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Américo Ramírez y sus Palos de Jínova
Por: José Enrique Méndez ike_mendez@yahoo.es
Martes 2 de diciembre 2008
http://palimpsestos.multiply.com/journal/item/13/13 http://palimpsestos.multiply.com/journal/item/13/13
La música del acordeón sanjuanera, que ha sido definida por sus autores como "muy bendita y bonita…igual que las mujeres", tiene sus protagonistas históricos.
El acordeón en San Juan y zonas aledañas, ha estado siempre al servicio de interpretar odas a Liborio Mateo y a la Virgen de la Altagracia.
Entre los primeros grandes protagonistas debemos recordar a Antonio Amado Alcántara Y Obdulio.
Onelio
Al decir de Onelio Sánchez, Obdulio, acordeonista de la comunidad de "Yabonico" logró distinguirse del resto por la técnica y originalidad que destacó en su labor de creador de un ritmo al que llamó Jucusión.
Contó que en sueños Liborio Mateo, en un solo canto, en un solo sueño le brindó la letra de este ritmo, que hoy perdura como uno de los remanentes folklóricos musicales en la cultura dominicana.
http://palimpsestos.multiply.com/journal/item/13/%20SDC11969.AVI (Ver video)
http://palimpsestos.multiply.com/journal/item/13/%20SDC11969.AVI
El baile de jucusión es representativo de las festividades que se celebran los días 20-21 de enero en la comunidad de Jínova, Provincia San Juan, y es interpretado esencialmente por Américo Ramírez y su Jínova. Este baile es interpretado musicalmente con cuatro tamboras de dos parches, golpeadas con una mano y un palito, acompañados de güiro y acordeón.
Américo Ramírez vincula la jucusión con otros ritmos de San Juan y zonas aledañas, donde son incluidas obras dedicadas a Liborio Mateo y a la Virgen de la Altagracia. Incluso este representante de la jucusión ha interpretado hasta el Himno Nacional, en tiempo de música típica.
Citando a Rafael Chaljub Mejía en su obra “Antes de que te vayas...” debemos conocer lo siguiente acerca de esta gloria sanjuanera del acordeón:
Siendo niño se enfermó de la vista y sus ojos fueron quedando a oscuras, hasta perder totalmente la visión.
Cuando tenía 25 años se agenció su propio acordeón y empezó a ensayar hasta que aprendió a tocarlo. También aprendió a tocar tambora y, por añadidura, Américo el Músico, como se le apoda en su tierra, igualmente produce sus composiciones. Entre estas últimas, junto a los merengues, se incluyen letras para otros ritmos movidos, como la guaracha.
Según informes obtenidos gracias a la colaboración del profesor sanjuanero Roberto Rosado, Américo Ramírez Valdez asegura que vive de la música, ya que la mayor parte de sus ingresos los recibe de las fiestas que ameniza en diferentes lugares de su zona.
La celebración de Jínova tiene características muy distintivas. En los bailes de ofrecimiento, bailan las mujeres y en el baile de regocijo, bailan parejas dentro de la iglesia. En las ceremonias religiosas, se ofrecen comidas-ofrendas colectivas, despojos, baños de purificación en el río, rezos, cantos y alabanzas, las cuales culminan con una procesión de Jinova al pueblo de San Juan de la Maguana.
En San Juan, los paleros hicieron irrupción en lo creativo, tocaron sus danzas del poder, como fiestas, ritos religiosos y celebraciones seculares, crearon el balsié, el priprí, Los Palos del Espíritu Santo, la mangulina, el pambiche, el carabiné, la jucusión, la comarca y los palos de Yabonico.
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