RELATO
CONVERSANDO CON VIAJEROS.-
“La Plaza Roja desierta, delante de mi Natali, tenía un
lindo nombre mi Guía: Natali. La Plaza Roja muy blanca, el hielo formaba un
tapi, y yo tenía aquel domingo, a Natali...”
Amos Fernández y Yo partimos muy entrada la Noche en Tren
Eléctrico y de Alta Velocidad hacia San Petersburgo-Leningrado-desde Moscú. Ya
nos habíamos acomodado por los largos días pernoctados en el Onceavo Piso de la
Residencia No.12 de la Universidad de la Amistad de los Pueblos, pues el Ministro
Consejero de la Embajada Dominicana en Rusia, Sr. Domingo Nina, nos recogió a
la hora acordada y nos condujo en su Mercedes Negro hasta la Estación de Tren.
Supimos por los Noticieros que habían derribado en
Ucrania un Avión de Pasajeros el Día 17 de Julio del 2014, unas horas después
de Nosotros llegar a Rusia por el Aeropuerto Vnukava. Y días después en el
Metro de Moscú que ya habíamos comenzado a utilizar en nuestras visitas, había
ocurrido un accidente por la imprudencia de un Trabajador de Rieles.
Mostrando los Boletos de Tren a los Controladores, nos
condujeron al interior del mismo, el Cupé lo compartiríamos con otros Dos
Pasajeros Rusos. Fue justo en el Corredor que una Señora que acompañaba al
Segundo Control nos propuso un Cupé privado, solo para Dos, a cambio de unos
cuantos Rublos. Aceptamos la oferta. El Cupé pertenecía a los Controladores, y
preferían su dinerito, y pasar la noche de viaje en el Área del Restaurant.
Amos Fernández conocía muy bien la Ruta ya que en su vida
estudiantil residiendo en Leningrado, hoy San Petersburgo, realizaba viajes
constantes a Moscú, y algunos Países Europeos. Lo sentí alegre de regresar a
una parte de si mismo 30 años después. Yo también me sentía feliz de haber
regresado a la Patricio. El viaje seria toda la noche hasta el amanecer.
Tarde en la noche pasamos varios Vagones hasta llegar al
Restaurant. Estaba cerrado. El Bar tender aun se encontraba detrás de la Barra.
Los Dos Controladores, un Hombre y una Señora, quienes previamente nos habían
vendido el Cupe, despertaron por nuestras conversaciones, se habían dormido con
las cabezas sobre una Mesa. Estaban ebrios.
Entonces se dirigieron a Nosotros: Muchachos!, no se
vayan. Esperen.
El Hombre se dirigió al Bar Tender, que nos atendiera,
que éramos extranjeros, gente que había vivido en la Ex URSS, comunistas como
El.
Y el Hombre obedeció. Así que prontamente los Sandwshis
estaban sobre la Mesa acompañados de Cervezas Rusas.
Ahí se entablo una conversación muy interesante, éramos
Cinco Personas. La Señora dijo: Muchachos, ustedes como Nosotros conocieron la
vida como era en Rusia en los tiempos de la URSS, muchas abundancias, mucha
disciplina, era gente llena de alegría y de esperanzas!, miren ahora lo que
ustedes han encontrado en Rusia, drogadictos, narcotraficantes, ahora tenemos
que usar la frase Gaspadin, Señor, Don, Oligarca, antes todos éramos Camarada.
Ahora somos Peones, Amas de Casa, y Rusia está llena de Prostíbulos y
Marcomanas.
Bruscamente y tomando la Palabra, se incorporo el
Compañero de la Señora, y haciendo los ademanes propios de una persona
manipulando un fusil, dijo: Debimos fusilar a Gorbachov, fue Él quien entrego
el País. El Proletariado ha quedado huérfano en todo el Mundo, Lenin murió pero
fue ahora con la Perestroika. Aquí hay lideres que no merecen respeto, imaginen
a Yelzin gobernando este País! Ese buen Zukincin!, sentenciaba sin parar.
En la Mesa de Nuestros Hogares no faltaba el Caviar ni el
Vodka o la Champaña, el mejor Coñac!, y ahora no tenemos nada, enfermamos sin
medicamentos, vivimos sin seguridad. El Proletariado quedo huérfano.
Sin la URSS el Movimiento Obrero languidece, desaparece.
Los Buitres arrasaran las esperanzas del Trabajador!
Entre Sandwshis, Cervezas, Tragos y Conversaciones, se
fue adentrando la noche, la madrugada, antes de las Cinco de la Mañana ya el
ambiente esclarecía lo suficiente como para saber que estaba amaneciendo y que
no Habíamos descansado. Si, porque “allá”, en Verano, antes de las 4:00AM ya el
Sol ilumina con el esplendor del Sol que conocemos a las 7:00AM en Nuestra
Isla.
Esa nostalgia de la Población Rusa de edad avanzada, por
la URSS, estaba en todas partes. Pero la Juventud estaba viviendo su momento.
La gente se ve en las Ciudades menos estresada, menos rígida, incluso más
amable y más sonriente.
Y qué pena! : desapareció el Konsomol que agrupaba a los
Jóvenes Comunistas, desapareció el Pionero, antes todos ellos hablaban con
gusto sobre el Tío Lenin.
En el Mausoleo a Lenin, en la Plaza Roja de Moscú, las
Rosas depositadas estaban secas, nadie las renovaba, antes había que hacer
largas filas para rendir honores en ese Portal. Quedo solitario.
Se perdió la ideología. Murió ese entusiasmo político de
los rusos, ese orgullo por el Tío Lenin.
Ahora ya no pudimos ver en estas Residencias de
Extranjeros, ni una sola estatuilla del Tío, antes estaban repletas, muy bien
logradas, hermosas!
En 1985 como venia ocurriendo desde 1917, Moscú se pobló
de banderas rojas, carteles de Lenin, pancartas de Obreros Comunistas, había
ocurrido un invierno extraordinario pero la gente celebraba su Revolución de
Octubre. Para Amos y para mi había sido una despedida de la Universidad al
graduarnos, inolvidable!
Todos llevaban algo de Lenin consigo, la chaqueta, la
estrella en el gorro, el abrigo, la camisa, el bulto, el libro, ahora nada en
absoluto. Murió Lenin.
Américo Valenzuela
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