literatura con Víctor Villegas.
¿Por qué escribe, usted?, preguntaron unos jóvenes escritores a Caupolicán, el escritor venezolano. “Escribo, porque los Gobiernos nos impiden hacer los cambios reales que planteamos. Desde la Literatura, yo puedo proponer y hacer esos cambios”. Desde luego, Caupolicán fue un escritor “Pre-Chavista”. Con la Literatura, en verdad, podemos transformar la realidad que nos lacera, que nos angustia y que nos oprime.

Algo sumamente importante en la Historia del Hombre como especie fue la transformación de la mano en órgano de trabajo (3). Con ella, creó instrumentos: Un hacha primitiva de piedra, un cuchillo, un arco y una flecha…un libro. El libro es entonces  un instrumento hecho por la mano del Hombre. El libro sirve para hacer ciencia o literatura. Y de acuerdo a Piña Contreras y a Caupolicán, sirve para “transformar”, argumentos que comparto.

El libro Brevedad de la Suerte es un libro sanjuanero por los cuatro costados: La autora, el pintor autor de las viñetas, el prologuista y el autor del resumen de la solapa posterior. Los cuentos que aparecen en él, último libro de su autora, la sanjuanera Fannia Herrera, son “transformadores”. Y no es porque sea ella maestra o pedagoga, sino porque es escritora. Y no escritora que haya que leer y re-leer sus textos y buscar intérpretes para enterarnos de lo que nos quiere transmitir en ellos sino que los cuentos de Fannia Herrera nos enseñan cosas por sí mismos, de la vida que estamos viviendo. Basta leerlos para que quede grabado el mensaje en nuestra psiquis, en nuestra mente o si prefieren el término, en nuestra alma. El mensaje fundamental que la autora quiere transmitirnos, y por qué no decirlo, con el que también quiere influirnos, surge de su interioridad a nuestra interioridad. Nos obliga a reflexionar, a detenernos un momento en la brevedad de nuestro tiempo.

La autora de Brevedad de la Suerte defiende sus textos con tal pasión porque son sus verdades. Pero en realidad no son verdades de ella sino verdades recogidas por ella en su entorno. Quién dijo que la verdad reside en nuestro cerebro. Falso, las verdades residen “fuera” de nuestro cerebro. Son imágenes sensitivas que recoge e interpreta el cerebro. Si coincide con la “realidad” de nuestro medio social, entonces las imágenes convertidas en pensamiento, se transmuta en “pensamiento real” transformador.

Tal vez intento describir la génesis científico-literaria de los cuentos de Fannia Herrera. Lo cierto es, y es creencia definitiva en mí,  que lo que se expone en Brevedad de la Suerte no es ficción sino realidad.

No es ficción el aborto ni sus disímiles argumentos, unos en “pro” y otros en “contra”. Quién dijo que eso que llamamos eufemísticamente “suerte” no sea breve. Breve es el amor por ejemplo, y su dolor. Y breve será la suerte de quien asalta el Poder y lo corrompe. Breves, los sombreros de las primeras damas. Breve el instinto del hombre cazando mujeres como ratones, hasta que la educación verdadera sea una realidad.
La vida misma es breve, no importa cuánto dure, o cuánto creamos nosotros que dure. No sólo el tiempo de la suerte de los pobres es breve, también lo es el tiempo de los ricos y su miseria y más dramático, y aún más catastrófico.

Una vez observé la brevedad en su más trágico destello. Fue en un conducto de mucosidades y esperanza. A un centímetro entre la Nada y el Ser, entrada misma a la vida; se detuvo el avance entre dos piernas gigantes. Estaba dormido en un verdadero paraíso terrenal, donde moraba durante nueve meses. El oxígeno vital fue breve. Pobre criatura que transitaba feliz hacia su suerte, hoy agujero negro o estrella, o alguna otra nebulosa incandescente lista a enfriarse para su brevísimo big ban que construya otra vida.

Pobres de nosotros que nos devanamos los sesos. Pobres de las criaturas que transitan por el brevísimo mundo de Fannia Herrera, tan real y hermoso como una tarde de relámpagos y miedos. Pobres criaturas obligadas a recorrer el angosto camino de su suerte, pobres seres humanos sin dioses que volvieran a re-crearlos, a fabricarles de nuevo su paraíso terrenal y su manzana. Pobres seres abandonados a la brevedad de su suerte.

En los cuentos de Fannia Herrera, la sociedad capitalista y neoliberal enturbia toda la atmósfera social y aliena al hombre que oprime, sino móntese con ella “para que lo lleve el tren”. La suerte de “Eladio” (léase “Brevedad de la Suerte”, el cuento que da título al libro), es la suerte del proletariado dominicano, de esa masa inconforme que vive a orilla de los ríos o en las márgenes miserables de los barrios esperando que la suerte los toque. Pobres ilusos con la realidad siempre dándoles en la cara. Peor será si se refugian en la religión (de un vistazo a “Fiel Cumplimiento”), donde no encontrarán más que doble moral e hipocresía. Mucho cuidado se ha de tener en la relación de parejas (por favor, concéntrese en “Divorcio”), porque esa “santa institución” llamada matrimonio está en crisis; hace tiempo que “hace agua”; mejor que haya un poco de amor sincero y verdadero que crezca como la verdolaga; de lo contrario saldremos de él “como perro con el rabo entre las piernas”. Vaya al “Tocador” de la autora y lo sorprenderá con la angustia como denominador común de tres generaciones que deberán ir en pos de su destino, correr “su propia suerte”.

El Rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba; esa era su virtud o su desgracia. La narradora sanjuanera en cambio convierte en cuento todo lo que vive o piensa. Inmersa en su entorno social y a la vez en su “mundo de mujer” esta autora nos deleita con su narrativa llena de vida. Nos deleita y nos enseña porque ella es también educadora y su propuesta cuentística en Brevedad de la Suerte no puede desprenderse de la enseñanza. Sus cuentos, ni cortos ni largos tienen la cantidad de palabras necesarias y la cantidad de ideas adecuadas; son la clarividencia de lo que necesita este mundo absurdo y desvalido de hoy. Sus textos son doctrinas puras, enseñanza pura. Su ético mundo de ficción es el mundo real nuestro: Humano, cotidiano, creíble. Con Brevedad de la Suerte tan refrescante como una poza fresca la escritora del Sur afianza su compromiso con la Literatura Nacional adscrita por vasos comunicantes con la Literatura Universal.

Fannia Herrera, es de las escritoras dominicanas y sanjuaneras, que habrá que leer, tomar en cuenta y repetirla. Muchas Gracias.


(1) Wikipedia
(2) Sanjuanero nacido en Santo Domingo, novelista y traductor, recopilador de las obras de Juan Bosch; Embajador en París por 10 años; además en Argentina y actualmente en Los Países Bajos (Holanda). Estudió Letras Modernas (Universidad de Besanzón) y en La Sorbona (París IV), Francia.
(3) Federico Engels, en “Teoría del Trabajo Sobre el Origen del Hombre”



Sobieski De León Lazala,
Sábado, 17 de Octubre, 2015
Auditorio Ing. Sinecio Ramírez Suazo.  
Centro Universitario Regional del Oeste (rCURO-UASD)
San Juan de la Maguana, R.D.
Puesta en Circulación del libro: Brevedad de la Suerte
Autora: Fannia Herrera

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