Poeta y Narrador Caonabo Peña
Esta poesía fue declamada el 30 de octubre en Boca de Nigua en la Celebración del Día Internacional de las Cimarronadas, donde estuvieron todos los recintos de Formación Docentes Salome Ureña.
Bajos los pinos,
un camino, un camino,
Sobre los atajos,
un alzado, un alzado.
Dentro de las cavernas,
Grita Lemba, grita Lemba,
Y en el centro de las aldeas,
El tambor suena, el tambor suena.
Cuando los tambores,
No repiquen en los ingenios,
Y su eco no resuene,
En las aldeas,
Que amargo será el sabor de la caña.
Tu Santos, tus altares
Atabales y ritos,
Un mecía en guerrilla,
Una estepa,
Una cueva y un arroyo divino.
Oh San Juan,
Deja que llegue la mañana,
Las praderas, a las estancias,
A los campos y las aldeas.
Deja que llegue mi canto,
Con ternura,
Alabanza y alegría,
Que no pare esta salve,
Que no pare, que no pare.
Se arden los barbechos,
Se queman los cueros ,
Y es el cacique Canoabo,
Que allí esta levantando ,
Los escombros de las canas,
Prendida en la bahía del Guarico
Sacudiendo el sudario,
De la primera fosa Ibérica,
En la tierra de Amerindia.
Se arden los barbechos,
Se queman los cueros,
Y es la reina Anacaona,
Humillada y ahorca.
Se arden los barbechos,
Se queman los cueros,
Y es Santome que arde en llamas
Bajo el filo de la espada del General Cabral.
Se arden los barbechos,
Se queman los cueros,
Y es Sánchez del Rosario
Que es sentenciado y fusilado.
Se arden los barbechos,
Se queman los cueros,
Y es en Capotillo,
Que se da el Grito de Víctoria.
Mutilados estan tus sueños,
Milenarios de otros tiempos,
Y por eso mi canto,
Es un resumen rebelde,
Que se siente, que se siente.
En los ingenios,
Un esclavo,
Una cadena,
Una carreta,
Llavan los bueyes,
Llevan el burro.
Un sudor agridulce,
En un canto de silencio,
Y un lamento que se cuela,
Al confín de las aldeas.
Corren las ruedas,
Corren las ruedas,
Suavizada de sudor,
Y un humilde llanto,
Dulce es mi canto
Sobre cause de tu estuario,
Hubo un grito de victoria
Esa es tu gloria, esa es tu gloria
Que resuenen y repiquen los tambores,
Que resuenen y repiquen los tambores,
Somos libres, Somos libres, Somos libres.
Autor
Poeta y Narrador Caonabo Peña
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